La defensa del comité patrimonio del PS que califica de “revolucionaria” la compra de acciones en empresas
“Si alguien alega que no se informó adecuadamente, que estaba distraído (...) entonces que parta por reconocer su desidia", reza parte de la misiva.
Una extensa carta fue publicada por la comisión patrimonial del Partido Socialista entre el 2002 y el 2011, la que rechazó los distintos cuestionamientos que surgieron a raíz del caso “Inversiones PS”.
Los integrantes de la citada instancia, Jorge Jorratt, Verónica Montellan, Óscar Guillermo Garretón y Edmundo Dupré, dirigieron la misiva a los integrantes del comité político de la colectividad, además de su presidente, Álvaro Elizalde,y manifestaron que “lo más vergonzoso ha sido la actitud de algunos personeros socialistas, incapaces de defender la obra de su partido, que emitieron declaraciones balbuceantes, desinformadas y hasta oportunistas (…) “trataron de deslindar responsabilidades diciendo que ignoraban lo que sí sabían o estaban en obligación de saber”.
“Solo el delirio, la cultura del Twitter irreflexivo e impune, puede condenar que alguien maneje bien su dinero”, enfatizan, para luego precisar que “todas las instancias democráticas de nuestra organización” participaron en las políticas de financiamiento patrimonial.
“Si alguien alega que no se informó adecuadamente, que estaba distraído, que se arrepiente del aplauso unánime que siempre la Comisión recibió en todas las instancias políticas del PS, entonces que parta por reconocer su desidia, su irresponsabilidad, su lenidad en temas de esta importancia”, continúa la misiva, que luego expresa “orgullo por la obra realizada. Es revolucionaria, por liberarnos de la tutela del dinero de los poderosos para luchar por el cambio social”.
El origen de los fondos del PS, según la carta, llega tras la devolución de los dineros vinculados a los bienes expropiados en la dictadura: “La devolución fue en Pagares nominados en UTM del Banco Estado y entregados por el Gobierno a través del Ministerio de Hacienda, que por su escasa liquidez malamente podían venderse en el sistema financiero, sufriendo importantes castigos. A estos fondos, el trabajo de la Comisión Patrimonio sumó los recursos provenientes de la venta de bienes del PS que estaban a nombre de personas naturales o jurídicas (…) Ese es el origen de los fondos del PS”.
Los dineros no estaban en las manos de ningún dirigente, afirman, y “tampoco la Dirección política podía disponer a su antojo de los fondos, sino solo dentro de las estrictas determinaciones del reglamento aprobado por el Congreso del PS. Dos entes auditaban y supervisaban su trabajo: uno interno, de militantes socialistas calificados y otro externo de una auditora inscrita en la Superintendencia de Valores y Seguros”.
“El 100 por ciento del patrimonio financiero del PS se invirtió en instrumentos de renta fija”, y luego especifican que la colectividad “nunca tuvo, al menos en el período 2002-2010, instrumentos de renta variable (acciones) de empresa alguna, sea nacional o extranjera (…) la afirmación de que habría tenido acciones de empresas y jugado especulativamente en la Bolsa de valores son absolutamente falsas (…) el grueso de los bonos adquiridos por el PS fue en empresas chilenas”.
La carta sentencia que, llegar a la conclusión que “por las inversiones en Bonos de empresas, el PS pueda tener algo que ver con los escándalos de algunas como las indicadas en la nota periodística de Mega, es tan arbitrario como concluir que algún cotizante de las AFP es parte de la colusión del tissue porque tiene parte de sus ahorros en acciones de CMPC”.