Día Sin Tabaco: chilenos se ubican como los más fumadores de latinoamérica

Desde 1989 la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 31 de mayo el Día Mundial sin Tabaco con el fin de relevar los riesgos que el tabaquismo tiene para la salud y promover políticas que sean eficaces para reducir su consumo.

Y es que las cifras son contundentes. La OMS advierte que una persona muere cada seis segundos en el mundo a causa del consumo prolongado de tabaco, principalmente debido a los químicos que contienen los cigarrillos, como alquitrán y nicotina.

En total, el consumo de tabaco mata cada año a casi 6 millones de personas y la OMS proyecta que esta cifra podría llegar a aumentar hasta más de 8 millones de fallecimientos anuales en 2030 si no se intensifican las medidas para contrarrestarlo.

Chilenos son los más fumadores

En Chile la situación no es muy diferente, y nuestro país se ubica en el primer lugar con mayor porcentaje de fumadores de América Latina. Al día, en Chile mueren 45 personas a causa del tabaquismo, según cifras de la Organización Panamericana de Salud (OPS).

De hecho, el problema que más preocupa es la edad de inicio del consumo. Según el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) la edad promedio en que comienzan a fumar los escolares de 8° a 4° medio es 13 años.

Asimismo, la Encuesta Calidad de Vida 2015-2016 del Ministerio de Salud arrojó que el 17,4% de los hombres entre los 15 y 19 años se reconoce fumador, mientras que el 23,4% de las mujeres de la misma edad se asume como tal.

La cardióloga de Integramédica y directora de la Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, Margarita Vejar, explica que “Chile presenta una de las mayores cifras de tabaquismo a nivel mundial, con una prevalencia de consumo del 40%. Entre los adolescentes ocupa el segundo lugar a nivel global, y en concreto las mujeres de 13 a 18 años presentan la prevalencia más alta de tabaquismo en el mundo con un 40%”.

Problemas a la salud

Los químicos que contienen los cigarrillos –especialmente nicotina y alquitrán– aumentan el riesgo de padecer una serie de enfermedades al aparato respiratorio, así como al resto del organismo, dañando las paredes internas de las arterias, produciendo alteraciones en la coagulación, además de incrementar los niveles de LDL (colesterol malo) y reducir los de HDL (colesterol bueno). Asimismo aumentan la posibilidad de sufrir un infarto y accidentes vasculares.

Al respecto Vejar explica que “el tabaco acelera el proceso de envejecimiento arterial y la arterosclerosis lo que puede aumentar la posibilidad de tener un infarto”.

El Dr. Alejandro Santini, Oncólogo de Clínica Bupa Antofagasta, agrega que “los ataques cardíacos son 3 veces más comunes en fumadores y en el caso de quienes fuman más de una cajetilla diaria, el riesgo es 5 veces mayor”.

Además, el consumo de tabaco puede tener incidencia en la disfunción eréctil y en la fertilidad. Asimismo, afecta las fibras de la piel, acelerando el envejecimiento cutáneo y favoreciendo la aparición de arrugas, al mismo tiempo que afecta la salud de dientes y encías y produce halitosis.

“El tabaco es bastante perjudicial para la piel, en forma directa, disminuyendo la hidratación, y con ello favoreciendo la aparición prematura de arrugas sobretodo en la zona peribucal, periocular y frontal. Además estimula los cambio de coloración en la piel, la coloración amarilla de las uñas, la pigmentación en las encías y las manchas blanquecinas en la mucosa oral”, explica la dermatóloga de Integramédica, Antonieta Benedetto.

Por qué dejar de fumar

· Se ha demostrado que dejar de fumar antes de los 50 años, disminuye a la mitad el riesgo de muerte en los próximos 15 años.

· Al año de dejar el cigarro, el riesgo de morir por enfermedad coronaria baja a la mitad.

· A los 10 años de cesación, el riesgo de cáncer pulmonar baja en un 30% a 50%.

· Se reduce el riesgo de cáncer de laringe, esófago, páncreas y vejiga.

· Disminuye la posibilidad de presentar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, úlcera gástrica y duodenal.