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Actualizado el 13 de Enero de 2019

Tras alza de emisiones de C02, Greenpeace pide detener uso de carbón en Chile

La noticia supone un fuerte golpe medioambiental y una preocupante tendencia que desmorona el optimismo que había reinado entre 2014 y 2016.

Por Redacción EL DÍNAMO
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Greenpeace Chile calificó como “incomprensible” que el país insista en usar energía proveniente de la quema de carbón, tras el último informe del Global Carbon Project que alertó sobre un aumento del 2,7% de las emisiones de dióxido de carbono en 2018 en el mundo.

En ese sentido, la organización ecologista rechazó la explotación de carbón en la Mina Invierno de la isla Riesco, en Magallanes, el yacimiento a cielo abierto más grande de la historia de Chile de ese combustible fósil. El carbón que se extrae es quemado en las termoeléctricas de AES Gener en las llamadas “zonas de sacrificio”.

“Llama especialmente la atención el incremento que las emisiones de carbón, el más contaminante de los combustibles fósiles y que había mostrado caídas importantes años atrás. Es una señal de alerta que el 2017 y 2018 se haya incrementado de manera tan importante el uso de carbón”, declaró Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile.

“En este contexto, resulta incomprensible, por ejemplo, que iniciativas en Chile como Mina Invierno insistan en una energía que, lejos de potenciarse, debiese ir en clara retirada”, agregó Asun, quien también resaltó que en la actualidad, el 40% de la electricidad en Chile se obtiene de carbón.

En un informe dado a conocer por The Global Carbon Project -informe generado por 76 científicos de 57 instituciones de investigación en 15 países- se concluyó que, durante el 2018, las emisiones de dióxido de carbono alcanzaron un récord histórico al alcanzar 37.1 gigatoneladas, lo que equivale a un 2.7% más del CO2 generado el 2017.

La noticia supone un fuerte golpe medioambiental y una preocupante tendencia que desmorona el optimismo que había reinado entre 2014 y 2016, período en que las emisiones generadas por los combustibles fósiles y la industria (que representan el 90% del dióxido de carbono que genera la humanidad) se habían mantenido estables. Todo, mientras las economías iban al alza. Era, supuestamente, la confirmación de que las mejoras en las economías podían ir de la mano con una contención en la generación de CO2.

“Son muy malas noticias ya que no se termina de consolidar una estabilización y menos una clara tendencia a la baja en las emisiones de CO2. No solo eso, sino que el 2018 registra la mayor emisión de la que se tenga registro en la historia de la humanidad”, indicó Asun.

“Si no reaccionamos de manera mucho más rápida y decidida se acrecentarán las situaciones de fenómenos meteorológicos extremos, alteraciones en los ecosistemas, alzas en los niveles del mar y migraciones masivas producto de afectaciones medioambientales”, concluyó.

El estudio del Global Project Carbon dio cuenta de que los principales impulsores del aumento en las emisiones de CO2 el 2018 fueron la quema de carbón en China e India, cuyas economías crecieron y utilizaron más petróleo en el transporte.

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