Confirmados, posibles y descartados del gabinete de Sebastián Piñera
Piñera repetiría la fórmula que mantuvo en el último comité político antes de dejar La Moneda en 2014, aunque innovaría en las carteras sectoriales.
Mañana a las 10 de la mañana en el ex Congreso Nacional, el presidente electo Sebastián Piñera presentará a quienes serán parte de su futuro gabinete de ministros a contar del 11 de marzo próximo, en medio de la expectación y las filtraciones que han salido desde el mismo núcleo piñerista.
Desde que ganó la segunda vuelta, Piñera comenzó a armar el puzzle junto a su equipo más cercano, integrado por los ex ministros Andrés Chadwick (UDI) y Cecilia Pérez (RN), y su ex jefe de asesores Gonzalo Blumel, quien estuviera a cargo del equipo programático de su campaña. Los tres, según han comentado en el piñerismo, acompañarán al futuro mandatario una vez más en La Moneda.
Chadwick encabezará una vez más Interior, siendo uno de los hombres de mayor confianza de Piñera -además de su primo- y una figura de poder que es difícil de colocar en otro espacio, dicen en RN. “En cualquier otro cargo eclipsaría al jefe de gabinete”, agregan. A su lado estará repitiéndose el plato Cecilia Pérez en la Secretaría General de Gobierno, lo que fue confirmado esta mañana por su compañero de conducción en Radio Agricultura, Alejandro de la Carrera.
Durante las últimas hora se maneja que Blumel tomaría el cargo de ministro de la Secretaría General de la Presidencia, principalmente por dos razones: porque estuvo a cargo del programa de gobierno y su tarea sería gestionar los proyectos de ley al interior del Congreso y, segundo, porque es Evópoli, lo que permitiría tener a los tres principales partidos de Chile Vamos en el Comité Político.
La definición de Blumel en ese cargo ha sido compleja puesto que en un Congreso tan diverso, como lo será el que asuma en marzo, tener experiencia en la negociación parlamentaria es una condición necesaria y de la que carece el asesor más cercano de Piñera. Eso implicaría “quemarlo” antes de tiempo -sobre todo pensando en su proyección- en caso de que caiga, explican en el piñerismo y recuerdan lo que pasó con Rodrigo Peñailillo al asumir de Interior en el primer gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet en esta administración.
A esto se sumaría Felipe Larraín, quien vuelve a ocupar la titularidad de Hacienda, pese a que había sonado como canciller. Quien también ya preparando su llegada al Ejecutivo para Economía es José Ramón Valente, un cercano que ya había designado a comienzos de enero en el rol de interlocutor con empresarios que tienen proyectos “trabados”.
A fines de diciembre, Piñera había pedido a los partidos de Chile Vamos que enviaran listas de nombres para los distintos principales cargos que deben ser nombrados antes del cambio de mando, como ministros, subsecretaría e intendentes. Las listas fueron tan extensas y repetitivas, que Piñera se molestó y echó mano a fundaciones y organizaciones afines a la derecha, cuentan diputados que son cercanos.
Eso -explican- abrió el abanico y permitió dotar de cargos más técnicos en los nombramientos de segunda línea, y así colocar a la cabeza de los ministerios a activos políticos del sector. Así, por ejemplo, el hoy senador Alberto Espina está confirmado en Defensa, mientras que su par Baldo Prokurica lo está en Minería; el diputado Nicolás Monckeberg, en tanto, en Trabajo.
Más cercano al centro político, Antonio Walker -hermano de los senadores Ignacio Walker y Patricio Walker, y del diputado Matías Walker, todos militantes DC- llega a Agricultura, aunque con un perfil mucho más independiente. En las elecciones de 2013, eso sí, ya había apoyado a Piñera.
Por otra parte, en el entorno piñerista se habla de dos cargos más de militantes de Evópoli: uno sería Francisco Irarrázaval -ex subsecretario del primer gobierno de Piñera- para Desarrollo Social, una de las carteras más apetecidas. Otra carta conocida es Gloria Hutt, quien ya fue subsecretaria de Transportes y que ahora encabezaría esa misma repartición.
Hasta este fin de semana, afirman, no había seguridad respecto del ministro de Salud. Las opciones serían Enrique Paris y Emilio Santelices, ambos colaboradores de la comisión ad-hoc en el comando. Lo mismo ocurre con Educación, donde había dos cartas con más posibilidades, también miembros de la comisión en campaña: el abogado Raúl Figueroa -ex director ejecutivo de Acción Educar- y Sylvia Eyzaguirre, investigadora del Centro de Estudios Públicos, aunque hasta el viernes no había sido contactada.
Por otra parte, Alfredo Moreno volvería a ocupar el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, Lucas Palacios a la titularidad de Obras Públicas, donde en el gobierno anterior fue subsecretario. Felipe Ward -quien había apostado por ser vocero de gobierno- se quedaría con Bienes Nacionales. En Vivienda, asumiría el diputado Cristian Monckeberg.
Finalmente, una de las dudas que persistían este fin de semana es que ocurría con el ministerio de la Mujer, ya que existía la disyuntiva de colocar allí a un militante UDI o Evópoli. Si fuese el primer caso, la escogida sería la diputada Andrea Molina -quien perdió la elección pasada-, mientras que si fuese del partido liderado por Felipe Kast sería Lorena Recabarren, directora ejecutiva de Horizontal.
Por otra parte, quien habría sido descartada para el gabinete de ministros es la presidenta del PRI, Alejandra Bravo.