Alcalde de Pudahuel tras intensas jornadas de enfrentamientos: “Exigí el cese de las bombas lacrimógenas y sentarnos a conversar”
El jefe comunal hizo su propio análisis respecto a los hechos que se vienen registrando desde el pasado 7 de enero, luego de que un joven de 24 años fue atropellado por una patrulla policial.
Una intensa y violenta jornada se vivió el pasado sábado en el sector sur de la comuna de Pudahuel. Por quinta noche consecutiva se registraron enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros en la 55° comisaría.
Sin embargo, aquella noche fue particularmente más extensa que las anteriores, ya que los sujetos llegaron hasta el cuartel policial armados con piedras, objetos contundentes, bombas molotov y fuegos artificiales.
Según lo informado por la mayor Luz María Valenzuela, fue un grupo cercano a las 200 personas las que atacó la comisaría. “Nos vimos particularmente afectados por gran cantidad de elementos contundentes, como piedras, pero lo más impactante fue el uso de las bombas molotov, las cuales no solamente llegan al exterior del cuartel, sino que a nuestro interior”, dijo.
“Se puede apreciar un gran aumento en lo que es la violencia en el ataque hacia esta dependencia (…) como Carabineros estamos tratando, dentro de nuestras posibilidades, de contener y no dañar a la ciudadanía… Sin embargo, lamentablemente por los niveles violencia, nos hemos visto en la obligación de usar los medios que la ley nos faculta”, agregó la mayor.
El alcalde de Pudahuel, Johnny Carrasco, hizo su propio análisis respecto a los hechos que se vienen registrando desde el pasado 7 de enero, luego de que un joven de 24 años fue atropellado por una patrulla policial.
“Exigí el cese de las bombas lacrimógenas y sentarnos a conversar, porque nos había costado por descoordinaciones (…) después de la reunión con los vecinos, nos juntamos con el intendente… Yo creo que fue una reunión productiva, los vecinos también estaban informados de eso. Determinamos dos cosas, que creo que son el resultado del sábado y de ayer (domingo)”, aseguró el alcalde.
“Determinamos en que se hará un esfuerzo -a petición nuestra- en no tirar en exceso bombas lacrimógenas. Indudablemente yo debo entender que si hay grupos exaltados y quieren atacar a Carabineros tiene que defenderse, evidentemente”, continúo, en conversación con Bienvenidos.
En relación al ataque ocurrido el sábado, el jefe comunal indicó que “lo que ocurrió entonces es que hubo varias marchas, pero las marchas después de eso varias se disolvieron. Y los vecinos- y esto hay que destacarlo- no participaron ese sábado en las manifestaciones. Incluso si ustedes miran imágenes, los vecinos están mirando, algunos con lienzos en sus casas que decían ‘no más lacrimógenas'”.
Según el alcalde, después de las protestas pacíficas realizadas por los residentes de la comuna, “apreció un grupo, no sé si decirle radicalizado o derechamente de delincuentes. Esas personas les exigimos: retírense (…) por favor dejen que los vecinos se manifiesten tranquilamente”.
Carrasco valoró “el actuar de Carabineros, porque si hubiesen querido actuar de otra forma, las consecuencias hubiesen sido mayores”.
Finalmente, el alcalde también desmintió que “la comisaría iba a estar cinco días más en la comuna. Eso es falso. Quiero decirle a los vecinos que Pudahuel necesita la comisaría, necesitamos en un estado de derecho, los que se quieran manifestar que lo hagan, pero también el estado de derecho dice: ‘señores, no podemos seguir apedreando la comisaría’ (…) nos costó muchísimo poderla construir”.
El origen de la comisaría
En febrero de 1996 se creó la subcomisaría Pudahuel Sur, la que en 2008 tuvo un histórico cambio de nombre a raíz de la muerte del cabo Cristián Vera Contreras, quien fue asesinado el 11 de septiembre de 2007.
En aquella época, el funcionario de la institución, que llevaba 15 años de servicio, recibió un disparo mientras resguardaba el colegio Monseñor Enrique Alvear, ubicado en la intersección de las calles Laguna Sur con La Estrella.
Pese a los esfuerzos médicos, Vera falleció el 12 de septiembre en el hospital institucional. Tras su muerte se detuvo a un joven de 18 años, quien fue condenado a 10 años y 1 día de presidio.
Mientras que la justicia también condenó al Estado a pagar una indemnización de 190 millones de pesos a la esposa e hijos de la víctima, por daño moral.