VIDEO | La respuesta del ex comandante Arancibia cuando Paulsen le preguntó por el asesinato del cura Woodward
En entrevista con Fernando Paulsen aseguró que "a mí me gustaría que una cosa tan terrible como esta estuviera en camino a resolverla", pero que no manejan más información de la que se sabe.
El ex comandante en jefe de la Armada, Jorge Arancibia, fue uno de los que firmó la polémica carta publicada por El Mercurio donde se apuntó a los “actores pasivos” de la dictadura que no han respondido “por sus propias culpas” y que “pueden vivir libremente”.
En conversación con Radio La Clave, indicó que “tenemos sentimientos y tenemos un sentimiento de injusticia, porque no se nos está aplicando los mismos procedimiento que a todos los chilenos, ahora en democracia. ¿Por qué?”.
“Tenemos fricciones jurídicas, detenciones inhumanas, lo que pasó hace poco que llegó en pijama en la noche sin saber dónde estaba parado. A nosotros no nos aplican la ley de Amnistía”, agregó.
Por otro lado, Arancibia también tuvo palabras para lo ocurrido aquel histórico 11 de septiembre de 1973, en relación con las violaciones a Derechos Humanos y a todos aquellos que aún no han asumido responsabilidades en estos crímenes.
El ex comandante sostuvo que “nos parece terrible el haber perdido un familiar que haya sido detenido y no se supieras más de él. A mí me parecía terrible que eso ocurriera. Pero los seres humanos que participaron en actos de esa naturaleza no colaboraron, no es que nosotros tengamos ese pacto de silencio que lo escucho tan repetido. Yo hice la mesa de diálogo, Cheyre pidió perdón y los dos tuvimos un costo de eso”
“Nosotros sufrimos una diferencia y una división brutal. Nosotros no salimos a la calle de la noche a la mañana porque se nos ocurrió, a nosotros nos estaba pidiendo medio país. Producto de esta confrontación nacional terrible, se produjeron actos inadecuados que deben ser castigados, pero hagámoslo como Dios manda, con las normas que corresponden”, agregó y recalcó que el no cuenta con ese tipo de información. “Por favor, créanme”, exclamó.
En ese minuto, recordó cuando recibió a la hermana del sacerdote Miguel Woodward, donde “le expliqué que no tenía antecedente de cómo había sucedido (su muerte)”. Esto provocó un sabroso diálogo entre el ex comandante y Fernando Paulsen que se vivió al aire:
Arancibia: A mí me gustaría que una cosa tan terrible como esta estuviera en camino a resolverla.
Paulsen: Por ejemplo, usted puso un caso que me parece muy interesante (…) Habló del sacerdote Miguel Woodward y él, cosas que se comprobaron, fue detenido por miembros de la inteligencia naval el 16 de septiembre de 1973. Murió, aparentemente en la Universidad Federico Santa María que fue utilizada como cuartel durante esos momentos y por lo tanto, las preguntas que le hacen a la hermana sobre él es porque efectivamente se lo llevaron funcionarios de la Armada. Si es que no pueden conseguir la información de quiénes fueron, cómo lo hicieron y por qué pasó esta situación con el sacerdote, entonces, ¿a quién se le pregunta?
Arancibia: No, no si estoy de acuerdo con usted pero no tenemos la respuesta. Tú tienes una inexactitud que yo se la aclaré a la jueza. Este sacerdote fue tomado preso, fue llevado a la Santa María, ahí sufrió apremios fuertes y cuando se dieron cuenta que estaba en muy malas condiciones, lo subieron a una ambulancia y lo llevaron al Hospital Naval. Cuando iban camino al Hospital Naval, se dieron cuenta del deterioro que tenía este ex sacerdote. Doblan y entran a la Esmeralda donde había un médico, bajan al cura, el médico no estaba, lo vuelven a subir y llegan al Hospital Naval donde llega muerto. El sacerdote murió en la ambulancia. La Esmeralda pagó un costo tremendo por haber sido uno de los lugares donde este señor sufrió torturas. Eso es lo que yo se.
Paulsen: (…) Pero aquí hay una situación mucho mayor, en el caso de Woodward, el cuerpo no se entregó para nada, se falsificó su certificado de defunción.
Arancibia: No, lo hizo un médico.
Paulsen: Bueno, pero el médico lo falsificó porque después lo revirtieron, donde se notaba que la muerte había sido un paro cardiaco. Como usted muy bien lo dijo, estuvo mucho rato siendo torturado en la Federico Santa María. Fue sepultado en el Cementerio de Playa Ancha y después lo entregaron más tarde. Hay una situación de que ha pasado el tiempo y cuesta que las personas respondan, pero casi todo eso está contenido dentro de las personas que lo detuvieron.
Arancibia: Pero tú ves cómo se diluye la información en el tiempo. La que yo conozco es que el sacerdote estaba muy mal, lo trataron muy mal, eso es un pecado y los que participaron de eso deberían estar condenados. Punto. Así de simple. Lo llevaron en la ambulancia, pasaron por la Esmeralda, llega muerto y, lo que yo sé, es que cuando lo examinan y lo ve un médico, él hace el certificado de defunción. No sé, exactamente, el motivo que puso, a lo mejor fue paro cardiaco, anda a saber tú…
Paulsen: Todos mueren de paro cardiaco si al final se para el corazón.
Arancibia: No sé esa parte y después se que lo llevaron al Cementerio de Playa Ancha y lo enterraron en una fosa común, donde hay un certificado que se recibe este cuerpo. Esa fosa común, queda bajo el camino de cintura, este que llega por atrás al Puerto de Valparaíso. O sea, es imposible romper ese camino para llegar al cuerpo y por lo tanto está en la categoría de detenido desaparecido. Pero eso es lo que yo se, lo que te puedo contar.
Paulsen: Está bien almirante, pero usted comprenderá que situaciones como esa, que usted dice que tiene dificultades para poder seguir la trazabilidad de todas estas cosas. Imagínese del punto de vista de los familiares, del país, que no puede entender cómo una organización tan jerarquizada, seria en términos de disciplina, responda “no tenemos idea después de que lo detuvimos”.
Arancibia: Esa organización que dices que es seria, hoy día sería imposible dar una respuesta de esa naturaleza. En ese momento cuando se estaba enfrentando un desafío armado o ideológico incluso. El caso del cura era una persona que tenía un accionar en los cerros de Valparaíso ideológico. En ese momento tú te encontrabas con un escenario a nivel nacional, en que estaban ocurriendo cosas de esa naturaleza en 500 partes distintas al mismo tiempo, con 3.000 personas operando de día y noche, cuidando las poblaciones y donde podían ocurrir actos de esta naturaleza. No es tan simple armar el puzzle, tú comprenderás que empeño le hemos hecho si a nosotros nos gustaría que esto estuviera resuelto hace mucho tiempo.
Desde el minuto 17: