VIDEO | Sindicatos en Carabineros y Bolivia: las principales diferencias del debate Sánchez-Mayol

Beatriz Sánchez y Alberto Mayol dieron vida al segundo debate televisado del Frente Amplio de cara a las primarias del 2 de julio, el cual estuvo marcado por las diferencias en varios de los planteamientos de los precandidatos.

El foro, que fue transmitido por Mega y moderado por Tomás Mosciatti, mostró a ambos abanderados buscar diferenciarse y así conseguir encantar a sus votantes.

Estas diferencias estuvieron presentes en temas como una eventual salida al mar para Bolivia, donde si bien Mayol dejó en claro que “no reconocemos que haya un derecho histórico”, reiteró su propuesta de un intercambio de territorio entre ambos países “con soberanía para ambas partes y con integridad territorial”.

Por su parte, Sánchez indicó que “una decisión tan importante, respecto a nuestros vecinos, a una salida al mar, tiene que pasar por un plebiscito porque debería ser algo consensuado”.

En materia empresarial, el sociólogo defendió su plan de expropiar el 20% de la propiedad a las empresas estratégicas de “minería, pesca, energía, forestal más servicios básicos”, mientras que su contraparte se centró obtener recursos incrementando los impuestos, pero “afectando solo a los hiper empresarios, a los hiper ricos de Chile”.

Consultados sobre la situación que se vive en países como Cuba y China, ambos candidatos concordaron en que dichas naciones se infringen los derechos humanos.

Un tema que también alcanzó notoriedad fue Carabineros, donde Mayol se mostró a favor de que existan sindicatos al interior de la institución y así luchar por sus derechos, poniendo como ejemplo el caso de las uniformadas a las cuales se les prohibió amamantar a sus hijos.

Ante esto, Beatriz Sánchez apeló a la creación de un escalafón único para tener carrera funcionaria y así terminar con “el clasismo”.

Finalmente, Alberto Mayol apuntó que buscará la nacionalización de El Mercurio, recordando que el medio fundado por la familia Edwards quebró y fue rescatado por el fisco a fines de la dictadura, por lo que debe pasar a propiedad estatal.

Esto fue rechazado por Sánchez, quien apeló a una Ley de Medios para combatir la concentración de medios de comunicación.