Nadie sabe: las confusas explicaciones de las autoridades sobre el olor a gas que alertó a todo Santiago

Un intenso olor a gas alertó la noche del miércoles a vecinos de Santiago Centro, Pedro Aguirre Cerda, Ñuñoa, San Joaquín, Providencia, Estación Central, San Miguel, Cerrillos e Independencia entre otras zonas de la Región Metropolitana.

EL DÍNAMO consultó a todos los organismos encargados de una eventual emergencia como la que se presentó la noche del 2 de septiembre. Sin embargo, en cada uno de ellos atribuyeron la responsabilidad para establecer el origen a otra entidad

De acuerdo a lo revelado por Bomberos durante esa tarde se registraron más de 350 alertas por la aplicación Sosafe, mientras que en la central se atendieron más de 300 llamados.

Los voluntarios de Bomberos llegaron hasta los distintos puntos de la capital en que se hicieron los reportes; sin embargo, no lograron identificar desde dónde provenía el olor.

 

“La nube que generó el problema, de acuerdo a los equipos de Bomberos, no representaba peligro para la comunidad (…) los equipos que llegaron al lugar no pudieron cuantificar, solo había olor en el ambiente, y al no poder cuantificar significa que no detectaron niveles de concentraciones que permitieran que los equipos midieran”, explicó Sergio Poblete, inspector del Departamento de Planificación de Operaciones HazMat del Cuerpo de Bomberos de Santiago (CBS).

El químico sostiene que al no poder medir no se puede llegar al límite de peligrosidad asociado a una explosión. “No había peligro de explosión y eso quedó ratificado”, explicó.

Poblete destacó que en el ambiente había una concentración mínima, “que puede haber estado en el orden de una parte por millón o dos partes por millón, lo que está dentro del error analítico de las máquinas utilizadas para la medición”, que no lo pueden cuantificar, pero sí lo detecta el olfato humano.

“La gente llamaba porque sentía ese olor, lo sentía porque nuestro olfato es demasiado sensible (…) si hubiese habido peligro de explosión, los equipos marcarían límites en los que se hubiesen tomado medidas de evacuación”, sostuvo.

Poblete explicó además que las compañías de Bomberos no realizan un seguimiento de estas emergencias, ya que una vez que no encuentra la causa con los equipos, se da la emergencia por cerrada y regresan a su cuartel. “No se hace una investigación de las posibles causas. Eso no es misión de los Bomberos, eso es misión de otros organismos“, explica.

Tras varias horas, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) confirmó que se efectuaron los monitoreos en algunas empresas como Agrospec, Edelpa, Clariant e Indura, pero “no se logró determinar el origen de la emanación”. Agregaron que no se registraron personas que vieran afectada su salud por la situación.

Desde la Onemi señalaron que ellos funcionan como coordinadores del Sistema de Protección Civil, por lo que mantienen el monitoreo a través de los organismos técnicos, quienes se encargan de realizar las mediciones y atención. Por lo que todo dependía de Bomberos y las autoridades sanitarias.

Ante esta respuesta, EL DÍNAMO consultó a la Seremi de Salud sobre una posible indagatoria o proceso que se lleve a cabo para determinar qué pasó, pero respondieron que era la Superintendencia de Salud quienes estaban dando esa información.

Pero desde la Superintendencia de Salud indicaron que no les corresponde responder por esta situación, ya que en este caso, es la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) la entidad encargada averiguar qué sucede con estas emergencias poco usuales.

Sin embargo, desde la SEC aseguraron que ellos solo colaboran en la investigación y que tanto los antecedentes como las vocerías quedan en manos de la Onemi.

“Desde el primer llamado de la Onemi se ha estado prestando colaboración en esta investigación, fiscalizando y recolectando antecedentes, los que han sido entregados a la Onemi Metropolitana”, respondieron desde la SEC.

Una batería de teorías

El químico experto del cuerpo de Bomberos de Santiago, Sergio Poblete, reveló que tras la emergencia se evaluó y teorizó sobre las posibles razones que pudieron haber desencadenado el fuerte olor a gas que alertó a los vecinos de Santiago, entregando cuatro posibles situaciones. “Unas más locas que otras”, agregó Poblete entre risas.

Sismo de Huasco

La primera sostiene que el movimiento de placas que provocaron el sismo 7,0 en Huasco pueden haber desplazado “un bolsón de gas, porque debajo de la tierra hay materia orgánica que genera petróleo, pero primero genera gas, el que pudo migrar hasta la Región Metropolitana a través de la falla del norte; que llegó hasta la falla de San Ramón y apareció por el sector de Ñuñoa”.

“Pero si uno lo analiza, de Copiapó hasta acá hay más de 900 kilómetros (…) está un poco lejos”, comentó.

Vertedero

La segunda teoría apunta a que la emanación de gas pudo provenir desde un vertedero, pero en las zonas en las que se registraron las alertas están habitadas y no existen en las cercanías espacios abiertos o vertederos clandestinos.

“Entonces esa hipótesis tampoco funciona, porque lo que sale de la basura orgánica cuando se descompone es gas natural, es metano, y también se descompone la materia orgánica generando gases azufrados, por lo tanto también se sentiría el olor típico a gas”, argumenta el experto.

Robo de químico odorizante

Una tercera hipótesis es la sustracción de algún producto químico odorizante, y “así como se han robado densímetros nucleares, cianuro de sodio, se pudieron haber robado un producto de estos y cuando lo abrieron se dieron cuenta que era hediondo y lo botaron”.

Condominios

El otro escenario para el olor a gas en Santiago sería que en algún condominio del sector haya sobrecargado los estanques de gas licuado que mantienen para distribuir a grandes comunidades. “Lo que pasa ahí es que el estanque empieza a funcionar y sale gas, quizás varios litros de gas”, explicó.

Fuga

La cuarta posibilidad es que desde alguna comuna se haya efectuado una fuga de gas, formando un masa de gas con aire, que por las temperaturas y la presión, fue transportada desde esa zona hasta el centro de Santiago, “que al estar más baja y rodeada de edificios el gas se quedó ahí”.