La contradictoria orden del Gobierno que disminuye controles preventivos de niños y embarazadas
Pese a que desde el Minsal pidieron a la población seguir participando de sus programas, se redujo apropósito la dotación médica y atenciones de este tipo.
Por estos días el ministro de Salud, Jaime Mañalich, y la subsecretaria Paula Daza, aseguraron a los medios de comunicación que se redujo significativamente el número controles preventivos en centros de atención primaria. Por consiguiente, hicieron un llamado a la población para que retomen estos tratamientos, porque de lo contrario existirían serios riesgos para la salud pública.
Sin embargo, desde la División de Atención Primaria del Ministerio de Salud (DAP), explicaron que la falta de interés no obedece a una irresponsabilidad de la población. Pues, desde el mismo Gobierno ordenaron disminuir el número de profesionales para las atenciones preventivas, con el propósito de dotar con mayores recursos humanos y materiales a las áreas enfocadas en enfermedades respiratorias.
Según explicó el encargado de la DAP, Orlando Durán, durante una sesión de la Comisión de Salud del Senado celebrada el 24 de abril vía telefónica, “hemos indicado la reducción al máximo del personal de atención no COVID 19 que trabajan en control niño sano o control de embarazo”.
“También se ha implementado la atención a partir de la clasificación de pacientes de acuerdo a la urgencia de salud. Todo esto va en la línea de quitarle la presión que tienen los hospitales”, complementó.
Lo que contrasta con lo explicado durante los conteos de nuevos pacientes COVID-19 por la subsecretaria Daza y el ministro Mañalich.
Por ejemplo, Paula Daza aseguró durante este viernes en La Moneda que enfermos de diabetes e hipertensión “no están acudiendo a los controles preventivos, no van a buscar sus medicamentos”. Luego indicó que “nos parece importante, así como tomamos medidas para evitar propagación COVID-19, que las personas acudan y se tomen medicamentos”.
Mismo llamado que hizo un día antes el ministro Jaime Mañalich, durante el conteo diario del Minsal. De hecho, el secretario de Estado fue aún más allá y dijo que “es una situación sin precedentes, donde las demandas de servicios de salud que no tienen que ver con COVID-19 prácticamente se han derrumbado (…) no están yendo a servicios de urgencia, ni tampoco, a sus controles preventivos de niño sano o de atención prenatal”.
En el mismo tono, Mañalich indicó que esto significa “una bomba de tiempo que acumulamos de complicaciones futuras para cuando estas personas vuelvan a la normalidad”.
El decreto que contradice el llamado del Minsal
Al respecto, desde la Comisión de Salud de la AChM, quienes participaron de la sesión donde estuvo Orlando Durán, su presidente y alcalde de La Granja, Felipe Delpín, confirmó a EL DÍNAMO que “siguiendo instrucciones del Gobierno, del Ministerio de Salud, se disminuyó toda la atención que no fuera ‘prioritaria’, como el control de niño sano, control de mujeres embarazadas y controles de enfermos crónicos”.
La idea era justamente que “la población de mayor riesgo no se expusiera a ir a los centros de salud”. Incluso, contó que conversó con el mismo Orlando Durán, quien le planteó el tema durante algunas reuniones entre la AChM y el ministerio.
“Sabemos que los centros pueden ser un foco de contagio. Por ese motivo, los municipios, todos los Cesfam y centros de salud, han disminuido las atenciones de estos grupos”, complementó.
En tanto, la directora de Atención Primaria de la Municipalidad de Peñalolén, Estrella Arancibia, aseguró a EL DÍNAMO que efectivamente se tomó la decisión de postergar “atenciones denominadas electivas” desde el Ministerio de Salud. Lo que habría quedado en manifiesto en uno de los decretos de Alarma Sanitaria emitidos por el Gobierno, donde se dispuso, entre otras cosas, “la postergación de todas las cirugías electivas cuyo retraso no signifique un riesgo grave para la salud del paciente”.
“En este decreto dice que se posterga la atención electiva en el sistema, o sea, todo lo que se puede programar para ‘sanos o enfermos’ fue suspendido. En los hospitales se suspendieron cirugías, consultas de distinto tipo. A excepción de casos donde la vida de la persona estuviera en riesgo. Emana de la alerta sanitaria, es muy raro que se sorprenda ahora el ministro“, agregó.
Ello implicó, según Arancibia, una completa reestructuración de los centros primarios, pues, “no puedes tener a personas sin problemas, gente que va a un control de niño o de embarazo, gente sana que va a una actividad preventiva, junto con una demanda alta de enfermedades respiratorias. Tiene sentido sanitario haber tomado esta medida”.
Así todos los centros de atención primaria del país debieron implementar dos accesos, uno para pacientes sin COVID-19 y otro dedicado a quienes presentaran indicios de enfermedades respiratorias. Además, efectivamente redujeron el número de personal por turnos, pero sólo para que en caso de contagio “no se expusiera a todo el equipo médico al mismo tiempo”.
La meta del Minsal está lejos, pero se sigue atendiendo
Estrella Arancibia insistió en que, pese a la poca demanda de la atención preventiva que ella ha podido ver, se han enfocado en seguir dando cumplimiento a los tratamientos médicos.
“Hay una serie de actividades que siguen funcionando, pero la verdad es que la población tiene temor, porque está yendo muy poco a consultar, por eso salimos a buscarlos”, contó.
Específicamente, están llegando con un equipo médico hasta los domicilios de sus vecinos para, por ejemplo, realizar los controles preventivos de niños recién nacidos, o de pacientes crónicos descompasados como diabéticos, hipertensos, entre otros. También se hacen análisis intermedios de embarazadas vía telefónica y se reciben ingresos por embarazo.
Finalmente, reveló que para llegar a los domicilios de sus pacientes, en la Atención Primaria de Peñalolén firmaron un acuerdo con el Minsal, lo que les permitirá en los próximos meses contar con un presupuesto adicional para implementar más vehículos y equipos médicos que atiendan en casas.