El día a día en una operación minera en medio de la pandemia
La rápida expansión del coronavirus ha obligado a extremar las medidas sanitarias, siendo ejemplo de ello la mina Los Bronces, donde la larga lista incluye la segregación de los equipos de trabajo y un monitoreo continuo de todos los trabajadores en faena.
Al igual que todos los días, la jornada de cada trabajador de la mina Los Bronces, en Lo Barnechea, comienza con un celular en mano para responder un cuestionario, una tarea simple, pero que cumple un fin más que importante: conocer si la persona presenta algún síntoma asociado al coronavirus (COVID-19), o bien si ha estado cerca de algún caso confirmado.
Y es que, pese a que se redujo a más de la mitad el personal presente en la faena, al ser la minería la principal actividad económica del país puede seguir operando en la medida que se apliquen los controles de riesgos pertinentes.
Por lo mismo, en Los Bronces, una mina de cobre y molibdeno de Anglo American, las medidas sanitarias se han extremado. Gracias a ello, entre sus filas sólo se cuenta un colaborador confirmado con coronavirus, quien es parte de una empresa contratista y se contagió fuera de las dependencias de la compañía, y que -debido a las pesquisas- no alcanzó a ir a su respectivo turno ni a estar en contacto con sus compañeros de trabajo.
Las medidas adoptadas
En Los Bronces, anticipándose a lo que se venía, se comenzó a trabajar de manera proactiva desde enero en las medidas que se tomarían para hacer frente al coronavirus.
Dentro de este contexto, “lo primero que se hizo fue definir qué cargos podían ser ‘semi trabajables’ o hacerse remotamente. De esta manera, una de las primeras acciones que se llevaron a cabo fue bajar a toda la gente que pudiera hacer su trabajo desde Santiago”, detalló a El Dínamo la gerente regional de Salud de Anglo American, Marta Cabrera.
“Pero tratamos de ir un poco más allá de este plan inicial. Así que en realidad hicimos un esfuerzo máximo para bajar a la mayor cantidad de gente posible y dejar arriba solamente a los que son estrictamente necesarios, descartando también a quienes son parte o conviven con personas pertenecientes a los grupos de mayor riesgo”, agregó Cabrera.
Se trata del “Grupo Rojo”. Así se les denominó en la minera a las personas consideradas en el grupo de riesgo, las que -como señala la Dra. Cabrera- fueron enviadas a sus hogares para resguardar su salud y están desempeñando sus funciones a través del teletrabajo.
Específicamente, en este grupo se encuentran las personas con efermedades crónicas (cardiovasculares, respiratorias crónicas preexistentes y diabetes); enfermedades autoinmunes; personas en tratamiento de quimioterapia; embarazadas; y quienes cuidan y viven bajo el mismo techo con personas inmunocomprometidas (por ejemplo, cáncer en tratamiento), prematuros menores de 6 meses, lactantes menores de 3 meses y adultos mayores con más de 80 años.
Y luego de determinar el equipo que seguiría trabajando en terreno, las medidas que se adoptaron fueron diversas, desde definir turnos reducidos para almorzar, hasta monitorear diariamente la temperatura de todos los trabajadores, tanto mediante el autochequeo en sus casas antes de salir, como a la subida de los buses que los llevan a la operación.
Además, a cada uno de ellos se les entregó un kit de autocuidado, que incluye artículos como mascarillas, alcohol gel y un termómetro.
Rutina diaria
En Anglo American el mensaje ha sido claro: la prioridad número uno es resguardar la salud y la seguridad de todos quienes trabajan ahí. Resguardo que comienza por la disciplina y el autocuidado, ya que los trabajadores cumplen un rol fundamental en la lucha por mantener al coronavirus fuera de la operación.
Un día cualquiera para un trabajador de Los Bronces, en el marco de esta pandemia, comienza completando la ya mencionada encuesta online, la cual se convierte en una especie de “pasaporte” que llega al correo electrónico y que debe ser presentado antes de subir al bus que lo llevará a las faenas.
En caso de que la encuesta arroje algún factor de riesgo (por ej. identifica síntomas asociados al COVID-19, como tos, dolor de cabeza o problemas respiratorios), la compañía le informará a la persona que no podrá asistir a trabajar y pondrá inmediatamente en marcha un plan de acción con el fin de asegurar que reciba la asistencia necesaria.
En tanto, si los resultados del cuestionario no dan cuenta de la enfermedad, el trabajador podrá dirigirse a tomar el bus destinado al traslado a las operaciones, donde tendrá lugar un segundo control: se le tomará la temperatura. Y de comprobarse que no presenta fiebre, recién entonces podrá ingresar al vehículo, en el que además hay que sentarse de forma intercalada para mantener la distancia mínima recomendada y usar un protector respiratorio.
Por otro lado, si el trabajador se encuentra en plena realización de sus labores y empieza a presentar síntomas, el protocolo indica que debe avisar a su supervisor, quien reportará la situación al equipo de salud de la compañía, presente en las mismas operaciones, y que tendrá que derivar al trabajador -tomando todas las medidas de precaución necesarias- a un recinto médico, donde le tomarán el examen que determinará si existe o no la presencia del virus.
“Todos los días se llama y vamos haciendo un seguimiento de la cantidad de personas que tenemos en cuarentena (sea preventiva u obligatoria), para saber cómo están y si llegaron los resultados. Y esto genera que, si llegara un resultado positivo, se avisa inmediatamente y se activan los planes de control y gestión de los contactos”, agregó la gerente regional de Salud de Anglo American.
Adicionalmente, y con fines preventivos, los equipos de trabajo fueron segregados en diferentes turnos. “Por lo tanto, si se enferma uno del grupo A, sólo se saca a la mitad del equipo. Y también, por ejemplo, comen en distintos horarios, de tal manera que, si llegara a haber un caso, no se tiene que bajar a todo el turno completo”, detalló Cabrera.
“Ahora, a todo esto hay que sumarle muchas otras iniciativas y actividades de capacitación y certificación en torno a las medidas preventivas, porque estamos trabajando para ser muy integrales en nuestra preocupación por los trabajadores y sus familias. Es terrible lo que está pasando, pero es una oportunidad de cambiar la manera en la que trabajamos, de ser más eficientes y de cuidarnos unos a otros. Hasta el momento, nuestro controles han mostrado que podemos manejar el riesgo de contagio en la operación”, finalizó Cabrera.