Presidente del Banco Central: rebaja de tasa de interés era necesaria para asegurar inflación de 3%
En su exposición frente a la Comisión de Hacienda del Senado, señaló que, para la decisión de reducir la Tasa de Política Monetaria en 50 puntos base, del 3 al 2,5%, fue clave la evaluación de que la política monetaria debía ser recalibrada.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, presentó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio de 2019 ante la Comisión de Hacienda del Senado. En la sesión efectuada en la sede del Congreso en Santiago, expuso los detalles de la evolución macroeconómica y sus respectivas proyecciones.
En su exposición señaló que, para la decisión de reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos base, del 3 al 2,5%, tomada por el BC el viernes pasado, fue clave la evaluación de que la política monetaria debía ser recalibrada.
“El impulso que estaba entregando no era el suficiente para asegurar la convergencia oportuna de la inflación a la meta de 3% a la luz de las cifras entregadas por el nuevo IPC y las nuevas estimaciones para la brecha de actividad y la TPM neutral”, indicó.
Marcel agregó que se debía dejar claro que el desempeño reciente de la economía también formaba parte de la decisión pues “un mismo ritmo de crecimiento efectivo se ve más débil al compararlo con un crecimiento tendencial mayor”.
El presidente del Banco Central recordó que la visión de que el escenario macroeconómico podría necesitar un impulso monetario distinto comenzó a forjarse en el IPoM de marzo, cuando la medición de la inflación con el nuevo IPC mostró un aumento de los precios significativamente por debajo de las cifras previas, lo que postergaba por cerca de un año en su convergencia a la meta de 3%.
Al respecto, indicó que “dilatar una decisión solo implicaría perder tiempo, con un costo para la economía, en una coyuntura en que se requieren más y no menos certezas”.
“Esta es la conclusión de un proceso anunciado y documentado, que requería un desarrollo riguroso antes de concretarse en un cambio de la TPM, pues la política monetaria no se puede conducir sobre la base de intuiciones o percepciones”, señaló.
CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA
Marcel también explicó que las estimaciones de crecimiento tendencial y potencial de la economía han aumentado como consecuencia de la inmigración, lo que se traduce en mayores holguras de capacidad. Así, el crecimiento tendencial se ubica entre 3,25% y 3,75% en el período 2019-2028, mientras el crecimiento potencial está en torno a 3,4% para el período 2019-2021.
En ambos casos, los valores son 25 puntos base superiores a los previamente estimados. Agregó que la TPM neutral se ubica 25 puntos base por debajo de la estimación previa, en un rango entre 3,75% y 4,25%.
También explicó ante la Comisión de Hacienda que, en el escenario base, la actividad crecerá por sobre su potencial en los próximos dos años y la inflación convergerá a 3% durante 2020. El IPoM indica que la economía crecerá entre 2,75% y 3,5%, rango inferior al estimado en marzo (3% a 4%), resultado en que el menor crecimiento del primer trimestre tiene gran incidencia.
En el segundo semestre, en tanto, la economía retomará mayor dinamismo, con lo que en el 2020 y 2021 crecerá a tasas superiores a las de este año, entre 3% y 4%.
El IPoM estima que el balance de riesgos para la actividad está segado a la baja. Si bien la inversión tendrá una recuperación relevante en los próximos dos años, lo que abarca tanto a los grandes proyectos mineros como la inversión de otros sectores, existen riesgos derivados, por ejemplo, de la mayor incertidumbre del escenario externo y los diversos costos asociados a la tramitación de los proyectos de inversión.
ESCENARIO INTERNACIONAL
En su presentación, Marcel también se refirió al escenario internacional, señalando que el impulso externo que recibirá la economía chilena en los próximos dos años será menor al previsto en marzo y al de los dos años anteriores.
“La corrección responde a los desarrollos negativos que ha tenido el escenario externo en las últimas semanas, en particular porque la intensificación del conflicto comercial ha llevado a una mayor aversión al riesgo, provocando, entre otros efectos, una apreciación global del dólar y una reducción de la mayoría de los precios de las materias primas, incluido el cobre”, expresó.
Sostuvo que, además, el balance de riesgos externos continúa sesgado a la baja, y que los efectos negativos del conflicto comercial entre China y Estados Unidos se observaban en el débil desempeño del comercio global, que era recogido en la reducción del crecimiento previsto de las exportaciones chilenas.
Añadió que “escenarios en que los riesgos internacionales se intensifiquen podrían impactar negativamente en las expectativas y decisiones de inversión locales”.
Además, Marcel destacó que la economía mundial vive un momento delicado, donde se combina una fase de declinación del ciclo con una alta incertidumbre política en las principales economías. Los mercados han encontrado alivio en el cambio de orientación de la política de los principales bancos centrales, pero esta puede ser un factor de riesgos si genera un exceso de confianza que después no se valida.
En esta perspectiva, planteó que nuestro país cuenta con potentes amortiguadores, como la flotación cambiaria, la profundidad del mercado financiero y el anclaje de expectativas. También dispone de espacio para robustas respuestas de política, particularmente de la política monetaria.
“El Banco Central está preparado para enfrentar nuevos desafíos, tenemos la capacidad para identificar cambios relevantes y reaccionar con la rapidez necesaria. Estos son atributos que hemos ido fortaleciendo con el tiempo y que debemos mantener frente a nuevos desafíos”, añadió.