Violencia infantil: estudio advierte falta de canales de denuncia durante la pandemia
Durante los primeros meses de pandemia, cuando cerraron los colegios y la educación se impartió solo de manera remota, se observó una caída abrupta en las denuncias de violencia física, sicológica y sexual realizada a niñas, niños y adolescentes.
En los meses más difíciles del confinamiento, durante el encierro más severo de la pandemia del COVID-19, un hecho sucedía al interior de las casas sin que pudiera ser advertido o denunciado: los niveles de violencia infantil en los hogares suelen ser detectados cuando un profesor o un paradocente identifica señales de que algo está sucediendo con el menor en su casa, pero eso disminuyó abruptamente durante el confinamiento.
Un estudio realizado por Pilar Larroulet, académica del Instituto de Sociología de la Universidad Católica e investigadora del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia; junto al PhD en economía y académico de la Universidad de Chile, Damian Clarke; y también los investigadores Daniel Pailañira y Daniela Quintana muestran las cifras preocupantes de violencia no denunciada en los meses en que la gran mayoría de las escuelas estaban cerradas.
Por medio de informaciones obtenidas hasta diciembre de 2021, los investigadores llegaron a la conclusión de que durante los primeros meses de pandemia, cuando cerraron los colegios y la educación se impartió solo de manera remota, se observó una caída abrupta en las denuncias de violencia física, sicológica y sexual realizada a niñas, niños y adolescentes.
De acuerdo con Damien Clarke, el estudio nació cuando comenzaron a observar el contexto de cierre de colegios, “porque en otros casos habíamos visto que esto es importante, dado que son un canal concentrado de denuncias. Cuando un niño o niña es víctima de violencia en su casa, eso no se denuncia a menos de que en el colegio se detecte”. Según cuenta el investigador, se vio una caída “gigantesca en denuncias al momento del cierre de colegios. Casi 50% en los distintos tipos de violencia”.
Disminución de denuncias
En concreto, el estudio concluyó descensos en los informes de violencias, al momento del cierre de clases presenciales. Las disminuciones estimadas en las denuncias oscilan entre -17 % (violación) y -43 % (abuso sexual). Por otro lado, los reportes aumentan con la reapertura de las escuelas.
Los investigadores estiman que el cierre de las escuelas y la reapertura incompleta de ellas resultaron en alrededor de 2.800 informes faltantes de violencia intrafamiliar, 2.000 informes faltantes de agresión sexual y 230 informes faltantes de violación contra niños, equivalente a entre 10 y 25 semanas de informes en los períodos de referencia.
En conversación con EL DÍNAMO, la directora general de Escuelas Abiertas, Valentina Rebolledo, se mostró bastante preocupada con el escenario identificado por por estudio. “Ante estos graves hechos, queda más que claro que nunca más debemos normalizar el cierre de las escuelas como política pública. Estas resoluciones sanitarias han atraído problemas gravísimos, muchísimas veces irreparables, como en este caso, abusos sexuales y situaciones de violencia intrafamiliar. Y la disminución de estas denuncias implica que estos no fueron detectados a tiempo. Siempre lo hemos afirmado: los colegios cumplen una función más allá de la educativa. Son lugares de contención, protección y detección de estos casos”, enfatizó.