Suicidio, acoso y condiciones inhumanas: el reportaje que destapó la caja de pandora en Fruna
El autodenominado Willy Wonka chileno ha mantenido silencio ante el último caso que conmocionó a los trabajadores de la empresa.
No todo es tan dulce como parece en una de las fábricas de confites más emblemáticas de Chile. Y es que Fruna tiene un largo historial de irregularidades laborales, las que incluso habrían inducido al suicidio de uno de sus trabajadores. El autodenominado Willy Wonka chileno, Nicolás Santiesteban, en tanto, mantiene su silencio sobre el caso que podría llegar a tribunales.
El pasado sábado 29 de abril, dos trabajadores fallecieron en la fábrica de Maipú. Rolando Venegas (45) se suicidó en su puesto de trabajo y, horas más tarde, uno de sus amigos murió de un ataque al corazón después de enterarse que “Chocolatito” se había colgado a plena luz del día.
La familia de Venegas acusó públicamente que el hostigamiento laboral de un supervisor a quien apodan “el perro” terminó con la vida de su ser querido. Marisol Muñoz (53), su pareja por más de 11 años, contó a The Clinic las irregularidades al interior de la compañía ubicada en Camino a Melipilla 11246: turnos de 12 horas y horarios rotativos sin colación ni descanso, son algunas de las denuncias.
“¡Qué le pasó a Rolando!”, preguntaba Marisol ese fatídico día. Cuando se cruzó con Santiesteban, heredero de Fruna, éste fríamente le habría dicho “señora, el caballero está muerto”.
Pese a la conmoción de los trabajadores, los turnos no se suspendieron. . “Al mediodía una de mis compañeras haitianas escuchó que se había ahorcado un compañero. Yo sufro crisis de pánico y empecé a tiritar. Pedí explicaciones, pero solo veíamos jefes pasar y no nos daban información. Fue inhumano, los supervisores nos obligaron, a gritos, a seguir trabajando. Esta empresa nos trata como animales”, contó Lissette Cifuentes (35), una de las trabajadoras., quien gana 360 mil pesos al mes
Según relataron varios colaboradores, trabajar para Fruna es como estar encarcelado: al entrar los guardias te revisan, no puedes entrar agua, comida ni celulares, por lo que los dependientes se esconden pedazos de pan en las calcetas o en los sostenes y los comen en el baño para que no nos reten. Los baños casi nunca tienen jabón ni confort. “Te pasan un pequeño rollito para todo el día. Si se te acaba, es problema tuyo como te limpias”, describió Lisette.
En la madrugada del domingo 30 de abril, un grupo de trabajadores intentó realizar una velatón en honor a los trabajadores fallecidos: los echaron a todos del lugar. “Además tiraron agua para que nadie volviera. Las dirigentes sindicales reclamaron, pero no había nada que hacer. Nadie quería irse detenido así que lo mejor era olvidarse y entrar a trabajar. Lo mismo que hacemos todos los días”, contó la joven trabajadora.
Fruna acumula varias denuncias en la Inspección del Trabajo y a la Seremi de Salud, la que les ha realizado múltiples sumarios sanitarios por productos en mal estado, servicios higiénicos del personal en pésimas condiciones e instalaciones peligrosas para los colaboradores.
Desde el 2014 a fines del 2016, existen 22 sumarios con sentencia para la empresa. De lo que va del 2017, la Seremi de Salud ya tiene cuatro sumarios abiertos contra Fruna que están en proceso de investigación.
Según datos de la Inspección del Trabajo, el registro histórico de Fruna demuestra que se han hecho 250 fiscalizaciones a la empresa, de las cuales 82 (casi un tercio) han implicado una sanción con multa. Las denuncias hechas por trabajadores suman 460, siendo las más comunes los conflictos sobre jornada y descansos (187). De este total, 194 fueron sancionadas.
Fruna también ha sido sancionada por prácticas antisindicales en los años 2007, 2012 y 2013, por separación ilegal de dirigentes.
Desde la muerte de Rolando que Marisol está con licencia médica y cada día le da pánico la idea de volver a Fruna. Ella está a la espera del resultado de la investigación para resolver si toman acciones legales en contra de la empresa.