Informe de Greenpeace: El mar se queda sin tiburones
La situación es tan grave que muchas especies de tiburones están en peligro de extinción y algunas poblaciones han disminuido hasta en un 99% debido a la actividad humana.
La falta de control y protección de las aguas internacionales está generando año a año una acelerada reducción en la población de tiburones, los que son cazados por la industria pesquera y sus técnicas de explotación intensiva.
Esta es una de las principales conclusiones de un informe que acaba de publicar Greenpeace, en el que señala que decenas de miles de tiburones en peligro de extinción mueren a consecuencia de la falta de regulaciones en aguas internacionales.
“Las prácticas que ejercen la sobrepesca son crueles y completamente inmorales. Los gobiernos del mundo deben acordar en la ONU un Tratado Global Oceánico que permita allanar el camino para la creación de una red de santuarios que proteja a las especies marina y el ecosistema en el que viven”, comenta Estefanía González, coordinadora del programa de océanos de Greenpeace Andino.
Muchos tiburones son capturados cruelmente y otros quedan atrapados entre las redes o en líneas kilométricas de anzuelos destinadas a otros peces, como el pez espada. Incluso, el objetivo de algunos buques es solamente cortarles sus aletas para venderlas como alimento exótico en algunas zonas del mundo.
La situación es tan grave que muchas especies de tiburones están en peligro de extinción y algunas poblaciones han disminuido hasta en un 99% debido a la actividad humana.
Por su parte, el informe de la ONG destaca el impacto que la sobrepesca está teniendo sobre poblaciones de tiburones mako, el más rápido en el mundo y en peligro de extinción. Según investigaciones de la organización ambientalista, barcos españoles y portugueses capturan hasta 25 mil tiburones mako al año.
Según los datos contenidos en el informe, se capturan cuatro veces más tiburones que peces espadas.
En la actualidad, apenas cerca de 1% de los océanos están protegidos y no existe un mecanismo legal para la creación de santuarios sobre aguas internacionales.
“A través de este informe exponemos a los culpables de estas atrocidades, pero también desde Greenpeace exigimos a los gobiernos del mundo un acuerdo con regulaciones estrictas, que le ponga límites a las pesqueras sobre la protección de los océanos”, afirma Estefanía González.