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Actualizado el 3 de Mayo de 2018

Explican cómo fue la muerte de la persona que tiene a dos chilenos al borde de la horca en Malasia

Rubén Parra entregó detalles del incidente que tiene a Fernando Candia y Felipe Osiadacz peleando por su vida en Kuala Lumpur.

Por Redacción EL DÍNAMO
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Un amigo de Fernando Candia y Felipe Osiadacz, los chilenos que están presos en Malasia a la espera de un juicio por asesinato que los puede a la horca, entregó detalles de la situación que tiene a los jóvenes peleando por su vida.

Y es que Rubén Parra señaló a Canal 13 que ambos estudiantes viajaban junto a otro chileno de vacaciones, pero dado que este último sufrió un accidente automovilístico, debió quedarse en Nueva Zelanda.

Así, los dos amigos emprendieron vuelo hasta Kuala Lumpur y en su primera noche salieron a comer, volviendo horas después al hotel donde se hospedaban.

Fue en ese trayecto donde fueron seguidos por un local, quien incluso ingresó hasta el lobby del recinto, apuntando que su intención era asaltarlos.

“Cuando entran al lobby se puso más agresivo y ahí estaban los dos. Se pone más agresivo, entran en un discusión y el tipo rompe un espejo de la recepción del lugar y lo ataca con un pedazo de vidrio”, relató Parra.

“Ante ello, obviamente que ellos se defienden. Lo reducen, lo tiran al piso y uno de ellos se pone sobre su espalda tomándole las manos en la espalda de manera que el tipo se calme y pueda llegar la policía”, agregó.

Rubén Parra señaló que “empiezan a gritarle al recepcionista, a gritarle que llame a la policía. El tipo que estaba en la recepción era una persona china, entonces yo no sé si por problemas de idioma se demoró mucho, dicen que 20 minutos. Y después de eso fueron 30 minutos en que llegara la policía”.

El amigo de Candia y Osiadacz recalcó que solo tras la llegada de la policía se dan cuenta que su atacante había muerto, “ellos no saben la razón por la que murió, porque ellos solamente lo tenían sujetado contra la pared de manera de tenerlo reducido”.

“Cuando llegó la policía se sentían víctimas. Nunca se les pasó por la mente que estaban cometiendo un delito”, expresó, por lo que aceptaron irse con los funcionarios hasta la comisaría pensando que era un procedimiento de rutina, pero quedaron presos por dos semanas antes de que les tomaran una declaración de los hechos.

Cuando pudieron conversar con las autoridades, se les informó que fueron acusados de asesinato y que enfrentarían un juicio, que ha sido postergado hasta que se dio como fecha de inicio del proceso en julio próximo, donde pueden ser condenados a pena de muerte.

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