Gritos, cantos y llantos: seremi de Salud investiga a Iglesia Evangélica por superar decibeles de ruido
El templo se expone desde a una amonestación por escrito o a una multa que podría superar los $570 millones.
Los cantos, gritos y llantos que se escuchan en una de las iglesias evangélicas de Chillán colmaron la paciencia de uno de los vecinos que, cansado por los ruidos molestias, recurrió a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) para hacer una denuncia.
La Seremi de Salud realizó las mediciones acústicas: según el Diario Crónica de Chillán, los niveles de ruido sobrepasaban en un 30% lo permitido por el plan regulador para esa zona habitacional.
Ante esto, la División de Sanción y Cumplimiento de la SMA abrió un expediente sancionatorio contra el pastor y representante de la iglesia, Patricio Ferrada, quien deberá presentar sus descargos.
La iglesia evangélica se expone a una amonestación por escrito o a una multa que podría superar los $570 millones, en caso de que su apelación fuera desechada.