Nicolás Videla, cineasta: “Las personas trans y homosexuales siempre han sido caricaturizadas”
El director audiovisual mezcla ficción y documental en su segunda película titulada El Diablo es Magnífico.
“Estamos en un país donde las personas trans, homosexuales, han sido siempre caricaturizados en los medios. Siempre han tenido roles secundarios o terciarios, siempre han sido retratadas por miradas machistas, heteronormadas”, dice Nicolás Videla, director de la película chilena El Diablo es Magnífico que se estrenó el 6 de julio pasado.
Se trata de su segundo largometraje que mezcla ficción con documental y que aborda la identidad de género y los obstáculos que se le asocian. Esta vez la protagonista es Manuela Guevara, una mujer transgénero que vive hace 10 años en París, a quien le ronda la idea de regresar a Chile.
En ese contexto, la película deja en evidencia que los ideales franceses de igualdad, libertad y fraternidad se vuelven frágiles ante sujetos que encarnan la alteridad. Y cuestiona el imaginario cultural que rodea a París como un lugar lleno de posibilidades.
-¿A qué se debe el título?
-El nombre surge como un manifiesto. Es un guiño a cuando Xuxa la tildaron de diabólica, viene de ahí la frase. A pesar de que la película no tiene nada que ver con eso, lo apuntamos porque da cuenta de este síntoma, de esta sociedad que sataniza las cosas, de estar generando diferencias, de apuntar al otro y la película tiene mucho de eso también en el sentido que es un personaje que se resiste a un sistema opresor, que intenta adjetivar su persona. Nos aferramos a esta idea del diablo como una oposición a la ideología católica.
-Manuela se va a Francia para vivir su identidad de género, ¿lo logra después de diez años estando en ese país?
-No, no lo logra. Lo que le pasa a la Manuela, así como a esta niñita que andaba buscando la flor de los siete colores, va en busca de libertad, de amor, de nuevos horizontes a una ciudad que se ha construido culturalmente como un imaginario de posibilidades y libertades. Pero estando ahí 10 años se da cuenta que los principios franceses de la igualdad, fraternidad y solidaridad son fantasmas. Entonces, la libertad puede estar más cerca de lo que uno cree.
-¿Son trabas que trascienden las culturas entonces?
-Sí, por supuesto. En todos los países es distinto pero es un conflicto actual. Es un hecho social y que en nuestro caso, como latinoamericanas, tenemos una visión de que las cosas afuera son distintas. Latinoamérica es muy machista, pero afuera también existen otros tipos de violencia, no sólo por el tema de identidad de género, si no también como sujeto migrante que también es un tema que se aborda en la película. Hay una interseccionalidad de discriminaciones.
-¿Con qué obstáculos debe enfrentarse una persona transgénero en Chile, a diferencia de un país como Francia?
-Acá en Chile las personas trans se enfrentan a no tener educación, no tener salud, a no poder tener una identidad social que les corresponda, a no tener trabajo, a verse violentadas y matadas en las calles.
-¿Se ha visibilizado la realidad trans?
-Sí, pero eso no ha conllevado necesariamente a que cambien las políticas, las leyes y se estén respetando sus derechos.
-Tu protagonista es una mujer trans intelectual y sofisticada. ¿Quisiste reivindicar la representación de las personas transgénero?
-Esta es la película de una persona trans en particular, que no intenta ser imagen de una comunidad general. Es una historia particular y estamos en un país donde las personas trans, homosexuales, han sido siempre caricaturizados en los medios. Siempre han tenido roles secundarios o terciarios, siempre han sido retratadas por miradas machistas, heteronormadas. El trabajo que yo estoy haciendo tiene que ver con generar relatos, escribir nuestras biografías, que existe una carencia de nuestros relatos en el cine específicamente con el cual nos podamos sentir identificados.
-A propósito del llamado bus de la libertad, ¿qué te parece el concepto ideología de género?
-Me parece que las personas están confundiendo peras con manzanas. Ver la actualidad nacional de esta última semana es ver de forma clara la ignorancia que hay en todo el mundo, confunden lo empírico con dios, la orientación sexual con identidad de género, la homosexualidad con pedofilia. Se han dicho una cantidad de cosas que son ridículas y que demuestran la falta de educación en temas de sexo y género.
-A tu juicio ¿qué dejó el paso de ese bus por Chile?
-Puro odio, que sólo genera más quiebres.
-Los detractores de las minorías sexuales se amparan bajo las consignas de tolerancia y libertad de expresión, ¿es aceptable?
-La libertad de expresión también tiene sus límites. Uno no tiene la libertad de estar en la calle hablando mal de la institución de los Carabineros. La libertad de expresión tiene un límite, en la medida que se pase a llevar al de al lado y claramente no pueden estar apelando a un tema de libertad de expresión con una campaña extremadamente transfóbica y que no aporta en nada al crecimiento de nuestra sociedad.