Guillermo Mendoza de ARAUCO sobre incendios forestales: “Hay una mayor ocurrencia, pero el compromiso es trabajar día a día y llegar con rapidez”
El subgerente de Asuntos Públicos de la compañía forestal catalogó a ésta como una temporada “muy compleja”, agravada por el déficit hídrico que vive el país.
Más de mil incendios han combatido las empresas forestales en lo que va de la temporada (2019-2020), lo que equivale a un 200% más que el periodo anterior.
Y es que la megasequía que afecta al país “ha provocado una condición de emergencia agrícola, generando escenarios propicios para la ocurrencia y propagación de incendios forestales, debido a variables como el aumento de disponibilidad de combustible fino muerto, estrés hídrico que resulta en vegetación de poco vigor y poca capacidad de respuesta fisiológica ante condiciones extremas”, explicaba a Emol -previamente al inicio de la temporada- el ministro de Agricultura, Antonio Walker.
De hecho, es tal la problemática que, por ejemplo, ARAUCO -anticipándose a la situación- destinó para este periodo una inversión de US$50 millones, orientados a prevención (US$6 millones) y al combate de incendios rurales y forestales (US$44 millones).
Pero ¿cuál es realmente la condición actual en materia de incendios forestales y cómo se está enfrentando? Para conocer estos detalles, El Dínamo conversó con Guillermo Mendoza, subgerente de Asuntos Públicos de ARAUCO
Ocurrencia y magnitud de los incendios
Si bien, la mayoría de los incendios forestales y rurales son producto de la intervención del hombre, el déficit hídrico que se registra en el país y que en algunas zonas supera el 40%, tal como sucede en la Región del Maule (49%), contribuye a crear un escenario difícil.
Por ello, y pese a que “se trabaja día a día para evitar que haya incendios, lo cierto es que esta es una temporada muy compleja desde el punto de vista de las lluvias. Estamos con una sequía muy importante en la zona central, lo que contribuye a que las condiciones sean propicias para generar incendios”, afirmó Mendoza.
Considerando esto, ¿cómo ha transcurrido este periodo cuya época peak comenzó a mediados de diciembre de 2019?
–Hay una mayor ocurrencia, lo que significa que hay más incendios que en el mismo periodo anterior, y también tenemos más probabilidades de que se genere un incendio grande, lo que es muy malo. Además, hay una mayor superficie afectada.
Se han producido en las regiones del Biobío y Ñuble varios incendios, algunos de ellos bien complejos por temas de topografía, como fue uno en la comuna de Santa Juana, también hubo uno muy complejo en Nacimiento y uno bastante complicado en Hualqui.
En este último, por ejemplo, desplegamos un número importante de recursos, entre ellos tres brigadas terrestres, cuatro brigadas helitransportadas con cuatro helicópteros, un guardabosques, personal técnico, un skidder -que es como máquina que sirve para hacer cortafuegos-, cuatro aviones de combate, un mega helicóptero que se llama Camille y es capaz de cargar hasta 10 mil litros de agua (10 veces más que uno tradicional) y también estuvo trabajando el Black Hawk, con capacidad de 3.000 a 3.400 litros de agua por carga.
Recursos desplegados
La estrategia de ARAUCO tiene un fuerte énfasis en la prevención, entendiendo que “el mejor incendio es el que no se produce”, destacó Mendoza. Y por lo mismo, al día siguiente que termina una temporada se empieza a trabajar en la próxima. Pero, considerando la magnitud que pueden llegar a alcanzar los incendios, la compañía también contempla un amplio despliegue de recursos para el combate de estos.
En esa línea, Arauco cuenta en esta temporada con un total de 1.404 brigadistas (204 corresponde a personal de combate nocturno) y 130 brigadas, de las cuales 116 son terrestres y 16 helitransportadas.
Adicionalmente, la forestal dispone de 14 helicópteros Koala; dos helicópteros Aircrane 64, considerados los más grandes y eficientes del mundo para el combate de incendios forestales; dos helicópteros medianos, un Bell 412 y el veloz Black Hawk; 12 aviones de combate AT- 802, dos aviones de coordinación y observación, y 74 carros bombas, entre otros instrumentos.
Lecciones aprendidas y trabajo con la comunidad
Más de 500 mil hectáreas fueron afectadas por incendios en lo que fue el periodo 2016-2017, protagonizando así el “peor desastre forestal de la historia”, según palabras de la ex presienta Michelle Bachelet. Pero, tras estos sucesos, ¿qué lecciones se sacaron y qué medidas inspiradas en éstas hoy se están aplicando?
-A partir de los grandes incendios de 2017 formalizamos nuestro trabajo con las comunidades. Esto, a través de lo que se llama la Red de Prevención Comunitaria, donde participamos en más de 300 comités de prevención durante el año en las zonas de interfaz, es decir, en aquellas donde se juntan los bosques con la comunidad.
En el marco de ésta se generan acciones para prevenir los incendios y que tienen que ver con construcción de cortafuegos y con limpieza de los lugares cercanos a las casas, entre otras.
Cabe mencionar que el patrimonio forestal de Arauco va de la Región de O´Higgins hasta la región de Los Lagos, pero también se coopera con incendios de gran envergadura en otras zonas y asociados a terceros. De hecho, más de un 30% de los incendios que combatimos transcurren en predios de terceros, o sea, no son de nuestra propiedad.
Otras medidas de monitoreo y prevención
Además de la Red de Prevención Comunitaria, ARAUCO ha implementado patrullajes preventivos en días de alerta, desde O´Higgins a Los Lagos, “donde muchas personas que trabajan en la forestal dejan sus funciones normales y patrullan con rutas preconcebidas”, detalló el subgerente de Asuntos Públicos de la compañía.
A estos, se suma el trabajo de brigadas especializadas en combate nocturno de incendios. “Son brigadas terrestres que nos han dado muy buenos resultados, porque durante la noche – al caer la temperatura- podemos enfrentar mejor una condición de incendio”, explicó Mendoza.
Asimismo, y aparte de las 125 torres de vigilancia tradicionales, “tenemos 50 cámaras robot, que son cámaras inteligentes que identifican hasta 25 km en un radio de 360º, y van viendo las columnas de humo. De esta manera, podemos chequear todo más rápidamente y enviar recursos de forma más oportuna”, finalizó el ejecutivo.