Ingreso Mínimo Garantizado prevé un costo de 200 millones de dólares
El ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, afirmó que es "una buena política pública desde la mirada social y económica", ya que el subsidio va directo al bolsillo del trabajador, permitiendo reactivar la economía.
“Nadie va a ganar menos de $300 mil líquidos a fin de mes“. Esa es la promesa que el Gobierno quiere cumplir con el Ingreso Mínimo Garantizado, proyecto que este miércoles debe ser visto por la Cámara de Diputados en tercer trámite. De ser aprobada, la iniciativa queda lista para ser ley.
“Tenemos todas las expectativas puestas en que esto se apruebe por una amplia mayoría, porque así este subsidio va a ser entregado y va a ser un alivio para casi 670 mil trabajadores”, expresó el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, a EL DÍNAMO, quien agrega que “cada semana que se demora, es menos plata a fin de mes“.
El proyecto tiene un costo de 200 millones de dólares anuales de aquí al 2023. Sin embargo, para Sichel, “esta es una buena política pública desde la mirada social y de la mirada económica. Se invierten recursos frescos a trabajadores de menos ingreso, pero además reactiva la economía, porque estos recursos van directo al bolsillo del trabajador y le permiten mejorar su capacidad adquisitiva, pagar mejor sus deudas y no endeudarse”.
Según el ministro Sichel, para la redacción del Ingreso Mínimo Garantizado, el Gobierno tomó las recomendaciones realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en transferencias directas al ingreso.
Uno de los objetivos del proyecto de ley es potenciar la inclusión y la calidad del empleo en la línea con el informe Estudios económicos de la OCDE: Chile 2018, donde se menciona que “para potenciar aún más la formalización, sería aconsejable ampliar los subsidios salariales existentes para los jóvenes y los trabajadores con salarios más bajos en empleos formalizados“.
En esa línea, Sichel afirma que “el ingreso mínimo tiene que ver con poner pisos mínimos de dignidad, pero muchas veces el Estado no hace justicia social para que esos ingresos aumenten no sólo por el trabajo”.
“Además, miramos mucha evidencia comparada en lo que se llama los impuestos negativos. Estas transferencias se asocian a una especie de devolución de impuestos porque lo que se hace en la práctica es que, a esa familia de bajos ingresos que paga impuestos, lo que hace el Estado es subsidiarlo para reingresar en parte lo que pagan para que lo termine gastando”, concluyó el titular de Desarrollo Social.
Beneficiarios
El proyecto de Ingreso Mínimo Garantizado crea un subsidio que asciende a $59.200 para el bolsillo de quienes ganan el Salario Mínimo de $301.000, lo que les permite alcanzar un monto bruto de $360.200, es decir, un monto líquido de $300 mil. Además, el beneficio se extiende hasta los $370.000 bruto.
Para acceder al beneficio de Ingreso Mínimo Garantizado, los trabajadores deben contar con un contrato de trabajo de jornada completa de más de 30 horas, no pertenecer al 10% de mayores ingresos y acreditar ambos requisitos anteriores al momento de postular a este pago.
Según datos del Gobierno, cerca del 60% de los potenciales 670 mil beneficiarios integran un hogar perteneciente al 40% más vulnerable del país y dos de cada tres trabajan en una micro, pequeña o mediana empresa.
Sólo durante el primer año, las personas tendrán que postular al beneficio de Ingreso Mínimo Garantizado en una plataforma que se está diseñando y presencialmente a través de las seremías del Ministerio de Desarrollo Social. A partir de marzo del siguiente año (2021), el beneficio sería automático.