Cómo habría funcionado el mecanismo de Oviedo para malversar $4.500 millones de los fondos reservados del Ejército
De acuerdo al procesamiento de la ministra Rutherford, existía un método establecido para la apropiación de recursos fiscales.
A última hora de este sábado, la ministra en visita Romy Rutherford notificó al general (r) Humberto Oviedo que era formalmente procesado por la malversación de más de $4.500 millones mediante la utilización de gastos reservados, establecido en un documento de 250 páginas donde se detallaba cómo el militar habría usado personalmente esos dineros en sus cuatro años como comandante en jefe.
El procesamiento señaló cifras sorprendes: una vez al mes Oviedo recibía $6 millones para su propio uso, distinto a su remuneración, totalizando más de $200 millones en menos de tres años. Además, $24 millones eran destinados al mantenimiento de su casa (incluida la comida), $30 millones anuales para viajar, aparte de los viáticos y $21 millones para el “repostero”. Anualmente, en total tenía $745 millones de libre disposición.
Asimismo, mensualmente pagaba $2,3 millones al secretario general y cerca de $1,2 millones a otros asesores, además de $1 millón mensual para cada excomandante en jefe del Ejército. Todos los dineros malutilizados por Oviedo salieron de los gastos reservados, que para efectos legales solo pueden ser usados para la seguridad nacional.
Según explica La Tercera, el sistema funcionaba así: Oviedo acordó con el director de finanzas, Jorge Rojas, que el jefe del departamento de finanzas de la Comandancia en Jefe, Sergio Undurraga Vásquez, debía retirar el dinero para gastos reservados y distribuirlos en efectivo de manera parcelada. Esto se realizaba bajo tres conceptos: “Recursos del comandante en jefe”, “recursos extraordinarios del comandante en jefe o “recursos de libre disponibilidad del comandante en jefe”.
Con el dinero en sobres, Undurraga repartía a Oviedo, ex comandantes en jefe, asesores y también al teniente coronel Cristóbal Butti, encargado del mantenimiento de la casa del general (r), en Vitacura.
De acuerdo a Butti, la primera entrega en marzo de 2014 fue de $ 6 millones, por cinco meses. “Esa suma aumentó a $ 8 millones por un año. A mediados de 2016 pasaron a unos $ 10 millones (…). Algunos meses a sumas superiores a los $ 18 millones, incluso sobre los $ 25 millones, por las actividades de finales de año”.
Vásquez reconoció este modus operandi y añadió que los montos en gastos reservados de Oviedo “fluctuaban entre los $ 750 y $ 800 millones anuales”, de lo que no debía dejarse constancia.
Dólares
La mayor parte de lo supuestamente malversado por Oviedo sería la glosa en dólares de gastos reservados. Rutherford afirma en su procesamiento que “por orden del comandante en jefe, dichos caudales durante los años 2014, 2015 y 2016 ascendieron al equivalente a US$1.540.000, más $195.200.000 por cada año; y el año 2017 al correspondiente a US$ 1.520.000 más $ 96 millones”.
Otros puntos llaman la atención del documento. El exsecretario general del Ejército, general (r) Sergio Ahumada, declaró que había almuerzos en la Comandancia en Jefe con políticos y columnistas, con dineros que vendrían de los fondos reservados; se manejaba un stock de chocolates que compraban en La Fete, Mulier o Leonidas (…) y se gastaban unos $150.000 a la semana en chocolates; asimismo, en floresse llegaron a gastar $600 mil y hasta $8 millones en lápices Mont Blanc.