Funcionarios del Sename hacen crudo diagnóstico a 15 meses del estallido de la crisis
Los trabajadores advierten que "los cambios no han sido mayores" y que los $2.500 millones que entregó el Gobierno no alcanza para cubrir las necesidades.
Desde la muerte de la menor de once años Lissette Villa al interior de un centro del Servicio Nacional de Menores (Sename), se hicieron públicos una serie de irregularidades y déficit económicos que acarrea la entidad.
A 15 meses de que estallara la crisis, los funcionarios del Servicio realizaron un duro diagnóstico. Los trabajadores advirtieron que “los cambios no han sido mayores” y que los $2.500 millones que entregó el Gobierno no alcanza para cubrir las necesidades.
Jorge Barredá, dirigente de los funcionarios del Sename, expresó a Radio Cooperativa que “la infraestructura de los centros sigue igual, las condiciones respecto a los trabajadores siguen igual, la falta de trabajadores para hacer intervenciones no sólo desde lo profesional, sino que principalmente desde el trato directo, sigue igual y a nosotros se nos sigue recargando de trabajo, seguimos teniendo trabajadores haciendo sobreturnos que pasan más de 24 horas en los centros”.
Para paliar las deficiencias, en octubre de 2016 el Gobierno inyectó $2.500 millones al Sename para mejorar la infraestructura de los centros, a lo que también se comprometió entregar material educativo.
Sin embargo, consultado por dicha inversión, Barredá dijo que “por los informes que hemos recibido, fueron ocupados comprando especialmente mobiliario, algunos PlayStation para algunos centros que fueron algunas peticiones iniciales de los jóvenes también”.
“Lamentablemente para la cantidad de centros que hay en el país, $2.500 millones en el Servicio no es nada”, sentenció.
