Puerto Varas: la denuncia de discriminación a una trabajadora de la salud que indignó al Gobierno
El hecho afectó a una funcionaria de la Clínica Puerto Varas, quien fue abordada por dos personas que la "invitaron" a no estacionarse en un espacio público para "no enfermar" a los vecinos.
La discriminación en contra de los trabajadores de salud ha sido uno de los grandes males que ha dejado la pandemia de coronavirus, pero hubo un caso en específico que indignó al Gobierno, el que ocurrió durante la semana pasada en la ciudad de Puerto Varas, en la Región de Los Lagos.
El hecho fue alertado por el subsecretario de Salud, Arturo Zúñiga, quien mostró su molestia con la actitud de algunas personas hacia el personal sanitario, que en varias oportunidades ha recibido mensajes de rechazos de sus propios vecinos, quienes temen ser “contagiados” debido a su presencia.
“Esto se suma a las situaciones que hemos visto en condominios, en transporte público, en ascensores. Yo le quiero recordar a la ciudadanía que son estas personas las que nos van a cuidar, las que están arriesgando su salud en los establecimientos tanto de atención primaria como de hospitales”, expresó la autoridad, quien adelantó la presentación de acciones legales.
La situación que molestó al Ejecutivo ocurrió la semana pasada y afectó a una trabajadora de la Clínica Puerto Varas, quien recibió una amenaza directa por su presencia en un estacionamiento público.
Los detalles del caso
La técnico de enfermería Marcela Avendaño, quien vivió la incómoda situación, conversó con EL DÍNAMO, y explicó los hechos, los que ocurrieron cuando ella se disponía a retirarse de la clínica en su vehículo, que estaba ubicado en una zona de la calle demarcada para estacionar.
La trabajadora, que presta servicios al recinto a través de una empresa externa, afirmó que durante los últimos días se ha ubicado frente a la clínica y de las casas que la rodean, debido a que ante cualquier urgencia queda “directo a la puerta”. El sitio es público y está en las afueras de los domicilios.
“Creo que estas personas se dieron cuenta que yo trabajaba ahí porque me vieron varios días, andaba con mascarillas y con café”, expresó.
En su relato, Avendaño relata que tras ingresar a su vehículo estacionado y sin encender el motor todavía “me golpean el vidrio del copiloto, abro la ventana y eran dos caballeros de edad, ambos con mascarillas y uno de ellos me dice que yo no me puedo estacionar ahí. Yo le preguntó por qué y él me dice si vivo acá o no. Le digo que había venido a una urgencia”.
Tras esto, la funcionaria dijo que el individuo le enfatizó que no podía estacionarse en aquel lugar, pese a estar demarcado y ser público. “Me dijo que no podíamos estar ahí porque teníamos contacto con muchas personas, con muchos pacientes, y los podíamos enfermar”, agrega.
Luego, y con la molestia del mal rato vivido, la profesional notó que en el limpiaparabrisas tenía un papel con un mensaje de tono amenazante escrito a mano, el que decía “No vuelvan a estacionarse aquí. A la próxima llamaremos a Carabineros. No queremos (que) nos enfermen”.
Según la denunciante, otros trabajadores también han pasado por situaciones similares, aunque no las han revelado públicamente.
El trabajo de la clínica
El episodio de discriminación molestó profundamente a los trabajadores de la Clínica Puerto Varas, la que tiene 110 años de existencia y no había vivido situaciones de este tipo.
Gustavo Saldivia, dirigente de los funcionarios del recinto, manifestó a EL DÍNAMO que estas acciones no tienen sentido especialmente por la buena experiencia del lugar en el tratamiento de enfermedades como la COVID-19. De hecho, hace un mes atendieron a pacientes extranjeros provenientes del crucero Silver Explorer, quienes ya fueron dados de alta.
“Todo resultó bien y ninguno de los trabajadores que tuvo contacto con estos pacientes se contagiaron, todos salieron negativos en sus exámenes posteriores, ya que hubo un buen manejo de los casos”, afirmó.
Esta situación fue confirmada por la trabajadora afectada, quien expresó que “hemos estado capacitado para recibir a estos pacientes y estoy súper contenta con las medidas que se tomaron”. “Todos nos cuidamos y yo me cuido. Tengo hijos, tengo esposo y soy la única persona que sale de la casa. Nunca voy a querer llevar el virus a mi casa”, aseveró.
La molestia también es compartida por el alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde Cea, quien afirmó a EL DÍNAMO que el hecho es “totalmente repudiable”.
“Nosotros como municipio no hacemos eco de lo allí acontecido, porque es una torpeza, porque al momento del dolor se recurre a los trabajadores de salud, pero cuando hay que sacar algún provecho de cualquier índole se castiga de forma discriminatoria”, afirmó la autoridad comunal.
Avendaño reiteró haberse sentido muy incómoda con lo sucedido, pero insistió con su disposición completa a la “primera línea” del combate del coronavirus.
“A veces estas cosas pasan por un tema de ignorancia (…) pero siempre voy a estar disponible para aportar, me gusta mi trabajo. Incluso puedo dar mi granito de arena al servicio público, el que conozco porque trabajé ahí por muchos años”, cerró.
La técnico de enfermería señaló que cuenta con el apoyo completo de sus compañeros y del equipo de cirujanos de la clínica.