El complejo camino de la intubación mecánica en pacientes Covid-19 positivos
Según especialistas, conectar una persona a ventilación puede "ser una cura peor que la enfermedad", pues es posible generar daños a sus pulmones y corazón.
Desde la irrupción del coronavirus en nuestro país uno de los temas más polémicos ha sido la falta de ventiladores. Implementos que, según el último balance del Ministerio de Salud, aún no han sido ocupados por completo, de hecho, aún hay 536 disponibles de 1.614 para realizar la intubación mecánica.
Sin embargo, lo que nadie considera es que el procedimiento puede traer serias consecuencias para el paciente, e incluso, sino se usa bien, provocar su muerte. Además, los especialistas aseguran que el panorama se vuelve aún menos auspicioso durante las pandemias pues los profesionales no alcanzan a ser debidamente capacitados.
Alejandro Bruhn, médico del comité de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva que colabora con el ISP en establecer estándares mínimos para los ventiladores mecánicos hechos en Chile y jefe del Departamento de Medicina Intensiva de la Pontificia Universidad Católica, explicó a EL DÍNAMO cómo es el proceso de intubación mecánica, cuáles pueden ser sus complicaciones y posibles efectos secundarios.
Lo primero, según el especialista en medicina intensiva, es que en circunstancias donde no existe el personal suficiente para manejar los respiradores artificiales, “el remedio puede ser peor que la enfermedad”.
“En un escenario de colapso, donde probablemente va haber poca posibilidad de que los equipos sean usados por personal entrenado, puede ser que esta solución termine siendo un problema, que la terapia sea menos eficaz en salvar vidas. Como en Nueva York, donde un estudio demostró que de 300 casos de pacientes conectados la tasa de mortalidad fue superior al 80%“, continuó el médico de la Universidad Católica.
Los efectos de intubación mecánica en el organismo
Según contó el médico, la intubación mecánica es un procedimiento peligroso bajo cualquier circunstancia, ya que básicamente, “implicar instalar un tubo en la traquea del paciente”. Para ello, primero se le debe sedar, esto produce una disminución de conciencia en el afectado y lo pone en una situación de mayor vulnerabilidad.
“Con el ventilador mecánico vamos a poner harta presión sobre los pulmones y sobre el tórax de la persona, eso puede generar problemas cardiovasculares, bajar la presión arterial, que al corazón le cueste más bombear sangre por la presión que hacemos”, reveló Bruhn.
Sin embargo, no son los únicos problemas, porque además existe evidencia científica de que los ventiladores mecánicos pueden aumentar el daño pulmonar.
“Así como pude salvar la vida de un paciente, hay un riesgo potencial de que se aumente la inflamación y el pulmón termine más dañado“, dijo el médico.
La mayoría de los fallecidos en Chile no ha sido conectado
Junto al reporte diario de casos COVID-19 positivos, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, entrega algunos datos de quiénes fallecieron de la enfermedad, donde las frases “no fueron conectados a ventilación mecánica” y “tenía enfermedades de base” se repite casi a diario.
Bruhn contó que debido a los riesgos de la ventilación mecánica hay quienes derechamente no son candidatos a usar los ventiladores. Además, otros simplemente se niegan.
“Hay pacientes que se niegan a recibir la ventilación, sobre todo aquellos que están en una edad avanzada o con enfermedades crónicas. Ellos mismos, o después de una discusión con su familia, optan por establecer que no se recurra a la ventilación en caso de deterioro”, continuó.
Sobre los casos donde son los pacientes quienes rechazan el tratamiento, Alejandro Bruhn contó que “ocurre con frecuencia, la mayoría de los pacientes fallecidos en Chile no han pasado por ventilación mecánica ni por cuidados intensivos”, porque, “antes de eso se establece una adecuación del esfuerzo terapéutico a la circunstancias del paciente, bajo el entendido que si se conectan a un ventilador la probabilidad que salgan adelante es demasiado baja”.
Capacitaciones para intubar ahora son virtuales
Debido a que la falta de personal capacitado en técnicas de intubación se hace más latente que nunca con la emergencia sanitaria, desde la Pontificia Universidad Católica decidieron impartir un curso de capacitación online, donde el médico puede obtener su respectiva certificación y practicar de otros cursos relacionados al COVID-19.
La idea es que los médicos interesados realicen al menos 60 veces el procedimientos antes de terminar el curso, el cual consta de material teórico, videos, clases grabadas y horas de práctica. Los ejercicios se desarrollan en alguno de los 21 centros de simulación que tiene la Sociedad Chilena de este tipo de tecnología de Arica a Punta Arenas.
Marcia Corvetto, anestesista del Hospital de Marcoleta de la U. Católica y directora del Centro de Simulación de la misma casa de estudios, afirma a EL DÍNAMO que entrenar a doctores en esta materia es relevante porque “la mayoría de los médicos en su especialidad no aprenden a intubar, sólo se enseña en algunas especialidades como la anestesia, medicina intensiva y urgencia, pero en medicina general se enseña muy poco, algunos nunca han intubado”.
Corvetto también destacó que la falta de experiencia en este proceso puede implicar que el paciente tosa en plena intubación, y pese a que se usan medidas como mascarillas N95 y protectores oculares, puede contaminar todos los miembros del equipo médico.
“Si uno es inexperto, no sabe poner las drogas y no coloca las dosis adecuadas el paciente puede toser. Si llega a toser existe riesgo para el operador. Porque lo más preocupante al momento de intubar es prevenir que se produzcan aerosoles del virus”, detalló la anestesista.
Se puede postular a través de la plataforma Educación Continua, que se encuentra disponible en el sitio web de la Facultad de Medicina de la U. Católica. Además del curso de intubación existen otros tres: manejo de la vía aérea, técnica para invertir a los pacientes y de colocación de implementos para la protección personal. Todos ellos se realizan de forma gratuita.