La fallida campaña de Trump para evitar que Michelle Bachelet fuera Alta Comisionada de DD.HH. de la ONU
Las gestiones para evitar que la ex Presidenta asumiera el cargo fueron asumidas por la ex embajadora ante la ONU, Nikki Haley, apuntando a su postura frente al aborto y a su cercanía con supuestos "dictadores latinoamericanos".
La administración de Donald Trump intentó de manera infructuosa evitar que la ex Presidenta Michelle Bachelet fuera designada como Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, apuntando a su postura ante el aborto, su posición frente a Israel y su supuesta relación con “dictadores latinoamericanos”.
Según informó el medio Foreign Policy, la campaña contra Bachelet se desarrolló durante gran parte de 2018 y estuvo liderada por la ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley.
Para ello, Haley primero envió una carta al secretario general António Guterres, donde daba cuenta de las objeciones de Estados Unidos e Israel por la aparición de su nombre para ocupar el puesto.
Junto con ello, la ahora ex embajadora cuestionó que las críticas de la Casa Blanca sobre las calificaciones políticas de Bachelet fueran ignoradas.
En tanto, desde el Departamento de Estado bajaron el perfil de la intentona por evitar el nombramiento de la ex Presidenta, señalando que “todos los estados miembros de la ONU lo hacen de acuerdo con sus propios intereses, y ninguno debe disculparse por ello”.
La campaña contra Bachelet se produjo en momentos que la administración de Trump estaba en pie de guerra con las organizaciones de derechos humanos de la ONU por sus críticas a Estados Unidos, lo que llevó al magnate a retirar a su país del Consejo de DD.HH. en junio de 2018, acusando sesgos contra Israel.
De hecho, Nikki Haley cuestionó el discurso inaugural de la flamante Alta Comisionada en septiembre , señalando que “Bachelet continuó los fracasos del pasado, validando aún más la decisión de retirarse de Estados Unidos, cuando criticó a Israel y a los Estados Unidos mientras ignoraba a algunos de los peores violadores de derechos humanos en el mundo”
“Es muy lamentable que la nueva Alta Comisionada esté siguiendo el mismo camino tendencioso de sus predecesores, eligiendo atacar a Israel y Estados Unidos”, agregó Haley, obviando que Bachelet también apuntó a los abusos a los derechos humanos que se cometen en países como China, Irán, Nicaragua, Arabia Saudita y Venezuela.
Por su parte a mediados de julio, Estados Unidos expresó su preocupación “por la posición política” de Bachelet, junto con enviar fotos de ella acompañada de “dictadores latinoamericanos”, aunque nunca se señaló quienes eran dichos “dictadores”.
A esto se suma el papel jugado por la administración Bachelet para despenalizar el aborto en tres causales en Chile, ya que para Washington, la otrora Presidenta “podría haber sido una figura global creíble si no hubiera decidido convertirse en la principal defensora del aborto en el mundo”.
Sin embargo, el 7 de agosto, y a pesar de todas las tratativas de la Casa Blanca para retrasar el proceso de selección, el secretario general de la ONU le ofreció el cargo a Michelle Bachelet, lo que generó el enojo de Niki Haley, quien canceló una llamada a António Guterres, la cual tenía agendada para convencerlo de detener el nombramiento.
