Los claroscuros de Beatriz Sánchez en la CEP
Lidera la lista de políticos mejor evaluados, pero marca un 4,8% en la intención de voto. La buena noticia para la candidata del Frente Amplio es que aún tiene tiempo para crecer.
Había habido algunas conversaciones durante febrero, pero éstas no llegaron a puerto. Sin embargo, en marzo, con gestiones de los diputados Giorgio Jackson y Gabriel Boric, la entonces periodista Beatriz Sánchez aceptaba ser candidata presidencial para las incipientes primarias del Frente Amplio, para las que debían juntar las firmas e iniciar un largo camino.
Y lo lograron. Eso desató las esperanzas y ansias del bloque por conquistar la primera vuelta y con las apuestas hechas para el balotaje, en el que esperan enfrentar al candidato de la derecha, Sebastián Piñera. En esa línea, las encuestas han estado de su lado: en la Adimark de marzo, Sánchez marcó un 2% con solo algunos días de anunciada su pre candidatura; al mes siguiente se arrancó a los once puntos.
En la encuesta semanal de Plaza Pública-Cadem las cifras han sido positivas también, siempre entre un 8 y 9%. Sin embargo, el Centro de Estudios Públicos no tuvo las mismas buenas noticias y cifró sus preferencias en torno al 4,8%, siendo levemente superada por el candidato Manuel José Ossandón que obtuvo un poco más de cinco puntos porcentuales.
Pero hay buenas noticias para la periodista: aún tiene un bajo nivel de conocimiento -pese a haber trabajado en radio y televisión por casi veinte años-. Sólo un 53% de las personas declara conocerla, pero un 44% tiene una evaluación positiva de ella. De hecho, la periodista encabeza la lista de evaluación de figuras políticas, superando incluso a Jackson y Boric.
Otro punto positivo para la pre candidata del Frente Amplio es que hoy comenzó la campaña para las primarias y con ello su cara comenzará a hacerse más conocida entre la ciudadanía, lo que se potenciará cuando el 14 de junio se inicie la franja televisiva y tenga alrededor de tres minutos y medios para exponer su visión ante el país. Luego, si gana las elecciones internas como se prevé, tendrá varios meses de campaña presidencial.
Pese a ello, los expertos electorales han sido tibios en sus análisis de lo que ocurrirá en primera vuelta y han dado a la candidata en torno a un 10 y 15% de los votos válidamente emitidos. Por lo mismo, el gran desafío para el bloque será convencer ahora a los indecisos, los que critican a la política tradicional y a los desencantados con la centro izquierda.
En el Frente Amplio están convencidos que lo lograrán.