“Estoy cansado de pelear, llorar y sufrir”: la estremecedora carta de Juan Carlos Cruz al Papa Francisco
La misiva data de 2015 y denuncia, entre otros, a Juan Barros como encubridor de los delitos de Fernando Karadima.
“Me llamo Juan Carlos Cruz Chellew y soy una de las víctimas del abuso sexual del sacerdote chileno Fernando Karadima“. Así comienza la carta que envío el periodista al Papa Francisco el 3 de marzo de 2015, misiva en que denuncia el encubrimiento de los delitos por parte del obispo de Osorno, Juan Barros.
“Padre, me animé a escribirle esta carta porque estoy cansado de pelear, llorar y sufrir. Nuestra historia es bien conocida y no tiene sentido recordársela, basta contarle el horror de haber vivido este abuso y las ganas hasta de suicidarme”, agrega el escrito dado a conocer este lunes.
En el documento, Cruz afirma que “una cosa es el tremendo dolor y angustia del abuso tanto sexual como psicológico al que fuimos sometidos, pero quizá hasta peor es el terrible maltrato que hemos recibido de nuestros pastores. Miembros del grupo de Karadima son los actuales obispos chilenos Juan Barros Madrid, Tomislav Koljatic Maroevic, Andrés Artega Manieu y Horacio Valenzuela Abarca. Ellos estaban cerca y a veces parados a nuestro lado cuando Karadima nos abusaba“.
“Incluso Santo Padre, ellos eran tocados en forma muy inapropiada por Karadima, les daba besos y golpecitos en los genitales y ellos le correspondían. Sin embargo, ellos han mantenido una férrea defensa de Karadima, jamás nos han pedido un perdón sincero, es más, lo único que han hecho es seguir denostándonos y tratar de restarnos credibilidad aun cuando los hechos ya eran aceptados como verdaderos por el Vaticano y la justicia Chilena. Ahí siguen impunes en sus diócesis tratando de esquivar cualquier dardo que vaya en su contra y negando todo el mal que han hecho y el bien que han dejado de hacer”, continúa.
Cruz agrega “Juan Barros niega haber visto nada. Sin embargo, somos decenas los que podemos atestiguar que no sólo estaba presente cuando nos abusaba Karadima, sino que además se besaba con el sacerdote y se tocaban. Al igual que los otros tres obispos Tomislav Koljatic, Horacio Valenzuela y Andrés Arteaga“.
“Santo Padre hay tantas víctimas silenciosas que conocemos, otros se han suicidado, otros ni le han contado a sus esposas que fueron abusados. Cuando oímos palabras como las del Cardenal Ezzati, duele hasta lo más profundo. Yo sé que el obispo es el que finalmente aplica justicia en estos casos de pedofilia comprobada”, indica el periodista.
“Trato de no caer en la tristeza y la desesperanza ya que ruego que alguien como usted podrá hacer algo. Espero, si Dios quiere, algún día visitarlo y personalmente darle un abrazo. Cuando usted lo determine apropiado en privado o públicamente (…) Quiero desesperadamente creer en usted y mantener mi fe. Todo lo que ha pasado en los últimos años y en los últimos días me dice lo contrario. Por favor Santo Padre, no sea como los además. Somos tantos los que a pesar de todo creemos que usted puede hacer algo. Valoro mi fe, es lo que me sostiene, pero se me va”, concluye la misiva.