Salarios dignos y lucha contra la esclavitud moderna: la historia de Tony’s Chocolonely
Los granos de cacao que utilizan para sus barras de chocolate son rastreables, 100% "libres de esclavitud" y comprados directamente a productores que son parte de sus cooperativas en Ghana y Costa de Marfil.
Dulce, amargo, semiamargo, negro, blanco, con leche, relleno, con frutos secos o de taza. El chocolate es un elemento gastronómico que puede disfrutarse de muchas maneras, en distintas presentaciones y en diversas preparaciones, principalmente postres.
Para tener una idea de su relevancia a nivel mundial, el consumo de este derivado del cacao superó las 7.400 toneladas entre 2016 y 2017. Además, la industria global del chocolate fue valorada en unos 98.000 millones de dólares anuales en 2018.
Pero este dulce negocio también tiene un lado agrio que gran parte de la población desconoce y que está ligado a prácticas de esclavitud y explotación infantil en países subdesarrollados.
Este artículo no se trata de exponer las malas prácticas dentro de la industria cacaotera, sino de dar a conocer cómo una empresa, Tony’s Chocolonely, decidió darle una vuelta a esta parte negocio y demostrar que sí se puede comercializar el chocolate pagando un precio justo a los agricultores en Costa de Marfil y Ghana (los dos mayores productores de cacao en el mundo) y con una cadena de suministro libre de esclavitud y explotación infantil.
Una idea revolucionaria contra una amarga realidad
En 2002, Teun van de Keuken, reportero de un reconocido programa televisivo de Holanda, realizó una investigación acerca del Protocolo del Cacao (Protocolo Harkin-Engel), un acuerdo internacional cuyo objetivo es acabar con la explotación infantil y el trabajo forzoso en la producción del principal componente del chocolate.
Este trabajo de Van de Keuken reveló que gran parte de los fabricantes de chocolate que adhirieron este compromiso lo estaban incumpliendo y, posteriormente, se puso en contacto con distintas empresas para empezar a producir un chocolate cuya cadena de producción se alineara con los objetivos del Protocolo del Cacao.
Su idea no fue tomada en cuenta, pero eso no lo detuvo y en 2005 creó su propio chocolate hecho con cacao 100% “libre de esclavos”, producto que bautizó Tony’s Chocolonely.
“Nuestra misión es hacer que el chocolate ‘100% libre de esclavos’ sea la norma”, explican en su sitio oficial. “En Ghana y Costa de Marfil unos 1,56 millones de niños trabajan en condiciones ilegales y 30.000 personas son víctimas de la esclavitud moderna. Por lo tanto, elegimos conscientemente trabajar en estos dos países”, añaden.
¿Cómo lo hacen? Los tres pilares de Tony’s Chocolonely
Ynzo van Zanten, Choco Evangelist de Tony’s Chocolonely, señala que la cadena de producción del chocolate está dividida de una manera desigual, ya que, entre el trabajo de los agricultores y los millones de personas que disfrutan del producto, están “los gigantes del chocolate que se benefician de mantener el precio de compra del cacao inhumanamente bajo”.
Para hacer frente a este escenario, Tony’s se ha enfocado en mantener un contacto directo con las comunidades agrícolas de Ghana y Costa de Marfil, asociándose y creando distintas cooperativas con productores de cacao.
Además, durante más de una década han recorrido el camino establecido por la hoja de ruta de la compañía, una serie de grandes hitos que se han convertido en parte de la filosofía y la cultura de Tony’s Chocolonely:
Crear conciencia
Queremos que todos los fanáticos del chocolate estén conscientes de las injusticias en la industria. Si demandan activamente chocolate producido de manera ética, es más probable que las empresas asuman la responsabilidad de hacerlo realidad.
Liderar con el ejemplo
Mostramos que el chocolate se puede hacer de manera diferente. Invertimos en asociaciones a largo plazo con los productores de cacao, hacemos acuerdos de precios más justos y les mostramos cómo organizarse más y mejorar su productividad para que puedan lograr un ingreso decente. Hacemos chocolate con cacao rastreable.
Inspirar a actuar
Buscamos activamente socios que apliquen nuestro modelo. Hacemos esto mostrando el impacto que estamos teniendo, compartiendo las lecciones que hemos aprendido y siempre abiertos a la discusión. Somos muy críticos con nuestros propios esfuerzos y buscamos constantemente cómo podemos tener más impacto.
Asimismo, han desarrollado una plataforma de código abierto llamada Tony’s Open Chain, donde recopilan “toda la información y las herramientas relevantes que las empresas pueden utilizar para garantizar que sus cadenas de suministro estén ‘100% libres de esclavitud’ y permitan a los productores de cacao obtener un ingreso digno. Esto se logra aumentando la trazabilidad en la cadena de suministro, basado en el modelo de ‘Cinco principios de abastecimiento’ de Tony’s”, reseña un reciente artículo de Foro Económico Mundial que destaca cómo las empresas sociales pueden generar grandes cambios en las industrias.
El impacto de Tony’s Chocolonely
¿Y cómo les ha ido en casi 15 años de existencia? ¿Cómo encararon el difícil 2020 y las complejidades de la pandemia?
Actualmente, las barras de Tony’s Chocolonely se venden en 30 países y, aunque los canales de venta física han tenido poca actividad debido a las restricciones impuestas a raíz de la pandemia, la compañía creció un 30% en el último año.
En su sitio web ofrecen un resumen de su desempeño durante la última temporada cacaotera, periodo comprendido entre octubre de 2019 y septiembre de 2020:
46.2338.862 barras de chocolate vendidas
El crecimiento es importante en nuestra misión, porque nos permite asociarnos con más productores de cacao y hacer más ruido en la industria del chocolate para que otros sigan nuestro modelo.
5.537 toneladas de granos de cacao compradas
Todos los granos de cacao son rastreables y comprados directamente a nuestras cooperativas asociadas en Ghana y Costa de Marfil. Somos únicos en esto. Casi ninguna marca de chocolate sabe exactamente dónde, cómo y quién produce su cacao, especialmente si proviene de África Occidental.
8.457 agricultores con los que trabajamos directamente
Los agricultores que producen cacao para Tony’s son agricultores que pueden ganarse la vida. Esto también impacta positivamente a sus familias, lo que significa que el número de personas que se benefician de esto es muchas veces mayor.
4.336.775 de dólares pagados en primas
Además de la prima de Comercio Justo Fairtrade, pagamos una prima adicional para que el agricultor pueda ganarse la vida. La prima se utiliza para aumentar sus ingresos, tanto en dinero como invirtiendo en una mayor producción mediante capacitación agrícola y viveros de árboles nuevos.
La lección principal que obtenemos de un caso como el de Tony’s Chocolonely es que siempre podemos (y debemos) luchar por cambiar aquellas malas prácticas que se han arraigado en diferentes industrias y que, muchas veces, pasan desapercibidas ante nosotros. Garantizar salarios dignos y justos, empezar a aplicar estándares más sustentables o inspirar a otros a cambiar hacia un paradigma más justo para las personas es una señal que más empresas tienen que dar en este camino en el que compartir el valor que crean es más relevante que nunca.