“Es populismo de libro de texto”: expertos destruyen el plan de Jadue para expropiar los fondos
El alcalde de Recoleta indicó que el actual modelo de capitalización individual sería solo como pilar complementario, teniendo como central uno solidario en base a las cotizaciones que existen hoy.
Con críticas reaccionaron distintos economistas a la propuesta de Daniel Jadue de terminar con el actual sistema de pensiones basado en la capitalización individual y expropiar los fondos acumulados en las AFP, lo que implicaría que todos los dineros se irían a un fondo común.
En entrevista con Canal 13, el alcalde de Recoleta dijo que “creo en los sistemas mixtos, pero como tercer pilar”.
Según explicó Jaude, el actual modelo de capitalización individual sería solo como pilar complementario y teniendo como pilar central uno solidario en base a las cotizaciones que existen hoy en los fondos de pensión, dineros que pueden haber sido acumulados por 20 o 30 años.
Populismo electoral
Para Felipe Balmaceda, economista y docente de la Universidad Diego Portales (UDP), la propuesta de Daniel Jadue de expropiar los fondos “no tiene ninguna racionalidad más allá de la conveniencia para él desde el punto de vista electoral”.
“Es populismo de libro de texto. Si expropia los fondos de pensiones podrá entregar pensiones por un corto periodo a todos los ciudadanos”, dice el experto a EL DÍNAMO, agregando que una vez gastado ese dinero, las cotizaciones de los trabajadores no serán suficientes para pagar pensiones a los jubilados dado que estos crecen a una tasa mayor que los empleados activos.
Balmaceda explica que además los fondos hoy día se invierten y “eso permite dar mayor dinamismo a la economía. Una consecuencia de de ello, entre muchas, es un aumento salarial, que a su vez permite mayores pensiones. Eso no ocurrirá con un sistema de reparto”.
Por su parte Joseph Ramos, ex decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, afirma que “es una mala idea”.
“Si el quiere un nuevo sistema de pensiones donde todos aportamos un porcentaje de nuestros ingresos, es una cosa. Hacerlo retroactivo a lo que ya se hizo, eso es muy injusto. Es quitarle fondos a las personas que ya tenían“, indica el economista a EL DÍNAMO.
Ramos agrega que “si expropias los fondos de las personas, como existen mecanismos de expropiación en Chile, se obliga a pagar el precio del mercado. Al final, uno estaría obligado a pagarle a la gente lo que le está quitando“.
Fernando López, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado, también es crítico, asegurando que “la propuesta tiene tres problemas serios”.
“El estado violaría la condición bajo la cual los trabajadores han ahorrado una parte de su sueldo en el sistema”, dice el economista, agregando que “se plantea que estos fondos se utilizarían para mejorar las bajas pensiones actuales, pero no explica como resolvería el problema de fondo asociado a obtener mayores recursos para mejorar todas las pensiones, tanto actuales como futuras”.
“En otras palabras, recursos destinados a financiar pensiones en los próximos 60 años se gastaran desproporcionadamente en las pensiones actuales, pero ¿de dónde saldrán los fondos para pagar las pensiones futuras?”, se pregunta López.
Según explica el economista, en cualquier sistema, con mayor o menor grado de solidaridad, hay dos vías para mejorar las pensiones: aumentar el ahorro y aumentar el aporte del Estado.
López reconoce que aumentar el ahorro “es complejo porque la mayor parte de la gente prefiere utilizar sus recursos hoy”. en caso de los recursos estatales, el académico dice que implementarse a través de mayor eficiencia en el gasto, mayor recaudación tributaria y/o reasignaciones presupuestarias que reducen el presupuesto disponible para otras necesidades.
“Si este fuera el camino, cabe preguntarse: ¿Cómo se aumentará la eficiencia del estado y en cuánto mejoraría el presupuesto fiscal? Si se realizaran reasignaciones, ¿Cuáles son los gastos que se reducirán? ¿Qué medidas implementara para aumentar la recaudación fiscal y cuánto recaudará? En definitiva, ¿de dónde saldrán los recursos para financiar las pensiones futuras de quienes sean expropiados hoy?”, concluye.
Credibilidad
Otra de las consecuencia que ve el economista Felipe Balmaceda sobre la propuesta de Jadue de expropiar los fondos es la “pérdida de credibilidad de las instituciones”.
“Una violación así al derecho de propiedad hará que todos se pregunten lo obvio: si expropió los fondos, ¿por qué no va a expropiar las empresas y otras propiedades como lo hicieron en el pasado en Chile y en el mundo entero? Eso hará que los inversionistas teman por la propiedad de sus inversiones y las liquiden y se lleven el dinero a otros países”, afirma Balmaceda.
También -dice Balmaceda- disminuirá la inversión en inmuebles generando escasez de viviendas y hacinamiento.
“El problema de las pensiones es el resultado de salarios bajos, informalidad y de un porcentaje de cotización bajos. Los salarios son bajos por la baja productividad de los trabajadores (falta de capital humano), la informalidad por la rigidez del mercado laboral y lo último por diseño del sistema. Eliminar las AFPs y expropiar los fondos no soluciona ninguno de estos problemas y crea muchos nuevos problemas, pero ‘vende’ electoralmente“, agrega el economista de la Universidad Diego Portales.
Fernando López -de la Universidad Alberto Hurtado- coincide en este punto: “la medida erosiona aún más la confianza en el sistema y desincentiva el trabajo formal y el ahorro tan necesario para financiar pensiones futuras”.
“Si el retiro de fondos previsionales era conveniente para todos desde una perspectiva financiera, la amenaza de una expropiación lo vuelve aún más atractivo”, dice a EL DÍNAMO, pero aclara que esto no significa que sea bueno.