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17 de Octubre de 2019

Estudian distribución y hábitat del huillín con miras a su preservación

Los resultados orientarán planes de conservación y protección de zonas ribereñas donde vive esta especie.

Por Redacción EL DÍNAMO
huillín
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Hasta mediados del siglo pasado, la intensa cacería del huillín (Lontra provocax) para comercializar su piel, altamente demandada por la industria peletera, lo llevó a ubicarse entre las especies amenazadas y en peligro de extinción del país. Y hoy, los cambios en su hábitat, a causa mayoritariamente de la acción humana, no han mejorado la situación para este mamífero terrestre acuático nativo de la zona sur de Chile y Argentina.

En vista de ello, desarrollar acciones para conservar, transmitir y visibilizar la importancia del huillín, también llamado gato de río o nutria de agua dulce, y la necesidad de proteger su hábitat, se ha convertido – desde 2011- en el gran desafío  las empresas forestales de la zona, entre ellas Arauco, y quienes se unieron en una virtuosa alianza para proteger a esta especie y las zonas ribereñas en donde vive.

Estudio y monitoreo

En la actualidad, Arauco continúa con este compromiso, impulsando -junto al investigador Patricio Méndez, Máster en Gestión Ambiental (Universidad de Valladolid) y Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (Universidad Mayor- un proyecto de estudio sobre la distribución geográfica y monitoreo de la especie, cuyos registros confirman su distribución al norte del río Toltén, en La Araucanía, hasta la Región de Aysén, a pesar de que hace 10 años se estimaba que desaparecería de su distribución norte.

Patricio Méndez, quien estudia a esta especie desde 2006 y ha participado en numerosos proyectos de restauración ribereña, explica que se espera mejorar los corredores con vegetación por donde el huillín se mueve. “En 2020, contaremos con una lista de sitios prioritarios donde restaurar, lo que significa que el huillín dispondrá de corredores de desplazamiento recuperados”, sostuvo el investigador. Igualmente, agregó que “esto se monitoreará para obtener evidencia sobre si la distribución geográfica de la población de huillín se mantiene y, a la vez, si se repueblan dichos sectores”.

“Los Sistemas de Información Geográficos (SIG) han ayudado a hacer un seguimiento y una actualización a las primeras investigaciones (CODEFF inició la investigación de esta especie en la década de los 90), es así como hoy contamos con un mapa actualizado, a una escala mucho más detallada, y que permite predecir los sitios donde potencialmente existen las condiciones para que el huillín habite. Con esta información podemos apoyar la toma de decisiones de parte de los actores que habitan la zona norte del límite de distribución de la especie”, aseguró Méndez.

Hábitat y distribución

El huillín se caracteriza por ser un animal pacífico que vive en ambientes acuáticos como ríos, humedales y lagos, pasando la mayor parte de sus horas en el agua. Para su desplazamiento, utiliza los cursos de agua, de allí la importancia de mejorar la conectividad de los corredores naturales a través de la restauración ribereña, destacó Méndez.

Y una de las particularidades del estudio, es que determinará el grado de ocupación de la especie en el límite norte del país, en donde hasta ahora se estima que el número de huillines no superaría los 100 ejemplares, esperando lograr una proyección concreta del total de la población. Además, se estudiará el grado de parentesco entre los individuos para detectar la presencia de endogamia, es decir, el cruzamiento de miembros de una misma familia.

Para todo lo anterior, se utilizarán 18 cámaras trampa ubicadas en cuencas estratégicas como lo son los ríos Mahuidanche, Toltén y Queule. Y también se considerarán datos de material fecal y huellas del animal encontradas, lo que en su conjunto contribuirá a establecer mapas del territorio ocupado por la población de huillines.

huillín

Foto de Marc Chaufer.

Interés forestal

La investigación también busca aportar datos relevantes sobre las particularidades de su hábitat, antecedentes que permitirían compatibilizar el desarrollo silvoagropecuario y otras actividades productivas e inmobiliarias con la vida silvestre de esta especie, orientando planes de conservación y protección de zonas ribereñas.

“Todos los bosques contienen valores ambientales, sociales y económicos que deben ser protegidos”, sostuvo el gerente de Medio Ambiente y Comunidad de Arauco, Juan Anzieta. “En todo el patrimonio realizamos un monitoreo y puesta en valor de una biodiversidad única. Así, hemos identificado especies en listados de conservación, que van desde peligro crítico de extinción a especies amenazadas de alto valor para la humanidad, tales como el huillín, monito del monte, el huemul y la ranita de Darwin”, señaló.

Y es que el 25% del patrimonio forestal de la compañía corresponde a bosque nativo, para el cual la firma desarrolla diversas iniciativas orientadas a su protección y puesta en valor. “Toda la gestión socioambiental que realizamos se articula a partir de tres pilares: conocer la relación de nuestros procesos con los ecosistemas donde estamos presentes, planificar nuestras acciones para prevenir impactos, y colaborar con nuestros vecinos, las universidades y las autoridades, buscando potenciar los esfuerzos conjuntos”, aseguró Anzieta.

Dentro de su patrimonio, Arauco investiga y monitorea permanentemente el estado de la vegetación y fauna nativa para detectar posibles amenazas y activa planes de gestión y protección, como en el caso del huillín. “El principal desafío es mantener y mejorar la biodiversidad existente”, finalizó Anzieta.

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