¿Es la cuarentena obligatoria la bala de plata contra el coronavirus?
En la quinta semana de confinamiento en la Región Metropolitana los casos de COVID-19 siguen en aumento, una situación que no es exclusiva para Chile.
“La cuarentena no está siendo efectiva”. Categórico, el secretario nacional del Colegio Médico, José Miguel Bernucci, se refería a un potencial estado de hibernación en Santiago. Según el médico, una medida más restrictiva sería una “medida de salvataje“, ya que en la quinta semana de cuarentena obligatoria los casos de coronavirus siguen en aumento, una situación que no es exclusiva para Chile.
Según informó el Ministerio de Salud, los contagios de COVID-19 superan los 231 mil desde el inicio de la pandemia, con más 4 mil muertos. De esta forma Chile queda a poca distancia de los infectados en España e Italia, naciones fuertemente golpeadas por la enfermedad.
Un reciente estudio de la Universidad de Oxford en conjunto con el Imperial College of London afirma que una baja en los contagios y muertes diarias en algunos países no responde a la generación de inmunidad por parte de la población, sino que tiene relación con políticas de seguridad como el distanciamiento social y las cuarentenas.
“Esto significa que la epidemia está en una etapa relativamente temprana y que una gran proporción de la población en Norteamérica, Europa y Asia continúan susceptibles al virus“, agrega el estudio. En esa línea, los investigadores alertan que ningún país tiene índices de contagio suficientes para prevenir una segunda ola si se relajan las medidas de cuarentena y distancia social.
Otra de las conclusiones de la investigación fue que los países que comenzaron primero las cuarentenas reportaron menos muertes a las semanas subsiguiente. Este no sería el caso de Chile.
Según los expertos, los problemas de la cuarentena obligatoria -al menos en la Región Metropolitana- tienen que ver con que no se ha reducido la movilidad. De acuerdo a los resultados de un estudio de la Universidad de Chile en colaboración con la Universidad de Standfor, la movilidad de personas en las zonas más vulnerables de la Región Metropolitana sólo bajo un 15% frente a las disminuciones en Las Condes y Vitacura, con un 45% y 48%, respectivamente.
La estrategia que han adoptado las autoridades es endurecer la cuarentena obligatoria, mientras otros proponen seguir el ejemplo de Nueva Zelanda que decretó un aislamiento total en marzo, el que se mantiene pese a que el país se declaró brevemente “libre” de coronavirus.
Las medidas tomadas por el gobierno neozelandés son de las más estrictas en el mundo, pero no significó la erradicación para siempre del virus: dos nuevos casos importados se registraron a días de que el país comenzara a flexibilizar las condiciones de aislamiento. A otro extremo está Perú: con una de las cuarentenas más restrictivas en la región. Con un confinamiento casi total, el país se encuentra en los primeros puestos de contagio a nivel mundial.
Sin embargo, dos países han sido mencionados como “ejemplo” en contención de la enfermedad sin la necesidad de una cuarentena obligatoria: Canadá y Uruguay. En ambos casos han existido limitación de movilidad y restricciones a los viajeros, pero no una cuarentena generalizada como en otros países.
Aunque posee un número mayor de fallecidos que Chile, distintos medios –incluida la revista Time– han destacado la gran diferencia de contagios y fallecidos reportados en Canadá en comparación con su vecino Estados Unidos. Asimismo, la Universidad de Jonhs Hopkins determinó que el país logró “aplanar la curva”.
Pero los os últimos índices no dejan a Canadá tranquilo, pues se superaron los 100 mil contagios según reportes locales (aún no contabilizados por la OMS). En ese sentido, la estrella en el manejo de la pandemia sería Uruguay. Con menos 3.5 millones de habitantes, el país ha logrado el retorno a clases luego de haberlas suspendido por casi dos meses.
El gobierno uruguayo apeló a la responsabilidad de los ciudadanos, y dio frutos. Según el reporte de la OMS, el país tiene menos de 850 casos y solo 24 fallecidos por coronavirus.
Esta estrategia incluso estaría avalada por la ciencia. Un estudio publicado en The Lancet comparó la eficacia de una cuarentena individual versus la trazabilidad de casos, llegando a la conclusión la cuarentena individual podría contener un brote de COVID-19 en un intervalo breve (4 · 8 días), con al menos del 75% de los infectados aislados. Ante esto, los investigadores se inclinan por potenciar el monitoreo de casos.