Diego Schalper, diputado electo pro-RN: “Boric se compra enterito el discurso neoliberal del aborto”
En conversación con El Dínamo, el futuro parlamentario se refiere a su llegada al Congreso, el proyecto de identidad de género, la llegada del Papa y su visión sobre la "derecha solidaria".
Abogado de la Universidad Católica, “instigador” del movimiento Solidaridad en ese plantel y creador de la Fundación Idea País en 2010, un centro de pensamiento que buscaba permitir “que gente joven escuchara un discurso distinto a los sectores más radicalizados como el PC o el NAU”.
Es parte del currículum de Diego Schalper (32), quien ganó las elecciones a diputado del pasado 19 de noviembre en el distrito 15, que une a Rancagua, Machalí y otras, zona en la que vive desde noviembre de 2016 cuando empezó a trabajar en el lugar. Hoy está a la espera que Chile Vamos fije las comisiones en que participará para configurar su equipo de trabajo y delinear lo que serán los próximos cuatro años, y tomarse algunos días de vacaciones.
“Mi motivación por ahora es motivar que la gente joven trabaje en el Gobierno y después veremos qué queda para el equipo parlamentario, jaja. Además, aún no sabemos cuánto vamos a tener para contratar gente”, explica en conversación con El Dínamo.
Schalper se hizo conocido durante la campaña por la utilización de la imagen de Nabila Rifo en la propaganda electoral, lo que le significó un reclamó de parte de ella y de la Corte de Apelaciones.
“Nosotros tuvimos una muy buena intención. Ese día estrenamos un espacio de opinión de temas país cuando había salido el fallo de la Corte Suprema. Nosotros hicimos un ejercicio muy pacífico, en el sentido de que pescamos todos los diarios, agarramos una foto y pusimos al lado nuestra crítica política. En ningún minuto nos dimos cuenta de que pudiera haber un abuso de la imagen, ¡porque la habían usado todos los medios de comunicación!”, explica.
Y agrega que “creo que valía reivindicar la crítica de un fallo aberrante de la Corte en la historia de Chile, como algo que no es constitutivo de un homicidio frustrado. Quizás no fue la mejor manera de hacerlo, hoy lo hubiera hecho distinto. Nunca estuvo en nuestro interés aprovecharnos de su figura”.
“Los derechos sociales no significan universalidad”
Schalper hizo un doctorado de derecho en Alemania, con mención de Derechos Sociales. Lo hizo para rebatir la idea de que “los derechos sociales universales, gratuitos y estatales no son una única visión en el mundo, sino que es algo que va de salida”. “Los alemanes entendieron que en esto puede participar los privados, por lo que este discurso de Fernando Atria y otros más de que los derechos sociales solo pueden ser garantizados por el Estado no es tan transversal en el mundo”, afirma.
“Los derechos sociales no significan universalidad. En Alemania aceptan la gradualidad, focalización, énfasis en algunos grupos y copago. No se trata de algo que solo puede cargársele al Estado”, agrega.
-¿Cómo se diferencia esta postura con la “derecha social” de Manuel José Ossandón o la “derecha liberal” de Felipe Kast?
-Yo abogo por una “derecha solidaria”, que es poner un énfasis en los más vulnerables. Tenemos un matiz con esa derecha social: no creemos en la gratuidad universal porque creemos que eso es poco solidario. No vemos prioridad en poner énfasis en los recursos públicos en aquellos que sí se pueden financiar. Con la derecha de Felipe también tenemos matices: que la libertad tiene un valor, pero si no das ciertas seguridades sociales, la libertad se transforma en algo que no tiene ningún sentido. Usted solo es libre en la medida en que tiene ciertas seguridades, de poder enfermarse tranquilo, de poder envejecer tranquilo, estudiar tranquilo. Nosotros no creemos en un Estado ausente, sino que en uno que promueve, un ente promotor y regulador.
