La evidencia científica que llevó a bajar de 14 a 11 días el aislamiento para los casos de COVID-19
El Gobierno tomará en cuenta una recomendación que había sido entregada por el Consejo Asesor desde hace varios meses. En Europa y Estados Unidos también se está aplicando esta medida.
El Consejo Asesor COVID-19, que reúne a diversos expertos nacionales que aconsejan al Gobierno para abordar la pandemia del coronavirus, recomendó bajar de 14 a 11 los días de cuarentena obligatoria para los casos confirmados de coronavirus.
La académica María Teresa Valenzuela, integrante del organismo independiente, expresó que esto se resolvió “basado en la evidencia científica”, agregando que “esto se debe a que el virus deja de ser infectante después del octavo día, lo cual es una razón de peso para que el aislamiento sea de once días”.
La medida, que no se aplicará para los contratos estrechos, pacientes graves y personas que estuvieron graves con la infección por SARS-CoV-2, ha sido aplicada en Estados Unidos y por varios países en Europa, generando cierto debate en la comunidad científica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a los gobiernos a la “prudencia” a la hora de tomar este tipo de acciones, aunque admitió que las casi dos semanas de encierro son una medida “conservadora”.
Durante los últimos meses han surgido detalles y descubrimientos sobre la evolución de la enfermedad, los que han servido de base para tomar la acción, la que permitirá ajustar el tratamiento de la pandemia en los aspectos médicos y sociales.
Los países que han rebajado su aislamiento
La disminución de los días de cuarentena por COVID-19 se transformó en una tendencia prácticamente mundial. Es que luego que la OMS determinara que el confinamiento debía ser por 14 días, cada país ha determinado la rebaja de este período.
Francia anunció el 11 de septiembre pasado que el aislamiento se reduciría a siete jornadas. “La duración del confinamiento se reduce al tiempo en el que hay un verdadero riesgo de contagio”, expresó el primer ministro, Jean Castex.
Alemania ha ido más allá, ya que el virólogo Christian Drosten propuso rebajar el tiempo en cinco días. La idea, que fue bien recibida por algunas autoridades locales, generó discusión, ya que la evidencia sugiere que los casos activos al menos duran ocho días.
Estados Unidos también hizo una modificación en este sentido. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) plantearon que el una persona puede interactuar con otra sin contagiar 10 días después de presentados los síntomas. También precisaron que el test de PCR podría seguir dando positivo por casi tres meses, lo que no implicaría que sea un paciente contagiante.
Ante estas medidas, la experta europea de la OMS, Catherine Smallwood, llamó a la prudencia, asegurando que los 14 días están basadas “en nuestra comprensión del periodo de incubación y transmisión de la enfermedad”.
De todas formas, el director regional de la entidad, Hans Kluge, admitió que las dos semanas de encierro pueden ser “una estimación conservadora del período infeccioso”, aunque precisó que ante la incertidumbre “cubre el período, antes y después de que aparezcan los síntomas, cuando las personas pueden ser infecciosas”.
El período de los contagiantes
La revista Nature publicó en mayo pasado un artículo donde se investigó el período de duración del coronavirus y la capacidad de contagio. En la investigación, que consistió en un seguimiento a infectados con SARS-CoV-2, se estimó que “la infectividad declinaba rápidamente dentro de 7 días”.
Ignacio Silva, infectólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Universidad de Santiago (Usach), analizó la reducción de los días de cuarentena y afirmó que existen datos que permiten avanzar en este sentido.
“Hace varios meses que se está generando evidencia científica con respecto a la duración del contagio de las personas, especialmente sobre la gente que está pasando por una fase leve o moderada del virus”, expresó el profesional a EL DÍNAMO.
Silva agregó que mediante la toma de muestras por cultivo se ha visto que “entre el octavo y décimo día (de presentados los primeros síntomas) el virus se va debilitando en su replicación”.
Este período no sería aplicable para todos los contagiados, ya que los pacientes inmunodeprimidos deberían requerir “hasta 28 días” de aislamiento, mientras que los enfermos que estuvieron hospitalizados graves o en ventilación mecánica serían infectantes en un período más extenso.
El infectólogo explicó que esto no se aplica a los contactos estrechos porque “se está observando que si uno está con una persona enferma existe un período de incubación del virus, el que puede durar de cinco a 15 días”, en donde el afectado podría contagiar a otros.
“Si yo tengo un contacto con COVID-19 y me voy a cuarentena, lo más probable es que al quinto día desarrolle síntomas y desde ahí se cuenten los 11 días”, precisó.
Silva afirmó que los últimos descubrimientos sobre la enfermedad han permitido avanzar en estos cambios, los que eran mirados con cierto recelo al inicio de la pandemia considerando el poco conocimiento que existía sobre la enfermedad.