Fernando Torres Silva murió a días de salir de Punta Peuco y recibir el indulto
El ex fiscal militar, que cumplía una condena por el homicidio calificado de Eugenio Berríos, tenía un cáncer terminal.
Este miércoles murió el ex fiscal militar Fernando Torres Silva, quien estaba detenido en el penal de Punta Peuco cumpliendo una condena de 10 años por el delito de asociación ilícita en el caso de secuestro y homicidio del ex químico de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Eugenio Berríos.
El abogado y ex uniformado se encontraba internado en el Hospital Militar debido a un agravamiento de un cáncer terminal a la próstata con metástasis a los huesos, condición que se complicó por otras enfermedades, como hipertensión arterial y síndrome anémico.
El deceso ocurrió días después que el ministro en visita, Alejandro Madrid, le otorgara el beneficio de la reclusión domiciliaria total por su situación de salud.
Durante esta jornada también se había informado que el ministro de Justicia, Hernán Larraín, le había concedido el indulto, también por razones humanitarias asociadas a su enfermedad.
Según lo consignado por El Mercurio, la decisión del Gobierno se basó en un informe médico, el que señalaba que “la condición actual permite inferir que se encuentra en un proceso que, en un plazo breve, debería conducir a su fallecimiento en consideración de la importante diseminación metástica del tumor y la alta probabilidad de presentar algún proceso de comorbilidad secundario a su postración”.
Fernando Torres Silva murió tras pasar por varios procesos judiciales. Al ser uno de los hombres fuertes de la dictadura y cercano a Augusto Pinochet, se lo vinculó con varias investigaciones sobre el accionar del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
El abogado fue acusado de participar en la asociación ilícita que permitió que Berríos dejara Chile en 1991, para evitar su comparecencia ante el ministro Adolfo Bañados, quien investigaba el homicidio del ex canciller Orlando Letelier.