-Parece una visión a medio camino entre la UDI y sectores más progresistas…
-Es una forma de verlo. Si el Frente Amplio cree que todo lo va a resolver el Estado y ciertos sectores de la UDI creen que el mercado es el llamado a resolverlo todo, nosotros apuntamos a que las personas organizadas a través del Estado u organizaciones sociales como colegios, asociaciones, cooperativas, pueden hacerlo. La solidaridad supone entender la libertad no de un modo individualista, sino que de un modo al servicio de la comunidad, donde el Estado es parte de la sociedad, pero no lo es todo.
-¿Por qué dices que hay países que van en retirada de los derechos sociales garantizados?
-En España, por ejemplo, estuvo muy en boga esto de los derechos sociales universales proveídos solo por el Estado, similar al discurso del Frente Amplio. ¿Qué les pasó? No pudieron financiarlo. Parte de la solidaridad es entender que te debes a la generación actual y a las futuras, por lo que la estabilidad financiera en la provisión de derechos sociales es una responsabilidad.
-Entonces, ¿es una cuestión de recursos más que de principios?
-Son los dos. La pregunta es: ¿cómo aseguramos a la mayor cantidad de personas posibles el acceso a los mayores beneficios sociales posibles? Obviamente, el factor sustentabilidad financiera por derechos que involucran gasto público no es una cosa menor. Hay un tema financiero, pero también un tema de principios, que es que en una sociedad solidaria siempre va a haber un grupo vulnerable al cual hay que darle prioridad, sino sería el Jardín del Edén, lo que en la vida terrenal no existe. Por lo tanto, los grupos que están en capacidad de proveerse esos beneficios sociales no veo argumento para que el Estado se los entregue gratuitamente.
“El gran desafío es construir una nueva Concertación”
-Mencionas y tuiteas harto sobre Felipe Kast y Gonzalo Blumel, ambos de Evópoli. ¿Te sientes más cercanos a ellos ideológicamente?
-Me siento parte de una generación de centro derecha, donde están ellos, Jaime Bellolio, Guillermo Ramírez, la Paulina Núñez, Gonzalo Fuenzalida, que estamos llamados a funcionar en colectivo para hacer un recambio generacional. Parte de la derrota de la Concertación es que no fue capaz de darle espacio a las nuevas generaciones, a los Claudio Orrego, a los Sebastián Sichel, los Felipe Harboe; nunca pudieron explotar porque los viejos cuadros no los dejaron. En la centroderecha hay una cosa muy notable: que Espina, Allamand digan que hay que dar espacio a las nuevas generaciones.
-¿Piensas militar en RN? Fuiste como independiente en un cupo de ellos.
-Estoy abierto a evaluarlo, porque hoy la reflexión es otra: cómo somos capaces de contribuir los partidos e independientes, quienes le dieron el triunfo al Presidente Piñera. Yo puedo servir de puente en sectores que muchas veces ven la política como algo lejano y buscan caras nuevas. La votación que obtuve en Rancagua es inexplicable desde el punto de vista de los partidos y solo se explica por la gente independiente que votó por mí. El gran desafío de Chile Vamos es construir una nueva Concertación, que tenga tantas puertas como tenía la original, que era una cosa impresionante, donde pasaba una cosa que con la Nueva Mayoría no pasó nunca. Mucha gente decía ser Concertación, no la DC, ni del PPD o el PS. Me encantaría que en un futuro no muy lejano haya gente que diga “Yo soy de Chile Vamos”, parte del esfuerzo de centroderecha que ofrece al país un proceso. Si no hacemos eso, este gobierno va a ser un paréntesis.
-Carlos Larraín dijo hace un tiempo que la llamada “bancada estudiantil” no te llegaba ni a los talones. ¿Te gustaría ser un referente de esta nueva derecha que propones, como contraparte del Frente Amplio?
