El complejo avance del coronavirus hacia el interior de Argentina
Tanto la ciudad como la provincia de Buenos Aires han logrado estabilizar sus casos, esto mientras Córdoba, Santa Fe y Chaco presentan importantes repuntes.
Argentina está viviendo sus momentos más complicados con la pandemia del coronavirus, sumando miles de contagiados diarios y fallecidos, en una pandemia que está avanzando hacia las provincias del interior del país.
Durante todos estos meses, gran parte de la emergencia se concentró en la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, que hasta ahora acumulan gran parte de los infectados y decesos.
Con el correr de las semanas, la situación en aquellas zonas se fue estabilizando, por lo que las preocupaciones se trasladaron hacia otras provincias, muchas de las cuales no tienen el equipamiento hospitalario suficiente a diferencia de la capital.
La extensa cuarentena a nivel nacional justamente buscaba prepara a estas áreas más vulnerables ante la pandemia. A pesar de ello, ya se han visto algunos problemas en el funcionamiento del sistema sanitario.
Las mejoras en Buenos Aires
La ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires son las unidades territoriales más pobladas de Argentina, superando a todas las provincias del interior. En aquellas zonas se detectaron los primeros casos de COVID-19, impactando a sectores vulnerables como las llamadas “villas miseria”.
De los 809 mil casos totales, ambas zonas acumulan 569 mil contagios. También tienen la mayoría de los fallecidos, especialmente la provincia, que durante la semana pasada añadió 3.500 decesos que no habían sido agregados anteriormente. La actualización de estos datos hizo que la cifra de víctimas confirmadas en todo el país superara las 21 mil.
A pesar de esto, las cifras de los últimos días muestran que ambas zonas han superado el peak de la enfermedad. Un estudio de la Universidad de Tres de Febrero (Untref), que fue publicado por Clarín, señaló que la velocidad de contagio alcanzó una meseta de una infección cada 11 segundos por 27 días, con muy pocas variaciones.
La publicación incluso habló que tras días de una intensa actividad, la capacidad sanitaria estaba “ociosa”. También se detalló que no se llegó al dilema de la “última cama”, por lo que hubo capacidad de recibir a los pacientes.
En la Ciudad de Buenos Aires la situación mejoró hace cerca de un mes. De hecho, la zona acumula muchos menos casos diarios que Santa Fe y Córdoba, las que la superan en población pero que tienen una extensión territorial más grande.
Las alertas en las provincias
La aparente llegada a la calma de Buenos Aires se contrasta con la situación al interior de Argentina, que ahora está mostrando una curva al alza en casos nuevos de coronavirus.
Según los datos oficiales del Ministerio de Salud trasandino, la provincia de Santa Fe va en una sostenida tendencia al alza. El lunes sumó 1.670 nuevos contagios y 35 fallecidos, acumulando 50.680 infectados y 537 decesos totales. La ciudad de Rosario, una de las más importantes, sumó 11.678 infectados en los últimos 14 días.
Córdoba es otra provincia en donde el COVID-19 sigue su marcha sin parar. En la última jornada, la zona acumuló 1.149 casos. El dato más complejo vino por el lado de los fallecidos, ya que el lunes se registraron 24 fallecidos en toda la provincia, una cifra récord en la pandemia. Hasta la fecha, se han producido en total 467 decesos por esta causa.
Por su parte, Tierra del Fuego y Jujuy tienen tasas de incidencia de entre 1.100 y 1.200 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que Río Negro acumula una tasa de 870 casos sobre la misma base. Aunque la Ciudad de Buenos Aires sigue liderando estas cifras, la sostenida disminución de sus casos podría modificar esta realidad.
Más allá de los números, la llegada del coronavirus a las zonas interior implica un desafío. En agosto pasado, cuando las cifras eran mucho menores a las actuales, se reportó que la provincia de Jujuy estaba “al borde del colapso”.
“La situación es crítica. Tenemos 93% de las camas de terapia intensiva ocupadas con gente del interior de la provincia. En dos o tres semanas llegará el pico a San Salvador (capital provincial). Nos estamos preparando para el colapso”, expresó en aquel entonces Sergio Barrera Ruiz, médico del hospital Wecensalao Gallardo de Palpalá y dirigente de la Asociación Médica de la República Argentina, en declaraciones consignadas por El Comercio.
En aquella zona también se denunció una aparente falta de insumos médicos, específicamente de oxígeno, algo que fue desmentido por las autoridades. Aún así, la capacidad de los hospitales provinciales es menor a la de las grandes ciudades, por lo que el avance del virus hacia esas áreas implicará un desafío para la autoridad central, que aún debe lidiar con los efectos económicos de una cuarentena nacional que no rindió los frutos que se esperaban.