Por qué es importante lograr que la vacuna contra el COVID-19 sea de una sola dosis
Todas las vacunas disponibles requieren dos dosis para lograr la respuesta inmune necesaria, por lo que el avance de algunas iniciativas como la de Johnson & Johnson sería clave en cuanto a cobertura y tiempo.
La producción de una vacuna contra el coronavirus se transformó una de las grandes esperanza para controlar la pandemia, aunque la entrega de las dosis necesarias para proteger a la población más vulnerables derivó en un desafío que tiene a los principales laboratorios del mundo bajo presión.
Los proyectos de Pfizer/BioNTech, Moderna, Oxford/AstraZeneca y Sputnik V requieren de dos inyecciones para que los pacientes logren la respuesta inmune necesaria para evitar el desarrollo de una enfermedad grave ligada al COVID-19.
Por lo mismo, el anuncio entregado por la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson se volvió clave, ya que abriría la puerta para, en un futuro no tan lejano, contar con una fórmula que entregue protección duradera con una sola inoculación.
Este proyecto, que ha sufrido algunos retrasos en su avance en Estados Unidos, es uno de los que está siendo probado en nuestro país a través de la Universidad de Chile.
También se trata de una de las compañías con las que el Gobierno tiene un precontrato para traer una cantidad aún no definida de dosis.
Los primeros resultados
La vacuna de Johnson & Johnson, que se elaboró en asociación con la subsidiaria belga Janssen, mostró durante el miércoles algunos de las resultados de sus ensayos clínicos.
Según lo publicado en la revista New England Journal of Medicine, la vacuna de una dosis fue probada en adultos sanos entre 18 y 55 años y en un grupo de 65 años.
En lo concreto, la mayoría de los voluntarios produjeron anticuerpos neutralizantes detectable después de 28 días, según los datos del ensayo. Para el día 57, todos los participantes tenían anticuerpos detectables, independiente de la dosis de vacuna o del grupo de edad, y permanecieron estables durante al menos 71 días en el grupo de edad de 18 a 55 años.
Vivian Luchsinger, viróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, precisó que estos resultados hay que observarlos con cautela, considerando que se tratan de las fases 1 y 2, las que no cuentan con un mayor trabajo de campo con un grupo más extenso de voluntarios.
“Tenemos que esperar lo que se muestre en el campo, por lo que todavía no podemos decir que esta vacuna será de una sola dosis”, expresó la especialista a EL DÍNAMO.
En ese sentido, el resultado de los ensayos que está realizando la farmacéutica a nivel global -lo que incluye a Chile- será fundamental para determinar si esta fórmula realmente requerirá una sola dosis para lograr su objetivo.
Ventajas de la vacuna de una dosis
Más allá del avance de la vacuna de Johnson & Johnson y Janssen -que podría recibir su autorización para el uso de emergencia a finales de febrero o inicios de marzo-, el hecho de contar próximamente con una inoculación que requiera de un solo pinchazo en un tiempo extenso sería fundamental para fortalecer las estrategia de vacunación de los gobiernos.
“Tener una vacuna de una dosis significa que puedes vacunar a muchas más personas, entonces la disponibilidad aumenta muchísimo, la distribución es más fácil. Por ejemplo, si tienes 10 millones de dosis vas a poder inocular a 10 millones de personas. Con lo que hay disponible ahora, esas 10 millones de dosis solo abarcarán a 5 millones por la necesidad de las dos dosis”, expresó la académica.
Otro aspecto fundamental de tener una inmunización con dosis única es la ganancia en tiempo. Las vacunas como la de Pfizer/BioNTech requieren de 21 días de distancia entre una inyección y otra, por lo que el proceso para una sola persona se extiende por cerca de un mes.
La protección tras la vacuna
El avance de una vacuna de una sola dosis como la de Johnson & Johnson también podría incidir en otras situaciones, como los reportes de personas que han resultado contagiadas con coronavirus tiempo después de recibir la primera de las dos dosis de los proyectos que actualmente se están suministrando.
Vivian Luchsinger aseguró que es fundamental comprender que la vacunación “no es instantánea”, independiente de que se trate de una fórmula que requiera una o más inyecciones para generar la respuesta inmune deseada.
“Eso hay que dejarlo muy en claro. La respuesta puede demorar dos a tres semanas, por lo que las personas deben mantener las medidas para evitar el contagio”, explicó. En este sentido, la experta mencionó el caso de una trabajadora de la salud de la Región del Biobío, que dio positivo por coronavirus tras recibir la vacuna Pfizer/BioNTech.
“No sabemos si ella a lo mejor se contagió antes de recibir la vacuna”, explicó, agregando que la funcionaria no debiera quedar fuera de la entrega de una segunda dosis “a pesar de que no sería necesaria, ya que se podría decir que la generó de forma natural”.
La viróloga enfatizó que una de las misiones que tienen las vacunas de una o más dosis es evitar el desarrollo de enfermedades leves, moderadas y graves, por lo que ese dato es fundamental a la hora de analizar la eficacia de los proyectos, considerando que la prevención de la infección propiamente tal es más compleja.