-Quizás me tiene mucho aprecio Carlos Larraín, jajaja. Me interesa que una nueva generación de mi sector sí sea capaz de pararse de igual a igual al Frente Amplio, que la construyamos entre todos. Soy de los que se siente orgulloso al ver un video de Jaime Bellolio, contrarrestando puntos con Gabriel Boric, un Felipe Kast que interpela a un miembro del Partido Comunista por la inconsecuencia con Cuba o una Paulina Núñez que es capaz de hacer frente en un tema como la inmigración.
-¿Te gustaría ver a la DC en Chile Vamos?
-Yo siempre he dicho que cuando uno quiere pololear no tiene que pautear al pololo. De lo que nosotros tenemos que preocuparnos es que la comida esté bien servida, que la pieza esté bien iluminada, que esté todo bien puesto para que si quieren trabajar con nosotros políticamente, todo esté listo. Pero es un error enorme hacer que la Democracia Cristiana se venga a tirones. Dios y el tiempo dirán cómo seguimos.
-¿Eres de lo que cree que el Frente Amplio es un grupo radicalizado?
-Nooo, tiene sus matices. Nunca vas a encontrar en mí palabras negativas contra el Frente Amplio, porque los conozco mucho, unos eran dirigentes estudiantiles cuando yo lo era. Creo que la construcción política que han hecho es simplemente muy admirable y que debe atenderse mucho porque no ha sido fácil y lo han sabido hacer. Varios de ellos aportan a subir el nivel de la política.
“Boric se está comprando enterito el discurso neoliberal del aborto”
-Hablaste de Gabriel Boric en una columna, donde afirmabas que ha dado un “apoyo neoliberal al aborto”. ¿A qué te referías?
-Alguien como Gabriel que dice ser de izquierda habla de preocuparse por los más vulnerables y que los problemas públicos no son de decisiones individuales, sino que colectivas. Cuando dice que cree en la autonomía de la mujer y que está a favor del aborto, Boric se está comprando enterito el discurso neoliberal, que apunta a que usted y yo tomemos decisiones autonómicas y que lo que pase con el resto no importa, porque no sabemos muy bien quién es. Ese es el discurso neoliberal duro. Cuando yo escucho a Gabriel decir que está a favor del aborto, a mí no me cuadra, porque entonces estaría por la autonomía individual del empresario cuando destruye el medioambiente. La discusión real que tenemos que tener en Chile es si el feto es o no es persona, lo que hemos evadido con la autonomía de la mujer.
-Esa definición neoliberal de algo “valórico”, ¿también involucra al matrimonio igualitario?
-Es la misma pregunta: dos personas del mismo sexo quieren contraer un vínculo en una institución con un cierto rol, con una historia y un fin social, que requiere la heterosexualidad como parte de su función social. Abordarlo desde la autonomía de esas dos personas es anular el debate, porque si eso es así entonces que hagan lo que quieran. Pongámosle “matrimonio” pero que sea una institución sin contenido. ¿El contenido de la institución matrimonio da para que estas dos personas se casen? Algunos creen que el matrimonio da el espacio para eso, algunos creemos que no. Ésa es la discusión.
-Pero esa visión estaría vinculada al fin de que el matrimonio tiene como exclusivo fin la procreación…
-No es un tema de procreación solamente. Hay algo de eso. Pero hay un dato a la causa: los hijos solo surgen de relaciones heterosexuales. Si tú crees que el matrimonio es la institución es la llamada a dar cuidado a las futuras generaciones, eso supone que haya futuras generaciones y eso supone la heterosexualidad porque hasta el momento no ha sido posible concebirla de otra manera.
-Con eso cierras la puerta a la adopción homoparental.
