La reconstrucción del horrendo crimen de Fernanda Maciel
La familia de Fernanda reaccionó ante los fuertes antecedentes entregados por el -hasta ahora- único imputado por el asesinato, Felipe Rojas.
Rabia y dolor fueron los sentimientos que invadieron a la familia de Fernanda Maciel, luego de la reconstitución de escena del crimen, que tiene como principal imputado a Felipe Rojas, quien era vecino y amigo de la joven de 21 años.
Un amplio contingente policial llegó el pasado domingo hasta la bodega ubicada en calle Llaima con Puntiagudo, en la comuna de Conchalí, donde fue vista por última vez el 10 de febrero de 2018 -época en la que tenía ocho meses de embarazo-, y dónde se conocieron los detalles más crudos del doloroso crimen que impactó al país.
Dichos detalles fueron expuestos por el propio Rojas, quien participó de la diligencia que se realizó casi tres años después de los hechos, y luego de una indagatoria que ha sido duramente criticada por los cercanos de “Fer”, que debieron esperar más de 500 días para dar con su cuerpo.
Durante la instancia, el imputado sostuvo que aquel día violó, amarró y enterró aún con vida a Fernanda. La confesión provocó rabia y el dolor entre los familiares que aguardaban en las afueras de la bodega, cuya ubicación está a escasos metros de la casa de Maciel.
Según el relato, el joven de 25 años invitó a Fernanda a fumar marihuana en el inmueble, donde conversaron por algunos momentos sobre otros amigos que tenían en común. Contexto en el que le tomó una fotografía a las piernas de Fernanda, que se encontraba de frente a él y sentada en unos sacos.
Los registros habrían despertado un deseo sexual de parte de Rojas, por lo que cuando Fer le señaló que debía volver a su casa, éste la tomó con fuerza del cuello y cortó su respiración por algunos segundos, dejándola inconsciente. Luego de esto, la violó, envolvió en telas y la enterró en el patio, bajo una capa de cal, a la cual le agregó cemento un día después.
Ante estos antecedentes, los familiares atacaron con múltiples golpes y patadas las puertas de la casa donde vivía Felipe Rojas, agresiones por las que su familia debió retirarse del domicilio resguardados por la policía.
“Qué se pudra mi hermano, que se pudra”, afirmó uno de los hermanos de Felipe Rojas cuando abandonaba su casa.
El dolor de la familia
Valentina Maciel, hermana de Fernanda, fue la vocera de la familia -que lloraba desconsolada a sus espaldas- revelando que pese a que conocían las diligencias que se estaban realizando, no tenían idea de que Felipe había violado a Fernanda.
“Lo único que pido es justicia, que las mujeres dejemos de ser víctimas de violación, de maltrato. Pido que la Fiscalía haga por una vez bien su trabajo, no porque somos personas de bajos recursos van a dejar de investigar, van a dejar que las policías hagan mal su trabajo”, sostuvo.
“Hace meses atrás gracias a nuestro abogado (Pedro Díaz), la doctora Carmen Cerda y Carlos Gutiérrez con sus máquinas, pudimos realizar un pre-informe descubriendo lo que Felipe Rojas le hizo a mi hermana. Él violó a mi hermana, la amarró y la enterró viva”, agregó Valentina.
Luis Petersen, pareja de Fernanda Maciel en la época del crimen, indicó, visiblemente afectado, que Rojas “no tiene perdón de Dios. Hay una rabia acumulada. Imagínate escuchar todo lo que hizo, es algo terrible, no se lo doy a nadie (…) Eso no se le hace a nadie, más encima una niña de 21 años con toda una vida por delante sin poderse defender. Qué daría yo por estar un minuto con él en la cárcel”.
Los pasos en busca de justicia
En conversación con EL DÍNAMO, el abogado de la familia Maciel, Pedro Díaz, analizó la reconstrucción del crimen de Fernanda Maciel, explicando que éste fue extremadamente duro para la familia y para él como profesional.
“Este es un caso muy complicado. Yo me puse a disposición de la familia, y más allá de eso, con el tiempo uno va perdiendo la calidad de profesional dentro del entorno familiar, te vas convirtiendo en uno más de la familia (…) se volvió algo más personal. Es decir, buscar justicia porque me afecta a mí como parte de la familia de Fernanda”, relató el abogado.
Díaz aseveró que en el transcurso de la indagatoria hay ciertos detalles que no son revelados a los cercano, lo que genera en ellos “una angustia tremenda, un llanto interior y una pena que se finalmente explotó y liberó ahí”.
El abogado también destacó que dicha reacción es entendible, considerando el sufrimiento que cualquier persona puede sentir cuando se pierde a un ser querido en tales circunstancias.
Pedro Díaz también entregó detalles sobre la expectación que provocó esta diligencia, solicitada por el propio imputado, además de indicar las hipótesis que se manejaban sobre las intenciones que tenía para pedir que se realizara dicho procedimiento.
“Primero pensamos que era con la intención de conocer los antecedentes que hasta este momento manejaba el Ministerio Público; después pensamos en que podría en realidad no querer cooperar, ni decir nada -cómo lo ha hecho en otras oportunidades- o sea, ir a un lugar y no hacer ningún gesto de ayuda. Mientras que el tercero es que su intención es que el tribunal , por medio de una solicitud que haga la Fiscalía, le otorgue algún beneficio”, contó.
En ese sentido, y respecto a las acciones que tomarán de camino al juicio que debería realizarse entre marzo y abril del 2021, Díaz indicó que “se están pidiendo una serie de diligencias que dicen relación con las hipótesis que nosotros estamos trabajando, luego de eso ya viene el cierre de la indagatoria, la acusación y la preparación del juicio oral”.
Díaz añadió que la familia de Fernanda espera que Felipe Rojas sea sentenciado a presidio perpetuo calificado y que no salga en menos de 30 años de la cárcel. “Eso es lo que vamos a buscar. Para eso nos hemos preparado tanto tiempo con la información que tenemos. Ahora, la fiscalía puede llegar a un acuerdo con la defensa del imputado, y otorgarle algún atenuante. Pero nosotros vamos por eso, el presidio perpetuo calificado”.
Durante la investigación del caso se barajaron diversas hipótesis que incluso señalaban que la joven tenía conflictos con narcotraficantes, que se había marchado del país o que había arrancado con un amante. Sin embargo, en junio de 2019, su cuerpo fue encontrado al interior de la bodega ubicada en la misma calle donde creció en la comuna de Conchalí. Ese mismo día, Felipe Rojas fue detenido y puesto en prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, donde continúa recluido.
Pedro Díaz informó que aún continúa abierta la arista de la indagatoria que pretende dar con un segundo involucrado en el crimen de Fernanda Maciel, recalcando que existe evidencia de llamadas, videos y otros registros que posicionan a otra persona en la bodega durante los hechos.