La importancia del ahorro e inversión: ¿cómo planifico mi ahorro?
Registrar los gastos y estudiarlos a fin de mes, son parte de las recomendaciones de los expertos a la hora de comenzar un proceso de ahorro.
En este complejo contexto de crisis sanitaria por el coronavirus (Covid-19), nos enfrentamos a diversos desafíos, en particular cuidar nuestra salud y la de nuestros cercanos. Pero, ante la difícil situación económica producto de esta crisis, es clave también cuidar tus finanzas para afrontar cualquier emergencia y tener recursos para tus proyectos a futuro.
Y es que el ahorro y la inversión son elementos claves que pueden ayudarte a cumplir con esos objetivos. Por lo mismo, en esta ocasión, queremos explicarte conceptos básicos que pueden servirte de ayuda para planificar tu ahorro y fijar tus metas.
¿En qué gasto mi ingreso mensual durante el mes?
Posiblemente esta pregunta no es fácil de responder, especialmente porque muy pocas personas hacen un registro de sus ingresos. Es importante que dediquemos unos minutos a la semana para registrar nuestros gastos y hacia final de mes estudiarlos. Para hacer esto, se puede recurrir a la vieja técnica de un cuaderno y registrarlo a mano, pero la tecnología también nos ha apoyado con diversas aplicaciones que permiten llevar un registro detallado de mis transacciones.
Un paso más allá se logra al confeccionar un presupuesto, que es un esquema que permite determinar lo que deberíamos gastar en un determinado ítem durante un tiempo promedio. La importancia de ordenar los gastos me permite poder observar en qué ítems se está gastando mi ingreso y poder planificar un plan para evitarlo, en caso de que considere que es excesivo. En ese sentido, un plan podría ser considerar un gasto máximo en una categoría (por ejemplo: vestimenta) y mantenerme sin cruzarlo. Muchas veces ni siquiera sabemos en qué gastamos.
¿Ahorrar solo es posible si me sobran ingresos?
No necesariamente, el ahorro debe ser entendido como un objetivo y no como un residuo, es decir, lo que me sobra de mi ingreso al descontar mi gasto. En ese sentido, uno se fija una proyección de ahorro por el deseo de realizar un viaje, emprender un negocio, comprar una casa, entre otras razones.
Es importante tener en cuenta la intencionalidad del ahorro, primero por un tema emocional, ya que así “le damos cara” a los ingresos que estamos dejando sin gastar y por un tema práctico, debido que es probable que, si no tenemos clara una cifra de ahorro, posiblemente no lo podemos hacer nunca. Recalcar que un ahorro no significa considerar una cifra demasiado elevada, solamente tomar en cuenta un valor realista dado nuestros ingresos.
Recuerden, siempre habrá más necesidades que satisfacer que recursos para satisfacerlas, esa es la esencia del problema económico. En conclusión, es importante tener en consideración primero definir mis gastos para saber en qué alternativas tengo espacio para ahorrar y en cuales no. En ese sentido, si por ejemplo, me doy cuenta de que estoy gastando demasiado en bebidas y no me había percatado de ello, podría intentar conscientemente reducir ese gasto fijando un gasto máximo para el mes. Luego de ordenar mis gastos, hay que considerar qué nivel de ahorro sería accesible, para poder dejarlo en adelante como un gasto fijo y que solo sea lo que sobra.
Ahora bien, lo contrario del ahorro es la deuda o el crédito. Si bien, popularmente se le ha dado una connotación negativa a la deuda, lo que nos permite este instrumento es poseer liquidez (tener recursos en el corto plazo) considerando que podamos pagarlos más adelante. En ese sentido, si -por ejemplo- estoy pasando por un mal momento económico por un despido, pero tengo seguridad que en adelante seré contratado en algún lugar, la deuda me permite mantener relativamente estables mis gastos y no tener muchas disrupciones cuando ocurren eventos negativos en mi vida.
¿Qué criterios tengo que considerar para elegir un crédito con un banco o institución financiera?
Pueden aparecer imprevistos, emergencias o incluso la falta de orden en mis ingresos y ahorros pueden conllevar a necesitar un crédito. Por esto, es importante analizar bien distintos criterios antes de decidir dónde pedirlo.
Habrá varios criterios importantes para decidir, tal como la duración del crédito, la tasa de interés a cobrar y otros costos asociados. No obstante, existe un indicador bastante útil para tomar una decisión cuando tenemos el mismo plazo y monto del crédito, que se trata del CAE o Cuota Anual Equivalente.
Esta tasa se calcula considerando la tasa implícita en el total del crédito, incluyendo también los costos de administración del banco u otros relevantes. De este modo, si tenemos dos créditos con el mismo monto y duración, debería escoger aquel con menor CAE.
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