“¡No matarás!”: apocalíptica carta del arzobispo de Puerto Montt por aborto en tres causales
El sacerdote escribió una carta a El Mercurio donde relativiza el "derecho de la mujer a decidir".
Luego que el proyecto para despenalizar el aborto en tres causales fuera aprobado en la comisión de Salud del Senado esta semana, el tema reflotó las diferentes posturas que hay al respecto siendo la Iglesia Católica uno de los principales actores en contra.
A través de una carta publicada en El Mercurio, el arzobispo de Puerto Montt, Cristián Caro, señaló que “a esta altura del debate sobre el proyecto de ley de aborto en tres causales, está claro que no hay ninguna razón de salud pública que pudiera justificar dicho proyecto”.
En esa línea, el sacerdote relativizó el “derecho de la mujer a decidir” si continúa con el embarazo o no en tres escenarios; violación, inviabilidad del feto y riesgo de vida de la madre. “¿A decidir sobre la vida o muerte de su hijo? ¿Quién le otorgó ese derecho?, que contraría el primer derecho humano que es a la protección de la vida, en primer lugar del que está por nacer, como indica la Constitución de Chile, en el art. 19”, indicó Caro.
La iniciativa está siendo tramitada en el Congreso, con varias trabas, dado que parlamentarios de la DC ponen en jaque su total aprobación. Al respecto, el sacerdote hizo un especial llamado a “los parlamentarios, tanto los del ‘humanismo laico’ como los del ‘humanismo cristiano’ -que se proclaman defensores de los derechos humanos-, deben escuchar a un sector importante y numeroso de la población que está en contra de este proyecto. En particular, los parlamentarios creyentes deben escuchar el mandamiento de Dios: ¡No matarás!'”.
Finalmente, el arzobispo consideró que “todo lo que se invertirá en los hospitales para la prestación de este ‘servicio’ (el aborto) debería destinarse a unidades de acompañamiento a las mujeres con embarazos difíciles y traumáticos. Una mujer, con buen acompañamiento médico, psicológico, emocional, económico y espiritual, en lo último que piensa es en abortar”.
El religioso finaliza con la siguiente inquietud: “¿Por qué insistir en el pretendido “derecho de la mujer a elegir”? Aún es tiempo de echar marcha atrás. De los arrepentidos es el Reino de los cielos.”