“Poco a poco los irán liberando”: el mensaje de una mujer torturada por tres reos que dejaron Punta Peuco
"La excusa formal contenida en el fallo no alcanza a disimular la infracción de normas internacionales sobre crímenes de lesa humanidad", dijo Nicza Báez.
A raíz de una decisión de la Corte Suprema dada a conocer durante esta semana, a los ex uniformados Hernán Portillo Aranda, José Quintanilla Fernández y Felipe González Astorga, entre otros cinco ex reos, se les otorgó la libertad condicional. Esto, pese a haber protagonizado violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
La decisión del Máximo Tribunal Corte Suprema argumentó que “las convenciones suscritas por Chile en materia de derechos humanos no impiden reconocer a los condenados su derecho a reincorporarse a la sociedad mediante mecanismos como el de la libertad condicional”.
En concreto, Portillo, Quintanilla y González fueron condenados por la desaparición y torturas a Alonso Lazo Rojas, ex militante del MIR de 24 años que fue detenido el 14 de noviembre de 1975 en Copiapó. Ese día, estaba junto a su esposa, Nicza Báez Mondaca, quien también detenida pero, a diferencia de su ex pareja, sobrevivió a las torturas. De hecho, se encuentra reconocida como una de las víctimas incluidas en el Informe Valech.
Según el archivo, los hechos se habían iniciado días antes, cuando el domicilio donde arrendaban una pieza en Chañarcillo 171, fue allanado por nueve civiles quienes dijeron estar en búsqueda de “Rosario”. Al día siguiente, nuevamente el domicilio fue allanado, esta vez por civiles y carabineros.
Luego de estos incidentes, Lazo Rojas y Báez Mondaca solicitaron alojamiento en una casa ubicada en la calle Juan Martínez N°321. Cuando el matrimonio llevaba allí dos días, llegaron seis civiles -entre ellos un militar que usaba una boina negra- bajo la identificación de “Servicio de Inteligencia Militar“, momento en el que los trasladaron al Regimiento de Infantería Motorizada N°23 “Copiapó”.
La pareja fue separada en el lugar. Posteriormente -según lo declaró Báez- los juntaron y los llevaron hasta el 2° piso donde los vendaron, interrogaron y castigaron. Este fue el último contacto que tuvo con su marido.
Radicada en Francia, la mujer conoció la suerte de sus captores por medio de la prensa, determinación judicial que decidió comentar a través de sus redes sociales.
“Poco a poco los irán liberando. Ayer apareció en diarios chilenos el nombre de cinco presos de Punta Peuco entre ellos, tres asesinos de mi marido Alonso Lazo Rojas de los 8 que fueron condenados a 8 y 10 años de cárcel. Pero al parecer, se considera que están viejos, o enfermos, o locos, o a punto de volverse locos”, escribió Báez.
“Así es. La excusa formal contenida en el fallo no alcanza a disimular la infracción de normas internacionales sobre crímenes de lesa humanidad ni menos, como en otros tiempos, el escupo en el rostro de la diosa de la justicia“, agregó.
Según contó, de los tres liberados, “Felipe González Astorga asesino y cómplice, Hernan Portillo Aranda y José Quintanilla son los autores del asesinato de Alonso Lazo Rojas. Así lo dio a entender el resto de los asesinos y cómplices de este vil y cobarde crimen. Y, particularmente, lo dijo Pedro Vivian Guaita, único carabinero en el regimiento de Copiapó”.