Censo 2017 terminó con la incertidumbre respecto a cuántos somos
En 2012, el Censo realizado por el gobierno de Sebastián Piñera fue anunciado como "el mejor en la historia de Chile", pero dicha medición de población y vivienda omitió al menos al 9% de la población y presentaba otros problemas graves que se dieron a conocer dicho año y confirmados por los profesionales del Instituto Nacional de Estadísticas.
La entrega de los resultados preliminares del Censo 2016, dados a conocer esta mañana, cierra un período en que los principales datos de nuestro país, imprescindibles para el levantamiento de políticas públicas, se encontraban en la incertidumbre tras el Censo realizado por el gobierno de Sebastián Piñera en 2012.
Ese año fue anunciado como “el mejor en la historia de Chile”, pero dicha medición de habitantes y vivienda omitió al menos al 9% de la población y presentaba otros problemas graves que se dieron a conocer y que fueron confirmados posteriormente por los profesionales del Instituto Nacional de Estadísticas.
En ese momento, la población efectivamente censada fue 15.800.000 personas; sin embargo, se informó que la población estimada era 16.600.000, cifra que incluye a la población censada más a los moradores ausentes. Esta imputación de población fue uno de los graves errores en la presentación de los datos.
Tras este escándalo, se instaló una comisión de expertos que ratificó los errores y recomendó rehacerlo en 2015. Según informó Ciper en su momento, los expertos confirmaron que la forma en que se contabilizó la población es errada y no permite utilizar el Censo 2012 como herramienta para la elaboración de políticas públicas, lo que implica que los más de $30.000 millones invertidos en el proceso no sirvieron de nada. La responsabilidad del grueso error radica en las decisiones del ex director del INE, Francisco Labbé.
Según la comisión, la población censada en Chile fue de 15.758.929 personas, mientras la proyección del INE con asesoría del Celade (Centro de Latinoamericano y Caribeño de Demografía) para el 2012 asciende a 17.382.005.
El informe también detectó fallas en la planificación y la preparación del censo, en el número de censistas y denunció omisiones y falta de transparencia en la publicación de los datos.
Algunos de los principales errores se centraban en el escaso tiempo de preparación, el bajo presupuesto, y errores en el cuestionario.
Otro error detectado en ese momento fue la imputación de no censadas, es decir, se cuestiona que el INE haya estimado el número de viviendas no censadas (distintas a las censadas- desocupadas) y de sus moradores, imputando información de otras viviendas con moradores presentes. Este proceso se consideró inadmisible.
En junio de 2014, tres meses después de asumir el gobierno Michelle Bachelet, el INE confirmó la realización de este Censo en 2017.
El proceso de levantamiento de los datos de este nuevo censo fue “de hecho”, donde todo el empadronamiento se desarrolló en un solo día, distinto al “de derecho”, que consiste en que los datos se levantan durante un periodo más prolongado.
En enero de 2016 se realizó el pre censo, etapa de vital importancia para un buen resultado censal, y finalmente hoy, tras cinco años, se conocieron los resultados.