Covid-19: Corte Suprema califica situación de cárceles como “bomba de tiempo”
Lya Cabello dejó en claro que es "de particular importancia la recomendación de reducir las poblaciones penitenciarias siempre que sea posible".
La Fiscal Judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello, dio a conocer un informe sobre la situación de los recintos penitenciarios de cara al Covid-19, donde constata la imposibilidad de implementar medidas efectivas de prevención para evitar el contagio y la calificó de “una bomba de tiempo”.
Cabello dejó en claro que es “de particular importancia la recomendación de reducir las poblaciones penitenciarias siempre que sea posible mediante la implementación de esquemas de liberación temprana, provisional o temporal para aquellos detenidos que sea seguro hacerlo, teniendo en cuenta las medidas no privativas de libertad indicadas en las Reglas de Tokio”.
El documento de la Fiscal Judicial señala que a pesar de las medidas adoptadas por el Ministerio de Justicia y Gendarmería para prevenir y controlar la epidemia de coronavirus que pueda sufrir la población recluida, “las condiciones de hacinamiento de nuestros recintos de reclusión impiden realizar cualquier medida de resguardo o paliativa del contagio del virus en forma eficiente o que alcance los estándares requeridos para prevenir su propagación, de forma que solo damos cuenta de las condiciones en que se cumple al interior de cada recinto las instrucciones y lineamientos normativos básicos para resguardar la salud de los internos, funcionarios y personas que visitan los centros de detención; haciendo notar aquellos casos en que se requiere pronta intervención para prevenir situaciones de riesgo que resulten imposibles de controlar”, dice el informe.
“La realidad de los recintos penitenciarios de nuestro país ha evidenciado que la privación de libertad implica, en sí misma, la privación de otros derechos o medios de subsistencia, tales como el acceso a agua potable, a una atención médica oportuna y a medidas de higiene y salubridad, lo que acompañado de las altas tasas de hacinamiento y de deficiencias infraestructurales serias en varios establecimientos penitenciarios, convierten a las personas privadas de libertad en un grupo especialmente vulnerable a un contagio rápido y masivo, y a un escaso e insuficiente acceso a medidas paliativas que permitan un adecuado tratamiento frente a la enfermedad contagiosa que se vive en el país”, explica la Fiscal Judicial de la Corte Suprema, Lya Cabello.
Entre los principales problemas presentes en la red carcelaria nacional está el hacinamiento, con “la inexistencia de celdas individuales en la gran mayoría de los casos, lo que impide la primera medida recomendada para la contención del contagio, como es el distanciamiento social; el que resulta imposible de cumplir en esos recintos, más aún cuanto que los internos permanecen encerrados en dormitorios colectivos más de 15 horas diarias y cerca del 51% de los reos hombres no cuenta con una cama propia para dormir”.
A esto se suma la falta de condiciones para desarrollar lugares de aislamiento para cuarentena, detectándose el uso de celdas de castigo, que “no cuenta con entrada de luz natural, es muy frío y húmedo, las camas por cada celda se encuentran emplazadas en bloques de concreto y empotrada a la muralla, además que el baño en cada una de estas celdas, es abierto, con urinarios comunes y, si bien tiene servicio permanente a agua potable, ésta es solo fría, indicándole que el lugar destinado a posibles contagiados, no cuenta con las condiciones mínimas para personas que pudieran presentar síntomas de una neumonía agravada, como se trata de la enfermedad por coronavirus”.
Junto con ello, la Fiscal Judicial de la Corte Suprema detectó que “solo en 10 regiones y de manera parcial los centros penitenciarios cuentan con agua potable suficiente y durante todo el día para que los internos y funcionarios puedan realizar la primera instrucción entregada por las autoridades sanitarias de lavarse las manos frecuentemente”.
“En la mayoría de los informes (13 de 17) se indica que los centros penitenciarios cuentan con insumos en general para la limpieza y desinfección, tales como mascarillas, gel, jabón, cloro, alcohol, guantes de látex, desinfectantes. El problema es que la cantidad de estos resulta insuficiente para enfrentar eficazmente la emergencia sanitaria o los entregados son inadecuados para ello”, precisó la funcionaria de la Corte Suprema.