Crisis de salud pública: Rubilar lanza durísimas criticas por viajes de directora de Fonasa al extranjero
Durante 2016, Jeanette Vega realizó 11 viajes fuera del territorio nacional, mientras que en Chile sólo realizó tres.
La directora de Fonasa parece estar “más preocupada de hacer nexos para ver dónde va a trabajar cuando termine este gobierno, que ser realmente la responsable del seguro de salud que atiende a 13 millones de chilenos. Es insólito que solo haya viajado a regiones en tres oportunidades en un año pero visite tres países en un mes”.
Con esas palabras la diputada de la comisión de salud, Karla Rubilar, se refirió a la situación que enfrenta Jeanette Vega, directora de Fonasa, tras saberse que durante 2016 realizó once viajes al extranjero. Ello en medio de una aguda crisis al interior de la salud pública.
La autoridad estuvo en Suiza dos veces (Ginebra y Motreus), en Estados Unidos otras tres veces (Baltimore, Washington y Boston), en China dos veces (Beijing y Shangai), en Bangladesh dos veces, en Londres, Inglaterra, y en Bangkok, Tailandia, publica El Líbero.
En total, fueron 40 días de viaje al extranjero lo cual contrasta con sus visitas a regiones. En 2016, Vega sólo realizó tres viajes dentro de Chile: Angol, La Serena y Valparaíso. Su situación contrasta con la de otras autoridades de la salud, quienes han privilegiado hacer recorridos por el país para conocer el panorama de recintos hospitalarios, hacer inauguraciones o bien impulsar nuevos proyectos.
De todas formas, los viajes de Vega han sido para participar en seminarios, conferencias, congresos, reuniones, entrevistas y audiencias en eventos organizados por la Organización Mundial de la Salud y universidades -entre otras- y junto a ello abordar los avances en cobertura universal en salud; promoción de la salud enmarcado en los objetivos de desarrollo sustentable, sistemas de salud e intervenciones de fortalecimiento y gestión financiera pública.
Históricamente, Fonasa ha sido foco de múltiples problemas, pero la crisis se ha agudizado durante los últimos tres años, ya que la derivación de pacientes de Fonasa a las clínicas privadas se disparó en 708%, y los recursos pagados a privados se incrementaron en 67%. A ello, se agrega que la deuda hospitalaria está en el punto más alto en la historia de la salud pública chilena con $217 mil millones.