Resultados 2020: Aguas Andinas mantuvo su ritmo inversor en medio de la crisis sanitaria
En total, los proyectos ejecutados por la compañía sanitaria alcanzaron los $124.620 millones, mientras que sus utilidades fueron de $98.692 millones.
Pese a los efectos que produjo la crisis sanitaria por COVID-19 y a los mayores costos relacionados a la mega sequía que afecta a la zona central del país por más de una década, Aguas Andinas -gracias a su sólida posición financiera- mantuvo su ritmo de inversiones durante 2020, ejecutando proyectos que alcanzaron los $124.620 millones.
Así lo comunicó la principal compañía sanitaria del país a la CMF, respaldando aquello con sus resultados financieros consolidados al 31 de diciembre 2020. Específicamente, Aguas Andinas obtuvo una utilidad de $98.692 millones, lo que representa un descenso de 30,4% respecto del año anterior, mientras que el Ebitda retrocedió 17,5% hasta los $ 235.332 millones comparado con el ejercicio 2019.
No obstante, la posición de caja que mantiene Aguas Andinas es 2,4 veces superior a los $ 72.063 millones que mantenía al cierre de diciembre de 2019. En ese sentido, la compañía sanitaria da cuenta de su solidez financiera y de una holgura adicional que le permitirán enfrentar los desafíos que imponen los efectos de la crisis sanitaria y económica y también la emergencia climática, caracterizada por una profunda escasez hídrica.
Al cierre de diciembre de 2020, los impactos a nivel de ingresos y gastos estuvieron relacionados a la crisis sanitaria derivada del COVID-19, los que escalaron hasta los $36.949 millones por efectos directos o indirectos asociados a los menores consumos por el freno de la actividad económica por las cuarentenas ampliadas desde marzo, costos relacionados a planes de confinamiento del personal esencial, transporte de personas, medidas sanitarias y programa de seguimiento de salud de trabajadores, entre otros. A ello, se suma el aumento de la provisión por clientes incobrables, que alcanzó $20.172 millones en el ejercicio, generando un mayor gasto de $16.151 millones respecto de 2019.
También, se suman los costos alineados con la mega sequía, los que llegaron a los $6.274 millones, correspondientes a la compra de agua cruda y al incremento en el consumo de energía eléctrica para extraer agua proveniente de fuentes subterráneas.
Por otro lado, durante 2020 (13 de octubre), Aguas Andinas concretó la venta de la filial ESSAL a la empresa de origen canadiense Algonquin Power & Utilities Corp. Gracias a esta transacción y de conformidad con lo previsto en el contrato suscrito con la compradora, el 11 de septiembre, la sanitaria recibió US$ 92.298.717 por la venta de la totalidad de su participación directa e indirecta en ESSAL, cantidad total que generó para la sociedad un impacto en resultados netos, después de impuestos, de $7.325 millones.
Proyectos para enfrentar el cambio climático
Durante 2020, Aguas Andinas mantuvo la intensidad en sus inversiones y la ejecución de proyectos con miras a hacer frente al cambio climático y, por su puesto, a la profunda sequía que afecta principalmente a la zona central del país. Ejemplo de ello, es la entrada en operación de los Mega Estanques de Pirque, infraestructura que permitió aumentar la autonomía en el suministro de agua potable de 11 a 34 horas y, a la vez, superar el fenómeno “río atmosférico” que afectó a la Región Metropolitana con derrumbes y aluviones en enero y febrero pasado, sin afectaciones masivas a los usuarios.
A dicho proyecto de gran envergadura, se suma la modernización y ampliación de las plantas de tratamiento Padre Hurtado y Quilicura; la renovación de Redes de Agua Potable y Servidas y las obras de perforación de los 13 nuevos pozos de Cerro Negro- Lo Mena, que se encuentran en plena construcción y que servirán de respaldo al abastecimiento de la zona sur de la ciudad.
Además, el listado de proyectos contempla también el ambicioso plan de Eficiencia Hidráulica, que se ha ejecutado en la red de agua potable, y el nuevo Centro de Control Operativo para el monitoreo permanente de las redes.
Con el fin de seguir trabajando en esa línea, la compañía sanitaria además comprometió nuevas obras, las que resultan fundamentales para abordar los impactos del cambio climático, y que serán incorporadas en el Plan de Desarrollo actualizado -previa aprobación de la SISS-, destacando el reúso de aguas regeneradas en sus propias biofactorías y nuevas inversiones para hacer un uso más eficiente en la red.
Además, se contemplan proyectos asociados a mejorar la forma de enfrentar episodios de turbiedad extrema, los cuales permitan llegar, al menos, a las 48 horas y hasta los tres meses de respaldo en el suministro de cara a la ciudadanía abastecida por el río Maipo, es decir, beneficiando a los clientes de más de 20 comunas de la Región Metropolitana.