Nuevo video de Catrillanca deja a Hermes Soto al borde del abismo
En los últimos días se había descomprimido el ambiente sobre la responsabilidad del general director en el caso y las informaciones entregadas, pero el video publicado hoy por una vez más en duda las versiones de la institución.
Este mediodía, después de más de un mes del operativo policial del Comando Jungla en La Araucanía que terminó con el asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, salió a la luz uno de los videos “ocultos” que grabó el momento exacto en que los efectivos del GOPE de Carabineros disparan en contra de un grupo de personas, entre las que se encontraba el joven de 24 y otro de 15 años, M. P. C., quien ha sido testigo principal de los hechos.
El video fue difundido por Chilevisión, en momentos en que el conflicto político de esta muerte había comenzado a disminuir en la opinión pública -sobre todo frente al rechazo de Chile al Pacto Migratorio- y con ello a descomprimir el difícil escenario que se había configurado para el general director de la institución, Hermes Soto, por la forma en que se fue desarrollando el caso.
Desde un comienzo se instalaron las dudas por el manejo de Carabineros en esta situación, las que se acrecentaron con la serie de declaraciones falsas respecto de los videos captados con las cámaras que llevan los funcionarios policiales. Las versiones fueron desde que la tarjeta de memoria de la cámara había sido destruida por uno de los carabineros por contener imágenes personales hasta que no existían grabaciones.
Las imágenes difundidas hoy fueron grabadas por una cámara personal que llevaba el suboficial Patricio Sepúlveda, quien estaba a cargo del operativo. Sin embargo, el material fue entregado a la Fiscalía por el abogado de Raúl Ávila, sargento que inicialmente afirmó -y mantiene aún- que había borrado el contenido que tenía la cámara que llevaba durante esa jornada.
La grabación confirma las declaraciones dadas por testigos a la fiscalía sobre cómo se dio el momento en que Catrillanca fue asesinado por Carabineros, diametralmente opuestas a las entregadas por los funcionarios en las primeras horas del hecho, eliminando la tesis de que ni la víctima ni el menor se encontraban en algún enfrentamiento que justificara la situación.
En medio de estas versiones, fueron dados de bajas varios generales y otros oficiales y suboficiales que participaron en la toma de decisiones que terminaron con la muerte de Catrillanca y el posterior ocultamiento de informaciones, incluso ante los fiscales que investigan el caso. Entre ellos salió el ex general de Orden y Seguridad, Christian Franzani.
Las consecuencias también fueron políticas al terminar con la renuncia forzada de Luis Mayol, quien hasta entonces era intendente de la región y había afirmado que el asesinato del joven mapuche había sido producto de un enfrentamiento por un supuesto robo y que éste tenía antecedentes penales, lo que habría justificado los disparos.
Hasta el momento las consecuencias han sido variadas, pero ninguna ha tocado directamente a Hermes Soto: la fiscalía de La Araucanía abrió una investigación, formalizó a los cuatro expolicías que participaron del operativo, Carabineros dio de baja a nueve efectivos policiales por haber sido mencionados en el caso, y también a un civil.
Todos estos hechos configuran un difícil momento para el general director, en consideración de todas las versiones que existen del caso y su esclarecimiento, y sobre cuánto habría sabido el propio general director y cuánto habría ocultado a sus superiores, como al ministro del Interior, Andrés Chadwick.
Si esto terminara con su salida de la institución, sería de uno de los mandatos más cortos que haya tenido Carabineros, ya que Soto asumió el 29 de marzo pasado, alcanzando recién 9 meses al mando.