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19 de Junio de 2020

Análisis de series: el mundo al instante

Gracias a la exacerbada competencia por tener cada vez más contenido original (desde en el cable hasta las apuestas de Facebook Watch), las puertas se abrieron de par en par para producciones de todos los países posibles.

Por Cristina Alzate
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La guerra de las plataformas de streaming no sólo trajo una mareadora oferta de posibilidades para dónde y cómo ver series, películas y documentales. También acarreó una consecuencia mucho más feliz. Gracias a la exacerbada competencia por tener cada vez más contenido original (desde en el cable hasta las apuestas de Facebook Watch), las puertas se abrieron de par en par para producciones de todos los países posibles. Ahora ya no hay que conformarse con la oferta salida sólo de Estados Unidos, sus adaptaciones, y uno que otro estreno británico si hay suerte, como ocurría hace pocos años. La realidad actual es que son pocos los países que se han quedado fuera del boom, y de paso, los espectadores ahora tienen acceso a una variedad no sólo de títulos, sino que de orígenes, enriqueciendo las miradas, puntos de vista e historias disponibles.

Dentro de esta tendencia de echarle mano al talento mundial, Netflix lleva la indiscutible delantera (aunque Amazon muestre preferencia por las buenas artes locales, con El Presidente primero y La Jauría desde el próximo mes). Dentro de su catálogo hay, a estas alturas, incontables programas de las más diversas nacionalidades. Y no sólo de ficción, sino que también reality y uno que otro documental. Como muestra, tres series de tres distintos continentes, de tres géneros distintos, que comparten ser muy buenos aportes al acervo de Netflix. Obviamente no fueron los únicos estrenos “internacionales” de la plataforma en los últimos meses, pero vayan de aperitivo y recomendación.

Puerta 7 (Argentina): Esta serie se adentra en el mundo de las barras bravas de ese país en una historia que demuestra una vez más que los argentinos cuentan con actores y guionistas de primer nivel. La trama mezcla de manera muy efectiva la mafia que se crea en torno y dentro de un club de fútbol ficticio camino al título, y en un filo más emotivo, cómo la pobreza y la falta de oportunidades influyen en alimentar esa misma empresa criminal. Si hay algo de qué quejarse, es del personaje femenino central que, aunque se lleva gran parte de la trama, nunca cuaja del todo. Y Dolores Fonzi no es suficiente actriz como para suplir sus falencias. Con todo, la serie es entretenida, ágil, tiene buenos personajes en el resto de la historia y mucho que decir sobre su tema central.

Blood and Water (Sudáfrica): Una serie juvenil centrada en la adolescente Puleng, que descubre que una chica que conoció en una fiesta podría ser su hermana perdida, que fue secuestrada al nacer. Lo que siguen son una serie de capítulos donde ella se involucra cada vez más en la investigación para confirmar sus sospechas, mezclados con conflictos juveniles clásicos del género. El balance entre ambos elementos a veces se pierde, pero en su mayoría, la serie resulta exitosa, gracias a sus protagonistas carismáticos, a una trama que no deja de avanzar y a un final que deja irremediablemente enganchado para la segunda temporada que, menos mal, ya está confirmada.

The Woods (Polonia): el estreno más reciente y la mezcla más curiosa. Se trata de una miniserie basada en un libro del estadounidense Harlan Coben (que tiene un trato con Netflix para adaptar sus novelas) y que ya cuenta con otros dos títulos estrenados en la plataforma: las británicas Safe y The Stranger. Aún más curiosos, porque de las tres, esta es, por lejos, la mejor. Aquí la historia ocurre en dos tiempos: en 1994 cuando Pawel, el protagonista, era un adolescente y trabajaba en un campamento de verano. Ese año su hermana, Kamila, y otros tres campistas desaparecieron. Dos de ellos fueron encontrados muertos y de los otros dos nunca más se supo. El cuerpo de su hermana nunca fue encontrado. En la actualidad Pawel es fiscal y descubre una pista que lo lleva a creer que Kamila está viva, y a desenterrar todos los secretos del pasado con su investigación. Aunque el primer capítulo es algo flojo, pronto la historia se encamina y termina siendo una miniserie de misterio efectiva, tensa, con un personaje central interesante y bien actuado, que mantiene el interés en todo momento. Y con suficientes giros, algunos predecibles y otros no tanto, que satisfacen. El cambio, al ambientarla en Polonia en vez de California, definitivamente es un aporte a la historia, que le da mayor especificidad y carácter. Muy recomendable.

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