-Mi problema con la adopción homoparental es la siguiente: la adopción no es un derecho de los padres sobre el niño, sino que un derecho de los niños respecto de los padres. Por lo tanto, tenemos que proponernos la mejor situación familiar posible. Hay estudios que dicen cosas distintas y yo estoy abierto a discutir estas cosas con honestidad intelectual, pero lo que yo conozco me da más convicción que los niños tienen un mejor contexto familiar en la medida en que tienen un complemento entre padre y madre, porque efectivamente nadie pretenderá sostener que hombres y mujeres somos lo mismo, sino que tenemos componentes distintos. En la medida en que sea posible, los niños tienen el derecho a tener un padre y una madre. Me dirán entonces qué pasa con los niños del Sename. Si un niño está en situación de vulnerabilidad, tenemos que sacarlo de ahí en una buena posibilidad. Hoy, dos de cada cinco matrimonios no tienen hijos…
-Cuando dices “una buena posibilidad”, ¿te refieres a una familia heterosexual?
-No, no, no. A la mejor posibilidad posible. Si eso es un padre y una madre, espectacular. Si es una madre soltera, espectacular…
-¿Y si son dos madres?
-Es que ese escenario hoy en Chile no se presenta, porque la verdad es que hay mucha demanda de niños en adopción y tenemos que reformar la ley de adopciones de manera que sea más fácil realizar los trámites.
-Pero el punto es cómo enfrentar esto a futuro, porque tú no vas a legislar solo para el presente…
-Me enfrento a eso con mucho realismo, haciendo ver que yo no conozco una realidad donde no haya padres y madres heterosexuales dispuestos a adoptar un hijo. Yo lo que veo es que todavía subsiste un problema real: que muchas parejas heterosexuales no pueden tener hijos y cuando preguntas por qué no pueden adoptar critican la complejidad de la legislación. Tenemos que facilitar que esos niños tengan la posibilidad de tener un padre y una madre.
Zaldívar y el Congreso
-¿Qué te pareció la nominación de Andrés Zaldívar en el Consejo de Asignaciones?
-Es un un error de la proposición de él, porque no saber que iba a producir el escándalo que produjo es no saber lo que pasa en Chile. Fue no ser capaz de leer lo que pasa, que es impresentable. Yo no lo habría propuesto.
-Todo Chile Vamos votó a favor…
-No es que hayan votado a favor de Andrés Zaldívar, hay que ser juntos. Fue parte de una negociación más amplia, donde la centroderecha era minoría. Nosotros propusimos nuestras dos cartas, Alfonso Vargas y Arturo Irarrázaval. No nos tiren el muerto a nosotros.
-Llama la atención que digas “nuestras dos cartas” porque hubo una campaña de Piñera, José Antonio Kast contra los cuoteos político. Termina la elección y sigue ocurriendo…
-Yo haría una distinción entre los equilibrios y los cuoteos. Otra cosa es que profundicemos los concursos públicos accesibles a todos y que se corten por mérito. Pero tampoco podemos ser tan ingenuos de creer en asuntos políticos, como la presidencia de la Cámara, no responda a equilibrios políticos, así funcionan los países. Hay que hacer ver las diferencias y hacer ver que todo es cuoteo. Para mí es cuoteo poner un subsecretario de Pesca incompetente para cumplir con un partido. O que el Sename haya sido parcela de la DC.
-¿Qué cambios propondrías del funcionamiento del Congreso?
-Yo no logro entender por qué en Chile tenemos tres semanas del mes donde se trabaja tres días y una semana distrital. Deberíamos tener una semana completa de legislación, totalmente dedicada a legislar, y una de trabajo fuera del Congreso. Además, no empezar a las 10 de la mañana, no conozco otro país que empiece a esa hora. Si la semana distrital fuera bien empleada, no te comerías la crítica de que nunca estás en terreno, porque no te ven nunca. Esto es algo que estamos empujando con otros parlamentarios.
Identidad de género
-Eres uno de los 8 jóvenes en el mundo en ser parte del observatorio del Papa Francisco. ¿En qué consiste?
