Desigualdad: ¿Puede Chile retroceder 27 años por el desempleo y la inflación?

“Si el desempleo se estacionara en cifras en torno al 10% y la inflación se empinara al 6% -el doble de la meta del Banco Central- el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, retrocedería 27 años, hasta los valores que exhibía a comienzos de los 90“.

Con estas palabras, Mario Marcel, presidente del Banco Central, se refirió a la situación económica del país, temiendo que el desempleo y la inflación provoquen serios impactos en la economía nacional.

Al entregar los resultados del Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a diciembre de 2019 a la Comisión de Hacienda del Senado, Marcel afirmó que “estamos conscientes que no somos portadores de buenas noticias, pero estamos convencidos de que el país hoy necesita que su Banco Central que le hable con franqueza, honestidad y respaldo técnico, pues es a partir de ahí que podrá enfrentarse la crisis social que vivimos”.

“Las proyecciones de este IPoM hablan de caídas de la actividad, grandes pérdidas económicas para algunos sectores, destrucción de empleos y enormes desafíos para la recuperación, especialmente si se quiere que esta ocurra sin más presiones sobre el costo de vida y el bienestar de la ciudadanía”, indicó.

Luego, dio a conocer que, tras el estallido social del pasado 18 de octubre, el PIB del país crecerá un 1%, muy por debajo del 2,25% y 2,75% que estimó el IPoM de septiembre.

Consultada ante esta apreciación, la economista Claudia Sanhueza, directora del Centro de Economía y Política Social de la Universidad Mayor, explicó a EL DÍNAMO que en dos décadas, efectivamente los índices han mejorado, aunque aclara que “el Gini mide los ingresos en un mismo año, entonces nunca se controla por la inflación. La inflación no cambia los índices Gini, metodológicamente es imposible“.

En esa línea, Sanhueza afirma que lo que podría provocar la inflación es que “aumentan los precios de la canasta básica y más gente podría quedar bajo la línea de la pobreza. No sé si sería del 40% como en 1990, pero sí aumentaría”.

Por su parte, Felipe Balmaceda, académico del departamento de Economía de la Universidad Diego Portales, aclara a EL DÍNAMO que “los economistas no somos brujos”, por lo que no se puede predecir un número exacto en cuánto podría afectar la crisis a Chile. Sin embargo, indica que “los más afectados son los que pierden sus salarios (…) no hay política social posible con tasas de desempleo altas“.

“El desempleo es terrible y eso sí va a aumentar la desigualdad. La gente cree que los economistas no somos empáticos, pero la verdad es que los números son elocuentes. No es una confabulación, la economía trabaja así en todas partes del mundo”, agrega el economista.

Balmaceda asegura asimismo que la problemática del desempleo y la inflación responde a “que tenemos un Estado para un país de 5 mil dólares per cápita y tenemos demandas de 25 mil dólares per cápita”. 

¿Qué es el coeficiente de Gini?

El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad. El valor va entre 0 y 100, siendo cero la máxima igualdad (todos los ciudadanos tienen los mismos ingresos) y 100 la máxima desigualdad (todos los ingresos los tiene un solo ciudadano).

Cada país tiene dos puntuaciones: una para la desigualdad de ingresos, que mide los salarios, el capital y los ingresos de la propiedad, y otra para los ingresos después de la redistribución, que considera los factores de nivelación, como los impuestos pagados, las prestaciones en efectivo y la seguridad social.

En 1990, Chile estaba en el rango de 52,1, mientras que para 2017 era de 46,6. Pese al avance, el informe de Panorama Social en América Latina de 2018, dado a conocer por la Cepal, dio a conocer que en 2017 el 50% de los hogares de menores ingresos accedió al 2,1% de la riqueza neta del país, mientras el 10% de los más adinerados concentró el 66,5%.

Según las cifras del Banco Mundial, Chile ocupa la décima posición en términos de desigualdad económica en comparación a los demás países latinoamericanos.

De todas formas, Sanhueza asegura que, a su juicio, el coeficiente de Gini “no es un buen indicador de la desigualdad, porque la mide en términos relativos y no absolutos”.

“Si tú ganas 10 y el más rico gana 1.000, y a todos se les sube el 10%, el Gini no cambia. Pero si comparo los ingresos, las brechas, veo que te subieron 1 y al más rico 100“, indica la investigadora.