Myriam Reyes: “poniéndose de pie” gracias a nuevas tecnologías y procedimientos médicos
La historia de esta mujer comienza con un desafortunado acontecimiento: fue atropellada por un bus del Transantiago. Pero, felizmente para ella, la atención recibida en el Hospital del Trabajador de la ACHS, donde se le practicó una novedosa técnica de reconstrucción quirúrgica, le permitieron no sólo conservar su pie izquierdo, el más afectado, sino que volver a caminar.
En diciembre próximo se cumplirá un año desde que Myriam Reyes sufrió un accidente de trayecto laboral. En ese fatídico día un bus del Transantiago la atropelló y lesionó –principalmente- sus pies, siendo el izquierdo el que recibió el mayor impacto. En estado de shock, fue trasladada de inmediato al Hospital del Trabajador de la ACHS (Asociación Chilena de Seguridad), con un panorama poco alentador: su pie izquierdo corría riesgo de amputación.
Sin embargo, el equipo médico, que cuenta con amplia experiencia en reconstrucción en casos de traumatismos graves de extremidades inferiores con una tasa de éxito al nivel de los mejores centros hospitalarios del mundo (cercana al 97%), decidió jugársela para salvar el pie de Myriam.
En vista de ello, le realizaron una cirugía compleja que implicaba la reconstrucción de la zona con un colgajo libre, lo que involucraba la transferencia de piel desde otra parte del cuerpo, así como también de músculos, huesos, e incluso tendones y nervios. Todo esto a través de microcirugía, ya que se necesitaba restablecer la circulación de dichos tejidos y para eso había que unir arterias y venas.
Afortunadamente para Myriam, la gran expertise de los médicos y la tecnología disponible permitieron salvar su pie y hoy, tras cerca de siete meses de terapias y tres intervenciones quirúrgicas, está caminando tan sólo con la ayuda de un bastón. “Estoy feliz y sorprendida. Doy gracias a Dios y a los médicos porque volví a caminar. Por lo que me mostraron en las radiografías, el accidente que tuve fue bastante grave, pero la recuperación ha sido fantástica”, destacó Myriam.
A pesar de los buenos resultados, su recuperación no fue cosa de días, sino que ha requerido acudir a terapias cuatro veces a la semana durante siete meses. Allí, durante más de una hora, en compañía de los kinesiólogos del Hospital del Trabajador de la ACHS, realiza ejercicios que van desde diferentes maneras de caminar hasta movimientos de elongación. En un principio, el trabajo consistió en incorporarse poco a poco, ya que estuvo dos meses en cama, así pasó de la cama a la silla de ruedas, de la silla de ruedas al burrito, del burrito a dos muletas y luego a eliminar una de éstas, aunque el objetivo final es que camine sin ningún tipo de ayuda.
“Yo creo que en un mes más podré caminar sin muletas, aunque eso se evaluará cuando me den el alta. Así que, independiente de la mala experiencia que fue el accidente, mi recuperación ha sido una buena experiencia. Incluso, podría decir que echaré de menos venir tan seguido al hospital, aunque estaré ligada a éste de por vida, debido a los controles y porque en aproximadamente en unos seis meses más deberé someterme a otra cirugía, de tipo estética y ambulatoria, con el fin de disminuir el volumen del empeine de mi pie izquierdo”, señaló Myriam.
Haciendo la diferencia
La enorme tasa de éxito que posee el Hospital del Trabajador de la ACHS en cuanto a la reconstrucción de extremidades inferiores (97%) se explica por diversas razones, siendo éstas la incorporación de tecnología de punta, la mejora de los protocolos quirúrgicos y la capacitación del equipo médico en los mejores centros hospitalarios del mundo en esta materia, según explicó el doctor Günther Mangelsdorff, especialista en Cirugía Plástica Reconstructiva, Microcirugía en Trauma y Quemados del Hospital del Trabajador de la ACHS.
Gracias a esta combinación de elementos, no sólo han logrado mejorar los resultados de este tipo de cirugías, sino que también han podido reducir la duración de éstas, pasando de alrededor de 7 horas a un rango que va de 3 a 4 horas. “Hemos ido perfeccionando nuestros protocolos, nos hemos entrenado en esto y por eso somos el servicio que acumula la mayor experiencia a nivel nacional en cuanto a reconstrucción con microcirugía en traumas en extremidades inferiores. Hemos incorporado elementos que nos permiten acortar los tiempos, principalmente dentro de lo que es el estudio preoperatorio, donde tenemos técnicas de evaluación de la anatomía vascular del paciente que nos permiten planificar con mucha precisión una operación y una cirugía planificada en detalle es un tiempo que uno invierte antes, pero que te permite acortar mucho el tiempo quirúrgico”, detalló el especialista del Hospital del Trabajador.
Con respecto a estas técnicas, se destaca el uso de un scanner específico para los vasos sanguíneos de la piel, el que hace posible definir previamente qué arterias y venas se van a emplear. Asimismo, han incorporado los teléfonos inteligentes para ocupar aplicaciones de termología y así ‘mapear’ al paciente antes de la cirugía. Además, la tecnología de clip o microclips permite ir ligando pequeños vasos sanguíneos de forma mucho más rápida.
A estos instrumentos, se suman los microscopios de última generación que hacen factible la magnificación quirúrgica, al igual que sistemas de monitorización postoperatorios, tal como el Doppler Implantable, que es una máquina que se conecta al paciente y que permite ver el funcionamiento de las uniones vasculares que se realizaron en la cirugía y, de esta manera, se puede pesquisar una posible falla y repararla a tiempo.
Debido a la incorporación de dichas técnicas y metodologías, esta área del Hospital del Trabajador ACHS se encuentra realizando entre dos a cuatro cirugías de este tipo cada semana (incluso a pacientes provenientes de otros centros hospitalarios), gran experiencia que está siendo transmitida a los futuros cirujanos plásticos de Chile, específicamente de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Chile, quienes realizan aquí su entrenamiento en microcirugía.