Fraude en Carabineros: funcionarios que recibían gastos reservados usaban el dinero para vacaciones

“Estos gastos reservados, en mi caso particular, los utilicé en gastos personales en general, es decir, tal y como usaba mis haberes remuneracionales. En el caso de las personas que los recibían, usualmente utilizaban el dinero para sus vacaciones”.

Esa es parte de la declaración del ex jefe de Finanzas de Carabineros, el general (r) Flavio Echeverría, quien está imputado por el caso fraude de Carabineros y que se encuentra actualmente en prisión preventiva, como medida cautelar.

Echeverría explicó a la fiscal Alta Complejidad Metropolitana Centro Norte, Macarena Cañas, cómo se distribuían las platas que correspondía a la institución y en qué se gastaba, según publica El Mercurio.

A modo de ejemplo, contó que en 2015 depositó dinero en efectivo en su cuenta corriente “por la suma de $8 millones, aproximadamente, correspondiente a gastos reservados personales disponibles en la caja de fondos de mi oficina, los cuales deposité para solventar gastos extraordinarios personales. Por ejemplo, pagué costos asociados a vacaciones familiares, asociado a un viaje al extranjero, específicamente a Cuba”.

Su relato continuó: “La recomendación que yo les daba era, transmitida por la Dirección General, era que no depositaran el dinero en cuenta corriente o similar; por lo tanto concluyo que todos sabían que el uso no era propio de la definición de un gasto reservado, de ser cuidadosos de no dejar trazabilidad en su disposición”.

Un considerable monto de esos fondos institucionales fueron destinados al ex general director de Carabineros Bruno Villalobos y al general director de Inteligencia Gonzalo Blu. Según Echeverría, ambos habrían viajado a China con sus esposas con parte de los 90 mil  dólares asignados a Carabineros por concepto de gastos reservados.

Echeverría declaró que hizo la última distribución de los fondos a inicios de 2017. El 6 de marzo de ese año fue a la oficina de Villalobos, solo, portando “un bolso deportivo negro, sintético, el cual contenía los saldos disponibles de gastos reservados”.

Por otro lado, indicó que se hacía un pago mensual a un funcionario de Hacienda, identificado como Héctor Zúñiga, por un monto “de $525 mil mensual, que yo le entregaba trimestralmente” correspondería a dinero para que “apurase las peticiones realizadas por la institución”.

Con esos fondos, afirmó, el funcionario “daba la rapidez en la obtención de presupuestos extraordinarios, lo cual lo hacía al realizar lobby con el director de Presupuestos”.