Quintero y Puchuncaví reportan episodios de alerta y preemergencia ambiental en plena pandemia
Sin ir más lejos, durante el 2019 existieron 3 emergencias, 5 preemergencias y 21 alertas.
La Seremi de Medio Ambiente de Valparaíso alertó en las últimas 24 horas existen malas condiciones de ventilación por lo que las empresas ubicadas en Quintero y Puchuncaví debían “adoptar los protocolos establecidos en el Plan de Prevención y Descontaminación”, dejando en claro que este tipo de episodios se vienen repitiendo sistemáticamente durante las últimas semanas.
Así, cerca de las 04:30 horas del domingo 24 de mayo, la Intendencia de Valparaíso comunicó que se había decretado nuevamente alerta ambiental para Quintero, luego que una de las estaciones de monitoreo evidenciara un peak de dióxido de azufre de 565 microgramos por metro cúbico (ug/m3), entre las tres y cuatro de la madrugada.
Misma situación de alarma fue anunciada por la autoridad el domingo 28 de abril, aquella vez en la comuna de Puchuncaví, con un peak de contaminación entre las 09:00 y 10:00 de la mañana. Dos días antes, en la madrugada del 26 de abril y nuevamente en Quintero, hubo otro episodio de alerta por alta concentración de SO2 entre las 02.00 y 03.00 am.
Este último evento fue particularmente complejo, ya que terminó en una preemergencia ambiental en la zona, segunda en lo que va del año, luego de la registrada en la comuna de Puchuncaví el 23 de enero, cuando las estaciones de monitoreo marcaron un peak de 661 microgramos por metro cúbico en la estación Los Maitenes.
En estos meses, la salud de los habitantes de la zona se ha visto doblemente afectada, tomando en cuenta la crisis por el Coronavirus, por lo que la Universidad de Chile lanzó el documento “Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?”, que reúne la voz de comunidades y la visión académica del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID), junto al apoyo de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo.
Carlos Güida, director del CITRID, asegura que “existe evidencia de que la contaminación atmosférica potencia los impactos nocivos de la pandemia del Covid-19. No son contrapuestas ni excluyentes la situación de pandemia con la mejora de las condiciones de vida y de producción, el desafío es poder avanzar en un desarrollo sostenible y equitativo”.
Güida agrega que “indudablemente la respuesta al Covid-19 u otros virus no será en las mejores condiciones en personas que se encuentran afectadas por contaminantes, por sustancias tóxicas. En un sistema inmunológico alterado, un agente infeccioso tendrá probablemente un efecto más nocivo. Los nuevos agentes patógenos tienen mayor posibilidad de interactuar y expandirse en ambientes contaminados”.
Cabe recordar que durante el año pasado, la Corte Suprema falló a favor de los habitantes de Quintero y Puchuncaví, tras la denuncia presentada por la gran contaminación que generan las empresas del cordón industrial de la zona. Sin ir más lejos, durante el 2019 existieron 3 emergencias, 5 preemergencias y 21 alertas. A su vez, el mapa de conflictos socioambientales del INDH señala que aún existen 19 problemas por uso y contaminación de recursos naturales, residuos, emisiones e inmisiones en la Región de Valparaíso.