-Es parte del Consejo Pontificio Justicia y Paz, que nutre de opiniones de los jóvenes en el mundo. Hace unos tres años me pidieron ir a un encuentro de jóvenes con el Papa Benedicto XVI y les pareció que yo podía ser delegado de Latinoamérica. Voy una vez al año al Vaticano a una reunión. Analizamos las tendencias de los jóvenes, sobre cómo llegar a este mundo de manera más sencilla.
-¿Compartes que era una “provocación” votar el proyecto de identidad de género el mismo día de la visita del Papa?
-Creo que no tienen nada que ver. Además, el error es previo, porque estos temas importantes no hay por qué discutirlos apurados y al Gobierno le bajó una histeria por tratar de dejar instalados los temas en un “huracán legislativo”. La discusión sobre el género hay que tenerla en Chile, pero discutir nunca va a ser una provocación.
-¿Qué te parece el proyecto de identidad de género?
-Es una realidad, a diferencia de lo que creen algunos de la centroderecha. Es un tema complejo porque una cosa es el sexo biológico, el género y la orientación sexual. Un ejemplo: puede darse que tienes una mujer biológicamente, con género de mujer y heterosexual de reclusa y un gendarme biológicamente hombre, con género de mujer pero que quiere participar de la cárcel de mujeres, porque su género es de mujer. ¿Cómo lo resuelves?
-¿Cuál es el problema que ves ahí?
-La reclusa podría sentirse intimidada por que la revise alguien que biológicamente es hombre pero que tenga género de mujer. Son casos que hoy están discutiéndose en los tribunales chilenos. Yo no tengo respuesta pero no son preguntas tan simples. Si es una cárcel de mujeres, tenemos que discutir si son cárceles de mujeres biológicamente hablando, independiente de su género. Entonces, ¿tenemos que hacer sub-cárceles para mujeres con género masculino? Y todo esto aplícalo a los colegios con los baños. Yo he conocido gente que le causa problemas que su niñita esté en un mismo camarín que un joven hombre con género de mujer.
-¿A ti te generaría un problema?
-Si entendemos problema como una pregunta sin resolver 100%, sí, me genera un problema. Pero no que diga que hay que echarla del colegio.
-¿No crees que tanto la niña trans como la niña biológica son mujeres igual?
-Es que el problema lo genera el camarín de mujeres, donde el niño que es biológicamente hombre tiene género de mujer, tiene pene y quiere participar del camarín de mujeres. Y el papá de otra niñita legítimamente puede pretender pedir a ese colegio que eso no ocurra. No es tan simple como decirle a ese papá ‘váyase a la punta del cerro’. Su inquietud es que esa exposición a la sexualidad masculina a su niña de ocho años es algo que no quiera.
“Yo llegué virgen al matrimonio”
-¿Cuán religioso eres?
-Soy muy religioso. De rezar de todos los días, ir a misa lo que más puedo y todos los domingos. Además, yo soy converso de viejo. Entré a la universidad siendo anticatólico y me confirmé al catolicismo a los 25 años, porque me convencí de que la vida no se acaba en uno mismo, sino que trasciende más allá, si no no se explican muchas cosas que pasan, que hay equilibrios en la naturaleza que solo responden a una inteligencia superior. No me hace sentido que todo sea relativo, que cada uno puede tener su propia verdad, porque serían muy difíciles las relaciones humanadas.
-¿Crees también en preceptos católicos, como llegar virgen al matrimonio?
-Sí. Yo llegué virgen al matrimonio, es poco común. Probablemente me van a hacer un poco de bullying por esto, pero para nosotros como pareja (con su esposa María José) fue muy importante porque nos permitió una decisión de entrega profunda, meditada. Diez años juntos llevamos, desde los 22. Igual antes pololeé como siete veces.
-¿Y no chocaba con ellas esta visión?
-Jajaja. Es que, francamente, no se nos presentó la ocasión, y además esta convicción la tengo de más viejo, muy meditada. Creo que hoy la gente premia la consecuencia y prefiero decir lo que soy y lo que pienso.