Revelan gastos en viajes, autos y mozos destinados a general (r) Fuente-Alba
Rodolfo Hidalgo Fariña, quien se desempeñó como oficial de órdenes, declaró ante la ministra Romy Rutherford en marco de la investigación por malversación de caudales públicos.
Durante los cuatro años que estuvo en la Comandancia en Jefe del Ejército el general(r) Juan Miguel Fuente-Alba, siempre hubo alguien que lo acompañó en su casa familiar. Se trata de Rodolfo Hidalgo Fariña, quien se desempeñó como oficial de órdenes.
Según declaró ante la ministra Romy Rutherford estaba a cargo de la sala de armas de la casa, de los turnos, horarios y hoja de vida personal, así como de los requerimientos particulares, como pagar alguna cuenta, hacer depósitos, obtener certificados. Su testimonio fue uno de los que recogió la magistrada en el procesamiento que dictó el martes contra Fuente-Alba por malversación de caudales públicos por cerca de $3 mil 500 millones.
Durante los cuatro años que el oficial lo acompañó conoció de sus gastos básicos y en fiestas. Regalos, viajes al exterior así como en Chile. Sin embargo el oficial sostuvo que sólo una vez lo acompañó al exterior por una semana a Madrid, pero que antes estuvieron unos días en Francia.
“Los días en París, diría que fueron de paseo. Este viaje lo pagó la institución”. Por su parte dijo desconocer quién pagó los pasajes y la estadía de la esposa del entonces comandante en jefe, Ana María Pinochet, y su hijo Fernando, que los acompañaron.
Dentro de Chile relató que sólo viajó con la mujer de Fuente-Alba a Punta Arenas, y una amiga de ella y que, nuevamente, los gastos los pagó el Ejército, según consiga El Mercurio.
Funcionamiento
Para el normal funcionamiento de la residencia dijo que tenía un monto fijo mensual “de $10.000.000, destinados a todos los gastos de mantención donde vivía le general Fuente-Alba, su señora y su hijo Fernando. Gastos de alimentación, bebestibles, lavandería, jardines, piscina, luz, agua, gas, internet, los pagaba la institución”
Los mozos por su parte no entraban en este ítem ya que iban por cuenta directa del Ejército.
Teléfonos y comida
Había también un “bono de teléfono al personal administrativo que eran más menos unas 25 personas a las que en efectivo se les entregaba un monto de entre 20 mil a 30 mil pesos. Así también como la alimentación de estas personas que incluían mayordomos, conductores de seguridad, jardinero, el maestro que reparaba la casa, un telefonista y personal de cocina.
Regalos y destrucción de comprobantes
También eran parte de los gastos $10 millones destinados para la compra de regalos institucionales, fueran de matrimonio o cumpleaños según dispusiera el general.
La rendición de estos gastos era mensual, tras ella se destruían los comprobantes, coincidiendo con la versión de Fuente-Alba en su declaración ante la jueza.
Autos
En su declaración Hidalgo sostiene que el general manejaba variados autos para la casa y que allí también se guardaban los institucionales y personales. Los vehículos administrativos, que eran entre 4 a 5 eran destinados a uso de funcionarios de la casa y había otros 3 ó 4 que estaban destinados al uso del comandante y su señora, por si iban a alguna actividad, más uno extra para Ana María Pinochet, ta,también institucional.
El oficial sostiene que perdió la cuenta las veces que Fuente-Alba cambió de autos, ya que tenía un amigo en una automotora que se los prestaba para probarlos, y si les gustaba, se los quedaba.
Al final de su declaración a la ministra Rutherford, el oficial le comentó que “le llamaba la atención la forma de vida que llevaba el general Fuente -Alba y su familia, que no se condice con el sueldo de un funcionario militar, pero no tenía con quién cometarlo”. Que le causaba extrañeza “los autos la ropa, las propiedades. Supo que tenía en Puerto Velero, en Chicureo un departamento que vendió, que se ubicaba en Polo Golf, en Santa María, y un departamento en Atalaya”.